Marihuana: La droga de moda
La Policía y la Guardia Civil requisaron casi 8.000 plantas y detuvieron a 70 personas desde 2012.
El hallazgo de una plantación de marihuana en un local de Nervión ha vuelto a poner de manifiesto la relativa facilidad con la que se puede cultivar esta droga, que no solamente se ha hecho popular en invernaderos y zonas rurales de la provincia, sino que también se ha puesto de moda en pleno centro de la ciudad. La de la calle Divino Redentor no es la primera operación importante contra una plantación de marihuana que la Policía Nacional desarrolla en una zona céntrica de la ciudad, aunque sí es la más cuantiosa en lo que va de año en toda la provincia de Sevilla. Hace unos años, en septiembre de 2011, el grupo de Policía Judicial de la comisaría del distrito Centro, se incautó de 200 plantas que se cultivaban en la calle Tetuán, la vía comercial más cara de Sevilla y la duodécima de España en cuanto al precio del metro cuadrado.
En aquella operación fueron detenidas siete personas. La Policía registró dos pisos ubicados en el número 17 de la calle Tetuán, en las plantas segunda y tercera. En el primero de ellos fue hallada la marihuana, distribuida en varias habitaciones del inmueble que habían sido acondicionadas para favorecer el cultivo de estas sustancias. Así, las habitaciones reproducían las condiciones propias de un invernadero y contaban para ello hasta con un sistema de luces adecuado para el desarrollo de las plantas. En un segundo piso, ubicado en la tercera planta del inmueble, la Policía se incautó de una importante cantidad de dinero en efectivo que aún no ha sido precisada.
La Policía intervino las plantas en plena tarde, ante el asombro de la gran cantidad de gente que pasaba a esa hora por la calle Tetuán, que veía cómo iban saliendo detenidos y plantas de marihuana del edificio hasta un furgón policial, aparcado en mitad de la vía. En aquella ocasión hubo una cierta investigación policial, que permitió no sólo requisar las plantas sino también a los responsables de las mismas y el dinero que éstos habían logrado obtener de manera ilícita.
En el caso más reciente, el de Nervión, la operación fue mucho más casual. Unos vecinos de la calle Divino Redentor llamaron al 091 porque habían sufrido varias interrupciones del suministro eléctrico y creían que el responsable de los mismos era el dueño de un local colindante con el edificio. La Policía llegó y se entrevistó con varios residentes en la zona, entre ellos un agente de este cuerpo que manifestó a sus compañeros que sospechaba que en el local pudiera haber una plantación de marihuana. Así lo avalaba el fuerte olor a esta planta que desprendía el inmueble.
El agente vecino de la zona también explicó a los patrulleros que había una persona que frecuentaba habitualmente el local. Aportó una descripción y los policías dieron una batida por el barrio hasta que observaron que una persona similar a la que había descrito su compañero se acercaba al local. Lo identificaron y éste, que un principio aseguró que en el inmueble sólo había maquinaria relacionada con un negocio de imprenta, terminó admitiendo que se dedicaba al cultivo de marihuana. En el interior del mismo, los agentes hallaron 600 plantas y un sistema perfectamente montado para su crecimiento y cultivo. Había luces reflectantes y un mecanismo de ventilación y extracción de olores. Los policías detuvieron al dueño del local y precintaron el mismo para retirar poco después las plantas.
Entre ambas operaciones median una larga serie de intervenciones policiales relacionadas con el cultivo de marihuana en la provincia de Sevilla. Al menos 31 servicios de este tipo han realizado los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil desde 2012 hasta hoy. La de Tetuán y Nervión no han sido las únicas de la capital, aunque sí las más importantes en cuanto a cantidad de droga aprehendida y número de detenidos. En el centro, por ejemplo, la Policía también encontró en julio de 2014 dos pequeños invernaderos en la calle Teodosio. Sólo tenían 13 plantas, pero contaban con bombillas de calor, ventiladores, medidores de temperatura, temporizadores y fertilizantes. Ese mismo año fueron descubiertas 50 macetas en un local de Triana, y unos meses antes la Policía Local requisó 40 macetas en el Parchís, el bloque de viviendas sociales más conflictivo de Sevilla Este.
Pero por regla general las operaciones más grandes se han desarrollado en las zonas rurales, donde las plantas suelen estar en invernaderos y en espacios que permiten unas plantaciones mayores. Así, la mayor operación contra el cultivo de marihuana en los últimos años se llevó a cabo en el año 2013 en Marismillas, una pedanía perteneciente a Las Cabezas de San Juan. En esta aldea, la Guardia Civil requisó más de 3.000 plantas, detuvo a tres personas e imputó a otras tres más como colaboradores. A este servicio le sigue uno desarrollado por la Policía Nacional en Utrera, que se saldó con la incautación de 1.285 plantas y tres detenidos, en una operación en la que también se requisaron varias armas.
Desde 2012 hasta esta misma semana, las Fuerzas de Seguridad del Estado se han incautado de casi 8.000 macetas de marihuana en la provincia de Sevilla. En este periodo han sido detenidas 70 personas como responsables de estas plantaciones o por pertenecer a organizaciones criminales y clanes familiares encargados de la distribución y venta de la droga. Estos datos reflejan una actividad más que notable relacionada con el cultivo a gran escala del cannabis. Todas estas operaciones son intervenciones de cierta importancia. No están incluidas aquí aquellas en las que la Policía Local de algún municipio se incauta de una o dos plantas en un domicilio particular. Se trata, principalmente, de operaciones contra personas o redes organizadas que tienen como fin último la distribución y venta de estas sustancias.
En algunas ocasiones, los investigadores han encontrado armas en los registros de los domicilios o invernaderos en los que se cultivaba marihuana. En Morón de la Frontera, en agosto de 2015, hallaron hasta 17 armas en una operación contra un clan familiar que tenía una plantación camuflada entre otros cultivos y dispersa por varias fincas. Allí, la Policía Nacional intervino cuatro escopetas, siete rifles, una carabina, una pistola de tiro olímpico, un subfusil y tres fusiles. Además, los agentes requisaron abundante munición, así como seis armas blancas, una pistola eléctrica, tres vehículos, motocicletas, material electrónico, 5.200 euros y útiles necesarios para el cultivo de marihuana. También se encontraron armas en Utrera, en la que hasta ahora ha sido la segunda mayor plantación desmantelada en los últimos cinco años.
A veces, el cultivo de esta planta y, sobre todo, su distribución y venta posterior, ha provocado sucesos desagradables. Aunque el caso aún está bajo investigación y todavía no hay ninguna persona detenida, el tiroteo ocurrido hace dos semanas en Badolatosa podría estar relacionado con la venta de marihuana. Algunas fuentes apuntaron a este periódico que la familia a la que pertenecen las víctimas -dos hermanos y el hijo de uno de ellos recibieron disparos- disponía de una plantación de esta droga en su casa, a las puertas de la cual ocurrió el tiroteo.
Éste ha sido, hasta ahora, el episodio más grave relacionado con la distribución de marihuana, pero antes hubo otros sucesos que tampoco pasaron desapercibidos. En el año 2013, un hombre y su hijo fueron arrestados por secuestrar a quien acusaban de haberle robado unas plantas. Además, amenazaron al supuesto ladrón con cortarle los dedos con unas tenazas, lo ataron y lo golpearon con un bate de béisbol. Por esos hechos, fueron condenados a dos años y cuatro meses de cárcel.
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