El coronel Antonio Castejón Espinosa murió hace 36 años. Su vida había pasado desapercibida para muchos sevillanos hasta que el martes el Pleno municipal aprobó por unanimidad retirar la medalla de la ciudad que le fue concedida en 1961. En aquel entonces se reconocía la labor de este militar por "sofocar" la resistencia al alzamiento nacional del 18 de julio de 1936. Ahora se le retira en aplicación de la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2007 y a propuesta del grupo municipal de IU, que considera un despropósito que Castejón, al que califica de "criminal de guerra", ostente tal distinción.

Ocho años después de su aprobación, la Ley de Memoria Histórica sigue protagonizando los plenos municipales. Ocurrió el pasado martes, en la última sesión del presente mandato. El concejal de IU Luis Fernández planteó una moción para retirar la medalla de oro que la ciudad otorgó hace 44 años al comandante Antonio Castejón Espinosa, desconocido por muchos sevillanos hasta que ayer se supo de la retirada de tal distinción. El concejal de IU pidió el "apoyo expreso" a la moción y que no se produjera ninguna abstención al recordar que la Ley de Memoria Histórica obliga a retirar todo símbolo franquista y homenaje a personas vinculadas con la dictadura por parte de las administraciones públicas.

Fernández expuso que Castejón fue responsable de "fusilamientos, detenciones arbitrarias, torturas y violaciones". "Se encargó de eliminar los focos de resistencia al golpe de Estado que se habían organizado en los barrios obreros de Triana y la Macarena", refirió el edil de IU.

El grupo socialista apoyó la moción y recordó que en la ciudad aún "sobreviven" símbolos del regimen franquista. Por su parte, el portavoz del PP, Juan Bueno, anunció que su grupo también se unía a tal petición, con lo que la moción salía adelante con apoyo unánime.

Nacido en Manila (Filipinas) en 1896, Antonio Castejón Espinosa pasó a la historia por su protagonismo en el alzamiento militar de 1936, mediante el cual ocupó la alta comisaría de España en el protectorado español de Marruecos, en Tetuán. Desde allí recibió órdenes de Gonzalo Queipo de Llano para sofocar la resistencia contra el alzamiento de los nacionales en Andalucía. Primero intervino en los barrios de San Luis, la Macarena y Triana. Luego actuó en municipios de Sevilla y Córdoba. Su participación también fue destacada en Badajoz, una intervención que en 2007 la Ley de Memoria Histórica calificó de genocidio.