Sevilla

Monteseirín defiende el uso dado a los fondos del PGOU

  • El alcalde dice que el dinero se ha gastado en equipar la ciudad ya construida, no en viales aislados

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), defendió ayer que los ingresos de los convenios urbanísticos recogidos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006 se hayan destinado a "equipar la ciudad construida", en lugar de a la construcción de carreteras, calles y demás sistemas generales que, en opinión de Monteseirín, "van de ningún sitio a ninguna parte, que se llevan años y años ahí". A preguntas de la prensa sobre la decisión de la patronal de los constructores y promotores de Sevilla (Gaesco) de denunciar al juzgado el uso de los fondos del Plan Urbanístico de la capital, el máximo representante político del Ayuntamiento entró a valorar por primera vez esta polémica surgida el viernes de la semana pasada cuando el delegado de Urbanismo, Manuel Rey, desveló en una conferencia en el Foro Gaesco dónde se ha gastado el dinero del PGOU y defendió este gasto con similares argumentos.

Frente al argumento de la patronal de que los 240 millones de euros que entregaron al Consistorio debieron invertirse en los desarrollos urbanísticos para los que dio el dinero (tales como la SE-35), Sánchez Monteseirín dijo ayer que cuestionaba la idoneidad de invertir allí "donde no hay viviendas o desarrollos urbanísticos" todavía. Sobre este punto, el alcalde agregó que el Ayuntamiento no apuesta por destinar "las inversiones, los recursos económicos" recibidos de los convenios urbanísticos en "hacer viales para que la ciudad se extienda por el campo". En suma, el alcalde defendió el uso dado por el Ayuntamiento a los ingresos anticipados por los convenios urbanísticos del PGOU porque gracias a ellos "estamos equipando la ciudad construida con el dinero que ha ido generando el urbanismo".

La asamblea de Gaesco ha resuelto esta semana impugnar en los tribunales "el desvío" de inversiones por parte del Ayuntamiento de Sevilla a proyectos que no estaban contemplados dentro de las operaciones conveniadas, a cambio de dinero, con los propietarios y operadores privados de suelo.

En su denuncia ante la prensa, la patronal habló de fraude, pérdida de confianza e indignación al calificar el estado de ánimo de los empresarios del sector tras el informe de Urbanismo que detalla el deficitario estado de financiación del PGOU. "Los constructores no somos ONG, invertimos para poder desarrollar los proyectos urbanísticos en nuestro suelo. Si hubiéramos sabido que nuestro dinero iba a servir para estas obras, no hubiésemos puesto ni un euro", lamentó el presidente de Gaesco, Miguel Rus.

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