En compañía de sus seres queridos, tras haber recibido la unción de los enfermos y asido a un pañuelo de la Virgen de la Concepción de su Hermandad del Silencio. Falleció José Antonio Suárez Fernández, visitador médico de profesión, cofrade, político comprometido con la Villa de San Juan de Aznalfarache, socio del Club Náutico, taurino, sevillista, feriante y leal a sus amigos, entre ellos don Manuel Fraga Iribarne.

Suárez Fernández (Salinas, Asturias, 1939-Sevilla 2020) murió en el Hospital San Juan de Dios de Bormujos, víctima de las enfermedades que padecía desde hace varios años y de las que nunca se quejó, fiel al mensaje de abrazar la cruz del Jesús Nazareno de sus devociones. Era hijo de Manuel y Felicia. Su padre hizo un capital importante en los Estados Unidos. Tras la Guerra Civil, decidió dejar Asturias y venirse a Sevilla, donde se hospedó en un principio en un hotel del centro de la ciudad. Por su conocimiento del inglés, una cualidad poco frecuente en la época, trabajó para la Compañía de Cerámica de los Mensaque, que por aquel entonces multiplicaba sus exportaciones a América.

Su madre, Felicia, fue un personaje clave en la Archicofradía de María Auxiliadora. Ella participó en el encargo de la talla de la Virgen a Enrique Orce. El niño José Antonio se formó, de hecho, en el colegio de los Salesianos de Triana, junto con su único hermano, Manuel. 

José Antonio Suárez con su hijo, el pintor Ricardo Suárez López.

Su vida fue un puro compromiso con sus ideas, de pensamiento conservador y de fortísimas convicciones cristianas. Se reconoció siempre como seguidor de don Manuel Fraga, al que recibió en varias ocasiones en el célebre potaje de confraternización que Suárez organizaba en San Juan cada Viernes de Dolores en los tiempos de Alianza Popular. Llegó a ser teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana del municipio gracias al pacto suscrito entre el PP, el PA e IU para desalojar al PSOE de la Alcaldía. Junto con Pedro Albert, Manuel García y Amalia Gómez se echó a la búsqueda de candidatos a las Alcaldías de los pueblos de la provincia de Sevilla, donde la derecha siempre tenía su particular talón de Aquiles. 

Suárez Fernández ha sido de los históricos hermanos de San Gonzalo que promovieron la primera salida de la Virgen de la Salud, de la que fue maniguetero durante muchos años. También fue un hermano comprometido del Silencio, fiel asistente a los cultos en San Antonio Abad. 

Era viudo de doña Dolores López Rodríguez, con quien tuvo dos hijos: María Auxiliadora y Ricardo, reconocido pintor; y un nieto, Fernando.

De carácter fuerte y valiente, nunca escondió ni camufló sus ideas. Participó siempre en el encuentro anual de la tertulia El Homo Cofrade, pese a las dolencias que ya padecía en los últimos años, donde recibía el cariño de todos sus miembros, en especial de su admirado Manuel García, que fue concejal del Ayuntamiento de Sevilla y hermano  mayor de la Macarena. 

En los últimos años no dejó de asistir a la coronación de su Virgen de la Salud y a muchos actos relacionados con la actividad de su hijo como pintor. Era muy habitual verle del brazo de Ricardo para no perderse un acto que le generara la felicidad y la fuerza necesarias para seguir viviendo. Disfrutaba de la Semana Santa en sus sillas de abonado de la calle Sierpes. Vivió muchos años la Feria en compañía de uno de sus grandes amigos, Rafael Carretero, que fue jefe técnico de la Delegación de Fiestas Mayores. 

El arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, estuvo informado de la evolución del paciente en sus últimos días y trasladó a la familia su preocupación, su oración y su bendición. El funeral por su eterno descanso se celebra este primero de enero a las 13:00 horas en la capilla del Tanatorio de la SE-30.