El proyecto que el Ayuntamiento de Sevilla está ejecutando en las antiguas naves de Renfe de San Jerónimo pondrá fin a tres décadas de abandono de un patrimonio industrial que cumplirá pronto un siglo de vida. El avance en las obras ha dado forma a un auténtico lego de madera en el interior de este gran contenedor, que conserva sus fachadas de hormigón y su cubierta original, donde ha desaparecido la uralita y, en parte, será sustituida por placas solares. Y ello ya traza una silueta redibujada en el paisaje de un barrio que se prepara su transformación urbanística.

Los vecinos de San Jerónimo pudieron ayer comprobar el estado de las obras, ejecutadas al 90%, y conocer de boca del alcalde los planes para esta nueva infraestructura que estará en disposición de acoger a las primeras empresas a finales de año. Éste es el calendario que baraja el Ayuntamiento de Sevilla que confirmó la vocación empresarial de un proyecto que ha tenido que superar algunos escollos desde su puesta en marcha en 2015. Fue en esa fecha cuando el entonces gobierno de Juan Espadas buscó el dinero necesario para recuperar las naves de Renfe a través del programa Edusi, con el objetivo de recualificar la zona norte de la ciudad. Y hubo un frenazo provocado por la rescisión del primer contrato de las obras que derivó en otra licitación que quedó desierta y fue necesario una tercera para encontrar una resolución.

Los trabajos se iniciaron definitivamente hace justo tres años con la retirada de los paneles de ladrillo y placas de fibrocemento de la cubierta. En agosto de 2019 dio inicio otra fase que consistió en la reparación de los soportes metálicos de la cubierta para el posterior anclaje de los paneles solares fotovoltaicos. Y ya en noviembre de 2020, ya en plena pandemia, se iniciaron las obras en sí de lo que será el nuevo centro de emprendimiento Sevilla Futura. En verano ya se había culminando la instalación y adecuación de los módulos de madera de pino procedente del País Vasco en la nave oeste, una vez realizada la limpieza y consolidación de la estructura. Y en estos momentos sólo faltan remates que afectan a elementos de revestimiento e iluminación, así como la acometida eléctrica definitiva desde el centro de transformación, por lo que se prevé que esta parte de la obra pueda finalizar durante el próximo mes de abril.

A primeros de este año se han licitado inversiones por un millón de euros para la instalación de placas solares en el techo del edificio y la implantación de un sistema de geotermia para la climatización de forma que el edificio será completamente sostenible y autosuficiente.

Emvisesa ha actuado en esta primera nave con un presupuesto total de 4,5 millones de euros procedentes de fondos europeos.

La zona ganará también un salón diáfano y multiusos cuando se acondicione la otra nave

El barrio de San Jerónimo gana un equipamiento de primer nivel, que ya ha sido galardonado con el Premio Nacional Enerinvest en la categoría de proyectos de energía sostenible en el sector público. Y que, según el alcalde, servirá de locomotora para arrancar una gran transformación urbanística y también social de la mano de un tejido empresarial innovador.

Así, en el interior de las naves de Renfe habrá un espacio para empresas tecnológicas y proyectos de emprendimiento, grandes áreas de coworking, salas de exposiciones, zonas comunes para formación y divulgación y una terraza, además de todos los servicios necesarios. En el exterior se acondicionará una parte de la parcela con el objetivo de habilitar un aparcamiento en superficie que sirva como apoyo al centro empresarial de aproximadamente 700 metros cuadrados. Y la segunda nave, aún sin tocar, será acondiconada para convertirse en un gran salón de usos múltiples que gana el barrio.