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Sevilla

Nuevos desprendimientos en la Muralla de la Macarena

  • El Ayuntamiento vallará un tramo que discurre por la calle Macarena para evitar el paso de peatones 

Deterioro de la muralla de la Macarena

La Muralla de la Macarena se deshace poco a poco. Apenas ha pasado mes y medio desde que el Ayuntamiento de Sevilla realizase una actuación especial de limpieza para adecentar el enclave y su entorno y proteger este bien patrimonial y esta semana han vuelto a producirse caídas de material. 

Técnicos municipales, tras el aviso de este periódico, se han desplazado esta mañana para comprobar in situ el estado del lienzo almohade. Un tramo de la cara interior que discurre por la calle Macarena ha amanecido con una llamativa cantidad de arena y piedras en la acera. El desmoronamiento, no obstante, es visible desde el pasado lunes. 

La primera inspección realizada ha confirmado que se ha producido un "desprendimiento del material disgregado que compone la fábrica de tapial". El efecto es una zona de pared que aparece como si hubiera sido literalmente excavada, dejando al aire algunos huecos. 

Material desprendido de la muralla de la Macarena. Material desprendido de la muralla de la Macarena.

Material desprendido de la muralla de la Macarena. / Antonio Pizarro

Al parecer, el origen de este desmoronamiento está en la propia erosión del material. De hecho, no es igual en todas las zonas. Los técnicos no han podido de momento informar de otras patologías que comprometan la estabilidad de algún lienzo de la  muralla.  No obstante, han recomendado acotar las zonas de dichos desprendimientos con un vallado que evite el paso de peatones y permita mantener una distancia de seguridad prudente. Estas tareas se van a realizar con cargo al contrato de conservación de viario de la Gerencia de Urbanismo.

 ¿A qué se debe el deterioro?

Las acumulaciones de arena a lo largo de la muralla son habituales. Hasta ahora los especialistas coinciden en que no hay un riesgo de derrumbe, pero basta con pasar la mano por algunas zonas para comprobar que la antigua barbacana se va deshaciendo. ¿Por qué? Los estudios de patología que se han realizado apuntan a varios factores: la erosión del material que se está perdiendo puede deberse al paso del tiempo, a agentes atmosféricos o ataques químicos causados por la contaminación del tráfico. Pero también a la mala ejecución de anteriores restauraciones que se han desarrollado en el baluarte. 

Hace más de un año, en mayo de 2017, la Junta autorizó una intervención urgente para asegurar el lienzo de la muralla que discurre entre la Puerta de Córdoba y el Arco con el objetivo de estabilizar provisionalmente las almenas con una estructura metálica. Tres meses después de la intervención una almena se desprendió como consecuencia de la caída de una rama de grandes dimensiones de un olmo plantado en el bar La Pastora. Y siete meses después, otra almena cayó un día de lluvias y fuertes vientos. Una situación que se unió a la necesidad de un mayor mantenimiento de la muralla y que desató la alarma en vecinos y conservacionistas, hartos de denucniar la situación

¿Qué más puede hacer el Ayuntamiento de Sevilla?

Las intervenciones en la muralla tienen que ser autorizadas por la Comisión Provincial de Patrimonio, dependiente de la Junta de Andalucía, al ser la muralla un Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1908. Y corresponde al Ayuntamiento de Sevilla realizar los trabajos. Ante las quejas sobre el mal estado de este bien patrimonial, el actual gobierno municipal defiende que durante este mandato se ha actuado cada año. En concreto, en 2016 se llevó a cabo un proyecto de restauración de la muralla que se volvió a realizar en el segundo semestre de 2017 al detectarse un riesgo que obligo a apuntalar las almenas.

Operarios de Lipasam limpiando la muralla en julio. Operarios de Lipasam limpiando la muralla en julio.

Operarios de Lipasam limpiando la muralla en julio. / M. G.

A ello se suman también planes de limpieza por parte de Lipasam. La primera, después de una década de abandono, se llevó a cabo en el verano de 2016. No se había actuado desde 2007, durante el último mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín. Esa intervención supuso una importante inversión de más de 1,2 millones de euros.

Los zafarranchos de limpieza que se realizan ahora una o dos veces al año permiten eliminar la vegetación y la basura que se acumula en el baluarte, convertido en cobijo de indigentes en algunos tramos. Sólo en el mes de julio Lipasam retiró 1.240 kilos de basura.

El Estado negó unas ayudas

Al margen de estas actuaciones, el gobierno de Juan Espadas sigue buscando fondos estatales para acometer un nuevo proyecto de rehabilitación de la muralla. El Ayuntamiento de Sevilla concurrió a la convocatoria del programa del 1,5% cultural mediante el cual el Estado subvenciona trabajos de conservación o enriquecimiento de bienes inmuebles del patrimonio histórico español. 

El Ministerio de Fomento rechazó el año pasado el proyecto presentado por la Gerencia de Urbanismo para rehabilitar la muralla. La idea era que el Estado aportase la mitad del millón de euros necesario para una intervención que permitiría que la muralla fuera visitable por los turistas. El Ayuntamiento ya tiene elaborada la documentación técnica para solicitar de nuevo esta ayuda. 

También está a punto de comenzar a tramitarse un contrato de conservación de diversos elementos patrimoniales, entre los que se encuentra también la muralla de la Macarena. Y se ha suscrito ya un convenio de colaboración con la Universidad de Sevilla para realizar un proyecto de investigación con el objeto de determinar cuál es el método más adecuado para la consolidación del lienzo almohade.

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