Operación de varices sin cirugía: todo lo que necesitas saber

Los estudios realizados en los últimos años apuntan a que cerca de un 25% de la población adulta del mundo occidental tienen varices de tipo troncular. Si, además, tenemos en cuenta las llamadas “arañas vasculares” y las varices reticulares, este porcentaje podría incrementarse hasta el 70%.

Por lo tanto, podemos decir que, ya sea en mayor o menor medida, las varices son una patología que sufre una gran parte de la población. Aunque, en algunos casos, este problema vascular puede ser meramente estético, para muchas personas, las varices suponen una molestia mucho mayor, llegando a generar dolor, malestar e, incluso, complicaciones de salud.

Afortunadamente, en los últimos años, la tecnología ha avanzado mucho en este campo y, hoy en día, es posible disfrutar de una gran variedad de soluciones para eliminar las varices de forma definitiva. De hecho, aunque la cirugía de varices es una opción muy común, no es la única, también existen alternativas menos invasivas que ofrecen resultados muy prometedores.

¿Quieres saber más? Entonces has llegado al artículo perfecto para tí. A continuación te contamos todo sobre la operación de varices sin cirugía, así como diferentes técnicas para prevenir y tratar las varices de forma eficaz. ¡Toma nota!

Operación de varices sin cirugía: en qué consiste

Sí, has leído bien, operarse de varices sin pasar por un quirófano es 100% viable. De hecho, en muchas clínicas es la opción recomendada para los pacientes que sufren de esta afección circulatoria.

Las operaciones de varices sin cirugía se llevan a cabo gracias al láser endovenoso, una tecnología de última generación. Este tipo de láser ofrece una nueva solución a la hora de resolver el problema de las varices de forma segura y mínimamente invasiva.

Sin embargo, es habitual tener dudas sobre este tratamiento no quirúrgico, cómo funciona y qué riesgos tiene. Por eso, en este apartado te contamos todo sobre esta microcirugía alternativa a la cirugía de varices convencional.

En primer lugar, debes saber que la operación de varices con láser no es una operación como tal, sino un tratamiento que se realiza de forma ambulatoria: no requiere hospitalización ni baja laboral. Eso sí, aunque sea un tratamiento ambulatorio, sólo deben realizarlo médicos especialistas en Cirugía Vascular.

Los resultados que ofrece esta alternativa a la cirugía de varices convencional son definitivos y conllevan notables ventajas en el procedimiento. Además, sus resultados son altamente eficaces, ya que el láser endovenoso está indicado como una solución funcional para aquellas válvulas venosas que presentan un mal funcionamiento.

Pero, ¿cómo funciona realmente este láser? Pues bien, para poder eliminar las varices graves, se realiza una inserción ecoguiada de una fibra óptica en el interior de las varices. Todo este procedimiento se lleva a cabo con anestesia local, por lo que no es doloroso ni molesto. Además, los expertos en cirugía vascular aseguran que la emisión de este láser endovenoso afecta únicamente a las paredes vasculares que se tratan en el momento, por lo que es un tratamiento totalmente seguro para el paciente.

La duración de esta operación de varices sin cirugía es de apenas una hora (pudiendo variar en función del número de varices a tratar, claro está). Por otro lado, cabe señalar que los resultados son eficaces e inmediatos y apenas aparecen hematomas ni inflamación en la zona, por lo que no se producen molestias durante el periodo de recuperación.

Otras soluciones: cómo prevenir la aparición de varices

Si bien la microcirugía de varices con láser es una de las opciones más recomendadas para el tratamiento de varices graves, también es importante tener en cuenta que esta afección se puede prevenir y tratar haciendo una serie de cambios en nuestro día a día.

Aunque, en muchos casos, las varices son una condición genética, existe una serie de prácticas que nos pueden ayudar a evitar su aparición o, por lo menos, a que estas sean menores en cantidad y gravedad. ¡Las vemos!

1. Evitar factores de riesgo:no olvides que las varices son una afección circulatoria, por lo que limitar el consumo de alcohol y tabaco te puede ayudar a prevenir o limitar su aparición. Además, debes tener en cuenta que los cambios hormonales o la mala alimentación también son un factor de riesgo.
2. Probar tratamientos tópicos y naturales: aunque estos tratamientos no eliminarán las varices, sí pueden reducir su apariencia y malestar, por lo que son una opción ideal para el día a día. Puedes probar con aceites esenciales, gel de árnica o extracto de castaño de indias.
3. Realiza ejercicio físico: los estudios indican que tener músculos fortalecidos puede reducir la presión sobre las venas y, por tanto, prevenir la aparición y progresión de las varices.
4. Evitar estar de pie o sentado mucho tiempo: si tu trabajo te obliga a mantener la misma posición durante horas, te recomendamos tomar descansos frecuentes para moverte y estirar las piernas. En estos casos también es buena idea evitar la ropa ajustada y utilizar medias de compresión graduada.