Sevilla

El PSOE de Sevilla revienta en las puertas del congreso federal

  • Una mayoría arrincona a Viera y crea una brecha que amenaza con derivar en 2 listas.

Las tensiones internas, lejos de amainar, se avivan a cuatro días de la celebración del congreso provincial del PSOE -previo al federal que se celebrará en Sevilla el primer fin de semana de febrero- y potencian una imagen fracturada del partido en la única provincia donde los socialistas han conseguido mantener su hegemonía. La reunión de la ejecutiva provincial extraordinaria celebrada el lunes, tal y como publicó este periódico, ha ahondado una brecha que separa en estos momentos a la dirección regional de la provincial y ha evidenciado que el relevo de José Antonio Viera como secretario general de los socialistas sevillanos es algo que una mayoría no sólo da por hecho, sino que ansía. Por ello, algunos sectores no dudan en recordar la delicada situación personal del ex consejero, salpicado por el escándalo de los ERE.

Oficialmente, desde la dirección del partido se hicieron este martes esfuerzos por negar el enfrentamiento con Viera. De hecho, la propia secretaria de Organización del PSOE andaluz, Susana Díaz, alabó su "encomiable trabajo" e insistió en destacar la "normalidad" en el proceso. "Hay una mayoría que le respalda, de la que yo me siento parte, y es muy lamentable que por parte de distintos ámbitos se haya intentado debilitar", apuntó Díaz.

No obstante, la llama que prendió la mecha en esta crisis interna estaría en una reunión de hace unos días en la que Díaz y Viera hablaron duramente sobre el reparto de delegados y que el secretario sevillano habría considerado como una "injerencia", aunque desde los sectores más próximos a la dirección regional se desmintió este martes que esta conversación se produjera, ni siquiera por teléfono.

El objetivo se centró este martes en arrinconar a Viera y acusarle de "dinamitar" la mayoría sólida de Sevilla. El propio presidente del PSOE de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, no ocultó su desacuerdo con la decisión de Viera de convocar la ejecutiva en pleno proceso de asambleas locales y quiso darle un tirón de orejas. Según apuntaron fuentes del partido, fue él quien aportó "mesura" en dicha ejecutiva para dejar claro que hay que llegar a una lista de integración: "Que no sea una imposición por parte de nada ni de nadie, sino que sea un acuerdo entre las mayorías que conformamos en los últimos ocho años", según las propias palabras de Villalobos, el hombre fuerte que podría relevar a Viera.

Y en esa mayoría ya hace un tiempo que algunos dan por excluido a Viera, que, paradójicamente, está arropado en estos momentos por varias minorías, algunas enfrentadas a él en otros tiempos. En este grupo estarían militantes del entorno de José Caballos y guerristas. Sin dar nombres, Villalobos fue muy duro al advertir ayer que "si algún muerto viviente quiere resucitar a expensas de a río revuelto ganancia de pescadores, está muy equivocado".

Las aguas comenzaron a moverse a raíz de los dos actos celebrados, a la misma hora y en el mismo sitio, que sirvieron de presentación de los candidatos Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón ante los socialistas sevillanos. Viera, ante la sospecha de que una mayoría del partido respaldaría a la aspirante catalana a pesar de la neutralidad activa promulgada por el presidente, José Antonio Griñán, se habría revelado para hacer valer su postura y echar un pulso. Una actitud que el propio Villalobos calificó de "rabietas e historias personales" de alguien que se ve excluido. Quizás lo que no contaba el sector contrario a Viera es que éste sumaría apoyos para competir con el frente movilizado por el presidente de la Diputación, que domina la provincia, donde el PSOE mantiene sus mayores votos. Y el partido ha reventado. Ahora el objetivo es evitar que los 55 delegados que corresponden a Sevilla y que serán elegidos el próximo sábado salgan de dos listas, un temor que muchos tienen en estos momentos y que debilitaría, no sólo la imagen de Viera, ya tocada, sino la de Griñán, anfitrión del congreso federal.

Ante el temor de esta división interna en Sevilla, algunos militantes habrían intentado plantear un manifiesto a favor de Griñán que, lejos de ser su intención, debilitaría la imagen del secretario general del PSOE andaluz y descubriría cierto nerviosismo e interés por reforzar el partido en la provincia, incapaz de concurrir al congreso federal con una lista única e integradora. Un reto que se complica y en el que se volcará la dirección regional en los próximos días.

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