Ventura Rico Castelló

De La Palmera a La Palma

  • Cofundador de la Orquesta Barroca, volvió con 11 años a la ciudad en la que nació después de una infancia de mudanzas por los destinos judiciales de su padre.

DESPUÉS de una infancia itinerante en la que Ventura Rico (Sevilla, 1963) fue sucesivamente canario, montañés, manchego y vasco, siguiendo los destinos de su padre como juez de La Palma (destino isleño donde Manuel Rico Lara sustituyó a Plácido Fernández-Viagas), Torrelavega, Valdepeñas y San Sebastián, la vida de este músico, primero que consiguió en España la plaza académica de profesor de viola da gamba, se puede contar sin salir de cuatro calles.

"Tal vez por esa infancia de desarraigo, no me gusta nada viajar. Sólo lo hago por motivos profesionales. Odio los aviones, el trato en los aeropuertos como si fuéramos ganado". El Betis juega hoy en San Sebastián, ciudad de la que la familia Lara Castelló regresó a Sevilla, a la calle Betis, cuando Ventura tenía once años. "Guardo un maravilloso recuerdo de mi paso por el instituto Vicente Aleixandre, de los profesores de Griego, Cayetano Navarro, y de Historia, Pedro Ruiz Morcillo. Pero respiré cuando me fui de la calle Betis. No soporto el ruido y esa calle era muy ruidosa". Sus comienzos fueron etimológicos. Nació en una clínica de la Palmera y con días se fue a vivir a la isla de La Palma.

Cuatro calles. Dos paralelas y dos perpendiculares. La historia se puede empezar por el final. Ventura Rico es uno de los 130 profesores en el antiguo cuartel del Carmen. A Música se accede por la calle Baños, carrera oficial de la procesión de vehículos: la misma calle donde en una antigua droguería el luthier Robert Louis Baille, francés de Nancy, le construyó la primera viola da gamba. A Arte Dramático se entra por Pascual de Gayangos, puro sosiego. En el aula de Ventura Rico un alumno ensaya clarinete.

Baños y Pascual de Gayangos son perpendiculares a las dos calles más importantes de su biografía artística y personal. En Jesús del Gran Poder está el Edificio Falla donde se inició como alumno del Conservatorio "con el profesor Francisco Fernández, cuya hija Elena es compañera"; el Edificio Turina donde inició su andadura de profesor; la casa de Rodrigo de Zayas y Anne Perret donde probó su fascinación con la viola de gamba, la vihuela de arco en español; y antes de trasladarse a Madre de Dios también estuvieron en esta calle las oficinas de la Orquesta Barroca que Ventura fundó en agosto de 1995 con el violinista norteamericano Barry Sargent. Vive de alquiler en la calle Cardenal Spínola. "Mi abuelo Ventura era aparejador y le hizo en esta calle una casa a su hermana Dolores. Recuerdo de niño ir a esa casa a visitar a mi bisabuela Granada".

Aunque le tiene fobia a los viajes, su afición musical le obligó a hacerlos. "La viola da gamba la descubro oyendo por la radio un concierto de Jordi Savall en un programa de música que hacía Álvaro Marías, hijo de Julián Marías, hermano del novelista". Para perfeccionar su dominio del instrumento, pasó cinco años entre La Haya y Viena. En la primera ciudad conoció a Fernanda, flautista brasileña, la madre de sus hijos Ventura (ya sin aféresis: su padre y su abuelo constan como Buenaventura en la partida bautismal), que toca el bajo eléctrico en un grupo de heavy-metal, e Irene, violonchelista.

El padre juez puso el grito en el cielo cuando conoció la vocación de su hijo. "Ahora es mi fan número uno". El fundador de la Barroca comparte su vida con Mercedes, violonchelista cordobesa. Siempre la música en su vida. Y escapadas al campo, al huerto de tomates y lechugas que tiene en Almonaster la Real, retiro con mezquita donde viven su padre, hijo de la República, y su hermana Ana, nacida en Torrelavega.

El adjetivo de su orquesta da mucho juego en la ciudad donde nació y a la que volvió. "Más que barrocos, vivimos tiempos retorcidos". Se apiada de los que buscan la felicidad a miles de kilómetros. "No se me ha perdido nada en Tailandia. Yo no tengo grandes anhelos de horizontes alternativos. Me gusta el barrio, la ciudad. Oír las campanas de las iglesias y los pajaritos. Quedar con los amigos en los buenos bares del barrio: El Sardinero, Eslava, Dos de Mayo, Barajas 20".

Ha estado en Madrid para recibir un galardón del Ministerio de Cultura que ha compartido con Kiko Veneno y otros muchos artistas. "Acaricio la idea de que algún día, igual que existe el Miserere, cuaje en Sevilla la tradición de interpretar La Pasión según San Mateo, La Pasión según San Juan y la Misa en Si menor, las tres de Juan Sebastian Bach".

En la Barroca no toca la viola da gamba, sino el violone. "Es una especie de contrabajo". Tiene sólo tres alumnos de un instrumento de origen español, iconografía valenciana, que los Borgia se encargaron de difundir por toda Italia. También da clases de Música de Cámara. Además de la viola, la otra herramienta con la que se le identifica es la bicicleta. "Soy ciclista mucho antes del carril-bici". Hombre-orquesta de dos ruedas al que se le ve en bici "con la viola, la niña, el chelo de la niña". El niño que fue de la Palmera a La Palma, el nieto de Domingo y Alfonsa, de Ventura y Dulce, vuelve a la luthería, pregunta por Robert Louis. "Ha salido", dice Liz, su compañera, junto a una batería de cuatro violas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios