FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

Metrópolis | Paseo de la Palmera

Donde Filipinas y Cuba nunca se perdieron

  • Florida. Es la salida natural para Cádiz, una prolongación urbana de la Exposición del 29. Con vistas a los pabellones de la plaza de América que construyó Aníbal González, presente en la Palmera con la casa que le donó la ciudad a su viuda.

Casa en la avenida de la Palmera que la ciudad de Sevilla donó a la viuda de Aníbal González.

Casa en la avenida de la Palmera que la ciudad de Sevilla donó a la viuda de Aníbal González. / Juan Carlos Vázquez

LA excepción que confirma la regla. El psiquiatra Jaime Rodríguez Sacristán sigue siendo vecino del Paseo de la Palmera, una de las vías más hermosas de la ciudad que progresivamente fue perdiendo “su carácter residencial exclusivo”, según dice el arquitecto Víctor Pérez Escolano en su biografía de Aníbal González.El arquitecto-director de la Exposición de 1929 murió el 31 de mayo de ese año, pero su legado sigue vivo en la salida más natural para Cádiz, el camino que las naves de Elcano –su estatua en el Paseo de las Delicias– y Magallanes habrían cogido si no existiera el Guadalquivir. Una presencia de Aníbal González que se aprecia en los actuales Museos de Artes y Costumbres Populares y Arqueológico, edificios que concluye respectivamente en 1914 y 1919, cuando empieza y un año después de que acabe la Primera Guerra Mundial. Hizo la vivienda familiar para su primo Torcuato Luca de Tena, que también le encargaría el diseño del periódico ABC que fundó y dirigió. En el número 14 de la Palmera se conserva la placa que Sevilla le regaló al arquitecto por una suscripción popular que promovió el periódico El Liberal de José Laguillo. La casa se la entregó en 1932 el alcalde, José González y Fernández de la Bandera, a Ana Gómez Millán, viuda de Aníbal González y hermana de la saga de arquitectos. La casa la construyeron Juan Talavera y José Espiau.

En la Palmera están las Américas que perdimos, presentes en el pabellón de Cuba del 29 –hoy Agencia Andaluza para la Cooperación Internacional– y el consulado de Filipinas, homologado como americano con el galeón que unía Manila con Veracruz, un edificio donde también está el bufete de abogado de José Ignacio Bidón, Vigil de Quiñones, nieto de uno de los últimos de Filipinas. Cuba y Filipinas que remiten al 98, guarismo unido a una fértil generación literaria y a unas pérdidas coloniales. Los edificios del 29 evocan las Américas que ganamos. La dialéctica entre el explorador Elcano y el libertador Simón Bolívar, como el trofeo futbolístico que hoy reúne en Madrid a hinchas de Boca y River a la misma hora en la que junto a la casa de Rodríguez Sacristán jugarán en Heliópolis Betis y Rayo.

La Palmera es “la gran avenida generada al amparo de la Exposición”, en palabras de Pérez Escolano. Situada entre las Glorietas de México y Plus Ultra, donde estaba la gigantesca palmera a la que debe su nombre, a partir de 1920 fue llamada Avenida de Victoria Eugenia, dicen que por lo mucho que le gustaba pasear por ella a la esposa de Alfonso XIII. En 1931 pasó a llamarse Avenida de Mayo y en 1936 de la Victoria a secas, para que sólo pasearan los que ganaron la guerra. En 1980 el alcalde Luis Uruñuela restituye el nombre original y su correligionario Alejandro Rojas-Marcos hace un cambio fundamental: la Avenida pasa a ser Paseo. Rodríguez Sacristán llegó a la Palmera poco después del 23-F. Ya vivió en primera fila la euforia del 12-1 de España a Malta. Es testigo de un ejercicio de lo que llama “psicología grupal”, cómo se disuelve en cinco minutos una masa de cincuenta mil personas.

El tránsito de Avenida a Paseo le ratifica en su defensa de lo que llama “las ciudades lentas”. “Con la lentitud, sinónimo de serenidad, de tranquilidad, se llega mucho más lejos que con el ruido y la precipitación”. Casado con Asunción el 7 de octubre de 1962, las bodas de plata las celebraron en Ecuador, país al que pertenece el Rió Guayas, nombre de la casa. “Es el que desemboca en Guayaquil”.El psiquiatra nació en Ciudad Jardín y creció en Nervión. “Se quedó desocupado un terreno de la Palmera y tres amigos de la infancia y la adolescencia, Antonio Núñez, Victoriano Humanes y yo, decidimos venirnos para acá. Hicimos el sorteo y a mí me tocó la casa de la esquina”. Jaime es de 1934, el año que se inicia la temporada que llevó al Betis a ganar la Liga. Asunción, de 1936. Sus cuatro hijos –Asunción, Jaime, Andrés y Cristina– son hijos de la Palmera. Nacieron en la clínica de Fátima, edificio cuyo chalé primigenio construyó Aníbal González. El primero de los varones fue presidente del Betis, que eligió como mascota a Palmerín, guiño a la Palmera que llega al estadio y nombre de uno de los libros de caballerías salvado por el cura y el barbero del Quijote en su donoso escrutinio. El doctor tiene la clínica en la calle Isaac Peral y antes vivían en Heliópolis (calle Jamaica).

La Avenida de la Palmera es una prolongación del Paseo de las Delicias al que pertenece el Palacio de San Telmo, coliseo de las Incógnitas que la Junta permutó por el Seminario Metropolitano. Zona de bares históricos: Alfonso, Bilindo, Líbano. En la Palmera residió Cossío, el catedrático y abogado que defendió a Felipe González y a alguno de los del Proceso 1001; los Romero de Solís y todavía residen los Guardiola. Hay tres colegios mayores del Opus, dos en los pares, Guadaíra y Alborán, y otro en los impares, el Almonte, la misma zona de chalecitos donde estuvieron los estudios de Televisión Española en Andalucía. En la esquina con Cardenal Ilundain hubo un cine de verano, el Palmera Cinema, y en 1928 se empezó a construir la iglesia del Corpus Christie donde cobraron fama las homilías del padre Sarmiento y donde se celebraron unas bodas reales que Maribel Fatou noveló entre niñas bien de Pineda, Heliópolis y la Palmera con marines de la base de Rota.

La oferta educativa de la Palmera se completa con el Conservatorio de Danza Antonio Ruiz Soler, en lo que fue pabellón de Argentina de la Exposición del 29, y el IES Fernando de Herrera, con profesores tan notables como Juan Ortiz Villalba o Reyes García-Doncel. El instituto fue Villa Blanca, la vivienda propiedad del marqués de Esquivel donde se refugió el general Sanjurjo después del fallido levantamiento de agosto de 1932, el año que el Consistorio le donó la casa a la viuda de Aníbal González.La prolongación del Paseo de la Palmera pasa a denominarse Avenida de Jerez, antesala de la capital de la vendimia. La Palmera es la salida natural para las playas de Cádiz, el próximo año sin peaje en Lebrija-Las Cabezas.

El llamado Edificio Inteligente, secuela de la Sevilla del 92, enarbola el rótulo Garrigues. La Palmera acoge la Consejería de Medio Ambiente y llega hasta la Avenida de la Guardia Civil. Ya en el Paseo de las Delicias están los pabellones del 29 de México, Brasil y Colombia. En este caso, igual que ocurre con el de Portugal, el pabellón de hace nueve décadas es consulado donde se tramitan asuntos de estos tiempos nuevos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios