Un tratamiento antes que el apeo. La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico ha acordado solicitar al Servicio Municipal de Parques y Jardines un informe sobre el estado de conservación del ficus de la iglesia de San Jacinto para evitar que sea talado. Durante los últimos años este ejemplar ha sufrido distintos desprendimientos de ramas, siendo el ocurrido el 19 de marzo del año pasado el más grave con seis personas lesionadas que transitaban por la vía pública.

Tras los últimos incidentes, la comunidad de frailes dominicos, como propietaria, ha solicitado el apeo de este singular ejemplar que forma parte del paisaje, pero que supone un grave peligro para los feligreses que acuden al templo y para la comunidad educativa del CEIP San Jacinto. Estas circunstancias han llevado al Ayuntamiento a intervenir de forma subsidiaria en algunas ocasiones sobre el árbol.

Analizada la documentación presentada, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico ha acordado porunanimidad de sus miembros "solicitar informe al Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevillasobre la viabilidad de mantenimiento del árbol (Ficus Macrophilia) situado en el compás del Convento de San Jacinto en relación con las medidas necesarias para evitar los daños a la edificación y las personas".

Un bombero apila las ramas caídas del ficus.

Tras el grave incidente de marzo de 2021, los técnicos del servicio de Parques y Jardines tuvieron que realizar una nueva inspección del ejemplar en la que detectaron pudriciones importantes de gran diametro y hongos, según informó el propio Ayuntamiento en su día.

"El árbol se encuentra en un estado avanzado de deterioro que puede suponer un riesgo para la población". Por este motivo, se acometió una poda de emergencia por parte de los servicios municipales destinada a reducir al máximo los riesgos detectados tras la inspección realizada especialmente ante el número de personas que transitan por esta área; las personas que acceden al templo y la proximidad del centro educativo San Jacinto.

Una de las inspecciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento en el ficus.

El Ayuntamiento también advertía entonces que por la singularidad del árbol, la posibilidad de apeo planteada por el titular implicaba un informe de la Comisión Provincial de Patrimonio. Ahora, es este organismos dependiente de la delegación territorial de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía el que se pronuncia pero para solicitar un nuevo informe al Ayuntamiento.

Anteriormente, tras la caída de una rama en 2016, el Ayuntamiento ya realizó una actuación de forma subsidiaria que consistió en la poda del ficus -sobre el que no se había intervenido desde el año 2012-, así como el apeo de una palmera que permanecía muerta y seca desde el año 2014. Aquella intervención fue licitada por el Consistorio y su coste fue repercutido posteriormente al titular del árbol.