Dos hermanos de la Perla aseguran que la matriarca no participó en el tiroteo de las Tres Mil Viviendas
Tiroteo en las Tres Mil
Uno de los imputados reconoce que sacó un "bastón para mediar" en el altercado y todos dicen que iban a "pedir explicaciones" por el secuestro de un hijo de la Perla.
Dos hermanos de María del Carmen B. H., la matriarca del clan de lLos Perla, han asegurado este miércoles a la juez que investiga el tiroteo producido en agosto pasado en las Tres Mil Viviendas y en el que murió una niña de siete años –Encarnación S. S.–, que la Perla no participó en los hechos, como sostiene la defensa y en contra del testimonio de una testigo protegido del caso.
Ante la juez han declarado por videoconferencia desde la cárcel de Huelva cuatro hermanos de La Perla –Jonathan, Johu, Fernando y Gregorio– y otro familiar que está preso en la cárcel Albolote (Granada). Dos de los hermanos de La Perla, Jonathan y Fernando, han asegurado que la matriarca no estuvo presente la tarde del 20 de agosto cuando se produjo el tiroteo y fuentes del caso han puesto de manifiesto que han incurrido en diversas contradicciones en su testimonio.
Jonathan, que hasta ahora no había reconocido su intervención, ha explicado que sí estuvo frente al bloque de viviendas donde se había refugiado un delincuente llamado Faíto, al que buscaban por el supuesto secuestro de un hijo de Antonio G., el Coleta, pero insistió en que no llevaba armas, que éstas sólo las emplearon el propio Coleta y su hijo.
Los acusados también han incluido ahora la presencia en el escenario del tiroteo de otro hermano del Coleta, apodado Mcgyver, que fue detenido recientemente y está en libertad con cargos.
Otro de los acusados, Fernando, ha reconocido en su declaración que sacó un bastón, pero ha dicho que lo hizo "para mediar", y todos los imputados han coincidido en que fueron a buscar al Faíto para "pedirle explicaciones por el secuestro" del hijo del Coleta.
Estos imputados no han reconocido tan abiertamente, como en sus declaraciones anteriores que fueron recibido a tiros por el Faíto y sus familiares –una versión que descartan los investigadores policiales-, pero uno de ellos sí ha dicho que escuchó detonaciones saliendo de una esquina del bloque donde estaban las personas a las que buscaban.
Los imputados que han declarado este miércoles han coincidido en que llegaron en dos vehículos, uno de ellos ocupado por el Coleta y un hermano, mientras que en el otro iban otros dos iban el hijo del Coleta y otro hermano, pero no han dado explicaciones satisfactorias sobre porque si en total sólo iban cuatro personas no se desplazaron en el mismo vehículo.
Frente a estos testimonios que tratan de exculpar a María del Carmen B. H., La Perla, se alza la declaración del testigo protegido que presenció el tiroteo y que no sólo sitúa a la matriarca del clan en la zona del tiroteo, sino que le atribuye sin duda alguna su participación en el mismo. El testigo protegido, cuya identidad se mantiene en el anonimato para garantizar su seguridad, aseguró en su declaración, que ya ha ratificado en el juzgado que la noche del 20 de agosto, cuando se produjo el tiroteo, vio a la Perla portando un arma pequeña, pero a su juicio era una especie de "metralleta", ya que efectuaba "numerosos disparos" al tiempo que gritaba para que Faíto saliera de la vivienda.
A este testigo, según recoge la declaración, le llamó especialmente la atención cómo disparaba la matriarca del clan, porque eran tanto los disparos que movía la mano de izquierda a derecha, alcanzando toda la fachada. En una de las ráfagas se le fue la mano hacia arriba, como si hubiese perdido el control del arma, momento en el que, según el testimonio del testigo protegido, se le acercó el hijo y le dijo: "Mamá ya está bien que vas a matar a las personas de arriba".
El testigo confirmó además que en ningún momento los miembros del clan de los Perla tuvieron que ponerse a cubierto porque no estaban siendo agredidos por la familia de Faíto, el delincuente a quien estaban buscando por su implicación en el secuestro de un hijo de la Perla.
Un segundo testigo protegido realizó una llamada de alerta al 112 tan sólo diez minutos después del tiroteo alertando de que había visto a varios miembros del clan de los Perla fuertemente armados, por lo que avisó de que parecía que iba a producirse "una batalla campal", ya que iban pertrechados con pistolas, escopetas, bates de béisbol y palos.
El sumario del caso, que supera ya el millar de folios, también incluye la llamada que la mujer del Faíto realizó al servicio de emergencias 112 cuando se estaba produciendo la agresión y los disparos, que incluso se escuchan de fondo en la grabación de la conversación con la operadora, que tuvo lugar a las cero horas del día 21 de agosto pasado.
En su declaración ante la Policía, esta mujer reconoció que tan sólo unos minutos antes su cuñada, con la que estaban alojada con sus tres hijos desde hacía sólo unos días, recibió una llamada informándole de que los Perlas "habían quitado de en medio a todos los niños, han sacado las escopetas y se han montado en los vehículos". Ante este aviso, cerraron las ventanas para ocultarse y en ese momento vieron llegar tres vehículo del que se bajaron "muchos individuos", aunque, según su testimonio, todos eran varones, lo que descarta la presencia de la matriarca. A continuación se refugiaron en el cuarto de baño, la única habitación sin ventanas, y entonces oyeron los disparos, alcanzando tres proyectiles en el televisor y la pared. Esta testigo reconoció que su marido debía 6.000 euros a la Perla por la compra de droga y también el incidente con el hijo de Antonio G., el Coleta, al que en mayo pasado arrebató un cordón de oro que luego vendió para comprar estupefacientes. Por eso habían huido de las Tres Mil Viviendas, ya que estaban amenazados.
Su marido corroboró en su declaración esta versión de los hechos, que atribuyó a que por aquel entonces estaba "enganchado". Este testigo afirmó que entre los miembros del clan que estaban disparando se hallaban el Coleta, un hijo de éste, ambos con escopetas, y tres hermanos de María del Carmen B., mientras que un cuarto hermano -Gregorio, que fue detenido en Mérida- portaba una palo y una cadena. También incluye entre los intervinientes a otro hermano del coleta, al que apodan Mcgyver y un hijo de éste, aunque estos últimos no llevaban armas. Además había otros cuatro o cinco individuos con pistolas, según este testimonio.
En la causa figura además el testimonio de otros dos testigos del tiroteo, ambos vecinos del barrio, que se encontraban asomados a una ventana cuando se iniciaron los disparos. Estas personas afirmaron que escucharon varias detonaciones, primero como de pistola y luego "como de metralleta", y precisaron que el tiroteo se prolongó durante varios minutos y que al menos hubo entre 30 y 40 disparos. Los tres vehículos en el que viajaban los miembros del clan de los Perla se marcharon "acelerando mucho y rechinando las ruedas", detallaron.
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