Sevilla

La Policía Local recupera y amplía la unidad 'antigorrillas'

  • Los agentes están saliendo en coches camuflados y esperan el permiso del Gobierno para patrullar de paisano. El grupo se nutrirá de efectivos de los distritos de manera rotatoria.

La Policía Local de Sevilla ha recuperado su unidad antigorrillas, que se ha ampliado hasta contar con al menos 14 agentes. Los policías están saliendo desde principios de febrero a patrullar a diario por toda la ciudad para multar a los aparcacoches ilegales y, sobre todo, ejercer una labor disuasoria para tratar de impedir la presencia de los mismos en las zonas más afectadas por este problema.

El Ayuntamiento de Sevilla reacciona así a las múltiples quejas vecinales sobre los gorrillas. Hace una semana, los vecinos de Nervión elevaron un informe al Consistorio en el que alertaban de que la ampliación de la zona azul a barrios como Bami o la Calzada no había servido para erradicar el fenómeno, sino para desplazar a los gorrillas hacia calles de Nervión en los que antes no había.

Esta unidad de la Policía Local especializada en la lucha contra los gorrillas se creó a principios del actual mandato, y en un primer momento sólo actuaba en el distrito Sur. Estaba formada por varios policías de paisano que realizaban patrullas por Bami, el barrio más afectado de Sevilla. Los agentes crearon una base de datos en la que se recogían las zonas, días de actividad, número de personas que ejercen, horarios más frecuentes y características del lugar, entre otras observaciones.

Los policías denunciaban a los aparcacoches por incumplir la llamada ordenanza antivandálica, que prohíbe expresamente la práctica de indicar un lugar de aparcamiento a cambio de dinero. Los gorrillas son sancionados con multas de 30 euros. Los agentes impusieron casi 6.000 denuncias sólo en el distrito Sur (5.684, según los datos actualizados a mediados de octubre de 2014), lo que supone más de una cuarta parte del total de multas en la ciudad. Entre junio de 2011 y octubre de 2014 los policías tramitaron 19.815 denuncias en toda la ciudad.

Este sistema, sin embargo, se reveló insuficiente, dado que la gran mayoría de los aparcacoches son insolventes. En el caso de que se les pudiera notificar la sanción, no podían pagarla ni había nada que se les pudiera embargar. A otros muchos ni siquiera se le podía notificar porque no tenían domicilio conocido. El Ayuntamiento sólo pudo cobrar un porcentaje muy exiguo de estas multas.

La falta de personal de la Policía Local en el distrito Sur terminó por arrinconar a la unidad, que fue perdiendo agentes hasta quedarse en dos policías en los últimos meses. A mediados de diciembre, estos dos efectivos fueron relevados de este cometido para dedicarse a otros servicios. Tras dos meses sin unidad especial, el Ayuntamiento ha decidido rescatar este grupo y potenciarlo.

Para paliar la carencia de efectivos, cada distrito aportará policías al grupo de forma rotatoria. Es decir, cada semana habrá una serie de policías dedicados a estas funciones, que se sacarán de las diferentes comisarías de distrito, pero no siempre serán los mismos agentes, para no mermar demasiado a las unidades de los barrios.

Por el momento los policías están saliendo de uniforme, ya que está pendiente que la Subdelegación del Gobierno otorgue el permiso necesario a los policías locales para que puedan trabajar de paisano. Sí se están utilizando ya vehículos camuflados. En cuanto estén las autorizaciones concedidas, todo el servicio se hará de paisano. Estas patrullas contra los gorrillas no sólo se limitan ya al distrito Sur, como hacía la unidad que fue el germen de este grupo, sino a toda la ciudad.

La respuesta municipal a la queja de los vecinos de Nervión

La nueva unidad de la Policía Local contra los gorrillas inicia sus rondas días después de que los vecinos de Nervión hayan denunciado el incremento de aparcacoches ilegales en las calles del barrio. Los residentes en esta zona de la ciudad elevaron la semana pasada un informe al Ayuntamiento, en el que le exponían la inutilidad de las multas para luchar contra este problema, así como el cambio de perfil de los aparcacoches y los efectos secundarios de la ampliación de la zona azul, que había desplazado a Nervión a los gorrillas que antes pasaban el día en barrios como Bami y el entorno de la Buhaira. Las comunidades firmantes de este informe, que están estudiando la posibilidad de erigir una plataforma que agrupe a asociaciones y colectivos de toda la ciudad, destacaban también cuáles eran las calles más afectadas. Entre ellas están la avenida de Eduardo Dato, Manuel Casana, Ventura de la Vega o José Luis de Caso. El entorno del centro comercial Nervión Plaza y el estadio Ramón Sánchez Pizjuán también eran un foco continuo de aparcacoches. Los vecinos lamentaban incluso que se estuvieran viendo ya gorrillas en zonas más alejadas de este entorno más comercial, como la calle Mariano Benlliure. Asimismo, el informe exponía el cambio de perfil de los aparcacoches, que habían pasado de ser los drogadictos de antaño a extranjeros. Los residentes en Nervión alertaban también de un incremento de los robos y de la inseguridad en el barrio. Hablaban de algunos robos de objetos que luego eran revendidos en las inmediaciones del centro comercial Nervión Plaza. Varios episodios recientes han contribuido a incrementar la sensación de inseguridad en esta zona de la ciudad, pese a que cuenta con dos comisarías, la de la Policía Nacional en el distrito Nervión y la Jefatura de la Policía Local en la Ranilla. Precisamente a las puertas de este edificio, una agente de la Policía Local sufrió un tirón hace una semana, cuando se disponía a entrar a trabajar. La mujer fue arrastrada por el suelo unos metros. Días después fue reventado un taxi en las puertas de la Jefatura, donde tiene su sede el Instituto del Taxi.

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