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Los taxistas del aeropuerto investigados

La Policía describe un "patrón de acoso e intimidación" a los VTC

  • La Brigada de Información atribuye la conducta a un grupo que trata de "luchar a su manera" contra la competencia "ilegal"

La Brigada de Información de la Policía Nacional atribuye a la treintena de taxistas imputados en la macrocausa por la mafia del taxi un "patrón de acoso e intimidación" que se ha instaurado en el conflicto que el sector mantiene contra los Vehículos de Transporte Concertado (VTC). En uno de los atestados remitidos al juzgado de Instrucción número 8 de Sevilla, la Policía explica que además del delito de amenazas aprecia un delito de "pertenencia a grupo criminal", pues toda la conducta se enmarca en el conflicto del taxi en Sevilla por la competencia que consideran "ilegal y desleal" de los VTC.

Los investigadores consideran que son "muy frecuentes" las amenazas, mientras que en otras ocasiones arrojan ácido a los vehículos o pinchan ruedas, y acosan a los conductores con maniobras temerarias, entre otras actuaciones. Esta acción, según señala un atestado remitido al juzgado en julio de 2017, "parece seguir el patrón de acoso e intimidación que se ha instaurado de una forma que, a pesar del número de denuncias por estos hechos que se llevan registrando desde enero de este año, podríamos considerar como estandarizada, sin que se pueda atribuir a todos los taxistas de Sevilla pero sí a un grupo de ellos que trata de luchar a su manera contra esta competencia que consideran ilegal".

Este atestado recoge uno de los episodios de coacciones y amenazas a un conductor de VTC, ocurrido el 19 de junio de 2017 en la esquina de la calle Reyes Católicos y que fue grabado por una cámara que llevaba instalado el vehículo del conductor que trabaja para la empresa Cabify.

La víctima denunció ante la Policía que dos taxistas lo insultaron a él y a sus clientes, y cómo uno de los taxistas lanza incluso una lata de refresco al coche cuando se disponía a marcharse.

En el sumario consta la agresión grabada a un conductor de Cabify en la calle Reyes Católicos

El suceso ocurrió poco antes de las doce del mediodía del 19 de junio de 2017, cuando el vehículo VTC se hallaba estacionado en la calle Reyes Católicos, y al fondo se observa la parada de taxis desde la que se aproximan dos taxistas. Cuando llegan a la altura del conductor, uno de los taxistas señala a la víctima con el dedo, como puede apreciarse en uno de los fotogramas. Y cuando el conductor se dispone a abrir el maletero, es empujado y le impide acceder al mismo, momento en que llega otro taxista, quien también lo señala con el dedo y muestra "una actitud desafiante, interponiéndose junto a su compañero para impedir al conductor abrir el maletero", relata el atestado policial.

Los investigadores aprecian cómo entre los dos taxistas hacen barrera para impedir que el conductor manipule el maletero, "a la vez que lo atacan verbalmente" y deducen que las voces eran más altas de lo normal, ya que el incidente llama la atención de los viandantes que se hallaban en ese instante en esta céntrica zona de la ciudad.

La situación no sólo se queda en amenazas y coacciones, sino que el conductor de VTC recibe incluso un "empujón" contra el coche por parte de uno de los taxistas, mientras que el otro agresor continúa con una actitud intimidante.

Cuando por fin logra cerrar el maletero, se observa en el vídeo cómo el segundo taxista está increpando a los clientes del vehículo de alquiler con conductor. Cuando se pone en marcha, el vídeo graba igualmente el momento en que uno de los taxistas lanza una lata de refresco que impacta contra la parte trasera del coche, ocasionando daños leves al mismo, según manifestó el denunciante. Los dos taxistas han sido identificados e imputados en la macrocausa de la mafia del taxi.

En otros atestados, la Policía describe comportamientos sectarios de la Asociación Solidaridad del Taxi, la que controla la parada del Aeropuerto, y dice que su presidente, Enrique Filgueras "trata de extender una red de contactos de los que conseguir un trato favorable a los taxistas de su asociación mediante un trabajo de lavado de imagen constante que contradiga todas las informaciones que salen en prensa y la vox pópuli que identifica a los taxistas del Aeropuerto como la mafia del aeropuerto" y si no lo consiguen, "se pasa a buscar puntos débiles a los que poder atacar a modo de chantaje", asevera.

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