La Policía identificó al asesino del Nervión Plaza en sólo cuatro horas

La Policía Nacional tardó sólo cuatro horas en identificar al menor que presuntamente mató a María Gracia Martínez, la limpiadora del centro comercial Nervión Plaza que fue brutalmente agredida el pasado 8 de julio. La agresión ocurrió minutos antes de las siete de la tarde, cuando la mujer, de 62 años, sorprendió al menor, de 14, robando en las taquillas de los empleados. El presunto agresor la atacó con una barra de hierro, con la que le golpeó repetidas veces en la cabeza y le provocó un severo traumatismo craneoencefálico, que le terminó causando la muerte al día siguiente.

Cuatro horas después de los hechos, a las once de la noche de ese mismo miércoles, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional tenía ya plenamente identificado al menor. Así lo destacó ayer el gerente del centro comercial Nervión Plaza, Carlos Fernández, al término de la concentración en memoria de María Gracia Martínez que se celebró en la plaza central del recinto. Los responsables y los empleados del centro comercial aprovecharon esta concentración para agradecer el trabajo de la Policía y la rapidez con que llevaron a cabo la investigación del crimen.

Una de las causas de esa celeridad es que funcionó a la perfección el sistema de videovigilancia del recinto, que grabó una imagen nítida del presunto agresor saliendo de un ascensor y hablando por un teléfono móvil. Esta imagen sirvió a los investigadores para poder ponerle nombre y apellidos al rostro que aparecía en ella en muy poco tiempo. Esta rapidez en la identificación fue clave para que al día siguiente, mientras en el hospital se confirmaba la defunción de la limpiadora, la Policía detuviera en las inmediaciones de la Gran Plaza al presunto autor del homicidio. Éste fue internado después en un centro de menores.

Algunas de las compañeras de la víctima explicaron ayer que tienen miedo a la hora de trabajar, puesto que temen que pueda ocurrir una agresión similar. "Nos da mucha pena, sentimos que le podría haber pasado a cualquiera de nosotras. Tenemos miedo porque nos montamos en ese montacargas y en cualquier momento puede ocurrir otra vez", apuntó una de las empleadas. "Llévabamos con ella 18 años. Eso es parte de una vida. Somos como una familia, no sólo compañeros. Nos la han quitado, a nosotros y a su familia. Lo único que pedimos es Justicia", dijo otra compañera. Un vigilante lamentó la "impotencia" que siente por no haber podido ayudar a la mujer.

"Es una concentración de total apoyo a la familia de María Gracia, a Penélope y Álvaro (hijos de la víctima), y para nuestra compañera Eli, para que se recupere lo antes posible, y que, a partir de ahora, la Justicia haga su trabajo", aseguró el gerente del centro. "Es normal que las trabajadoras tengan ahora miedo pues están en un shock importante. Estamos intentando estar permanentemente con ellos, tratando de darles todo el cariño y estamos haciendo cambios para que se sientan lo más cómodas posible", apuntó el responsable del centro, que no ha ampliado sus medidas de seguridad.

"Se han hecho análisis por si había que hacer modificaciones pero hasta ahora está todo bien. Cuando acabe la investigación veremos si hay que hacer algún cambio. El vestuario de las limpiadoras está en un pasillo por el que puede pasar cualquiera. Son vías de evacuación, de emergencia, que tienen que estar abiertas por seguridad", apuntó el gerente del centro comercial.