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La Policía interroga al padre de Marta en busca de más pistas

  • Antonio del Castillo pasa seis horas en la Jefatura tratando de aportar algún detalle que pasara inadvertido los primeros días de la desaparición de su hija

La Policía Nacional tomó ayer declaración durante aproximadamente seis horas al padre de Marta del Castillo, la joven de 17 años desaparecida el pasado sábado 24 de enero en la barriada de Tartessos. Los agentes interrogaron a Antonio del Castillo a lo largo de la tarde en busca de alguna pista que se haya podido pasar en los primeros días de investigación, según informaron ayer a este periódico fuentes policiales.

Los agentes encargados del caso, pertenecientes a los grupos de Menores y Homicidios de la Jefatura sevillana, han vuelto a llamar a declarar a Antonio del Castillo para realizar comprobaciones sobre lo ya avanzado en la investigación y tratar de averiguar algún detalle que haya podido pasar inadvertido en los primeros días transcurridos tras la desaparición de Marta.

El padre de la joven desaparecida volvió a realizar una reconstrucción de lo ocurrido durante la tarde del sábado, cuando Marta salió de casa sobre las cinco y se dirigió a Triana en compañía de dos amigos. Uno de ellos, un joven con el que había estado saliendo tiempo atrás, la llevó de vuelta a su casa del número 3 de la calle Argantonio en un ciclomotor y la dejó a unos 25 metros del portal del edificio. Sobre las nueve y media de la noche, la niña debió subir a su casa, en el décimo piso, conectó el router wifi que alimenta a su ordenador portátil pero posiblemente no llegara a conectarse a internet porque el equipo informático estaba bien guardado en su funda, según la versión del padre.

Este hombre sostiene que alguien debió llamarla al teléfono móvil o al portero electrónico y ella bajó. Después estuvo un rato en el portal en actitud de espera, tal y como confirmó una vecina que se cruzó con ella entre las nueve y media y las diez de la noche. Fue ésta la última persona que la vio y a partir de ahí se pierde el rastro de Marta. Minutos más tarde, su madre la llamó al móvil y éste ya estaba apagado.

La Policía preguntó ayer a Antonio del Castillo si ha echado en falta algo de la habitación de su hija o si ha percibido algún detalle nuevo que no hiciera durante los primeros días por el mismo estado de shock en que se encontraba tanto él como su esposa. Los investigadores tratan de encontrar algún hilo del que poder tirar para esclarecer el paradero de Marta y posiblemente en las próximas horas vuelvan a tomar declaración a los amigos de la joven.

La declaración de Antonio del Castillo comenzó sobre la una de la tarde, cuando tuvo incluso que interrumpir una entrevista con una cadena de radio para trasladarse a las dependencias policiales. El padre de Marta permaneció en la sede de la Jefatura Superior de Policía de la avenida de Blas Infante hasta aproximadamente las siete de la tarde, cuando terminó de declarar y decidió regresar andando a su casa de Tartessos. "He vuelto andando porque necesitaba que me diera un poco el aire y también por si veía algo que me ayudara a encontrar a mi hija", expuso anoche a este periódico el propio Antonio del Castillo.

A la búsqueda de la Policía se une la que realiza en solitario Ernesto Cabrera, un especialista en buscar a personas con perros que se trasladó la semana pasada desde Lérida a Sevilla para tratar de encontrar a Marta de forma voluntaria. Su perro, un pastor alemán llamado Sultán, marcó ayer la zona próxima al Alamillo y, concretamente, al Monumento a Colón, en el parque de San Jerónimo, como un lugar en el que posiblemente haya estado Marta en los últimos días. Habrá que averiguar ahora si la joven desaparecida estuvo allí antes o después de su desaparición. "He soltado al perro a diez kilómetros de allí y me ha llevado de nuevo a ese mismo punto", apuntó a este periódico Ernesto Cabrera, el voluntario llegado de Lérida que busca a la menor desaparecida. Se trata de la zona próxima a la dársena del río, entre el Alamillo y el monumento a Colón, y no al cauce vivo más cercano a Santiponce.

Cabrera también hizo batidas por la zona del Charco de la Pava y descartó que hubiera rastro de Marta en este lugar. El especialista detalló que entró en un asentamiento chabolista situado en un puente bajo el río y que vio a una niña rumana de pelo rubio y ojos verdes, de la misma edad que Marta. "El perro la olió y descartó que fuese ella. Además, la niña no habla español. En el campamento me contaron que suele ir a comprar a la Plaza de Armas y que se mueve también por Camas. Quizás es posible que sea ésta la niña que algunas personas han identificado como Marta en esta zona".

La pasada semana, un testigo comunicó a la Policía que había visto a Marta del Castillo en Plaza de Armas durante la madrugada del 24 al 25 de enero, horas después de que la joven desapareciera. El testigo, que conocía a Marta porque era familiar de una amiga, sostuvo que la menor estaba llorando y se perdió cuando él iba a preguntarle qué le ocurría.

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