Sevilla

Salva tres veces la vida tras caer desplomado al suelo en pleno centro de Sevilla

Una cadena de supervivencia de policías y sanitarios salva la vida de un turista en Sevilla / José Luis Montero

Hace once días la vida del bilbaíno Juan Basilio se detuvo en Sevilla. No sólo una vez. Sufrió hasta tres paradas cardiorrespiratorias en cuestión de minutos. Pero, no era su día para partir.

Eran las 20:30 de la tarde del pasado 11 de marzo. Este turista, de 75 años, junto a su mujer, echaba la tarde en el centro de la ciudad. Se encontraban en plena Avenida de la Constitución, ante la portentosa Catedral de Sevilla. Muy cerca, una patrulla correspondiente al distrito Casco Antiguo vigilaba de manera rutinaria la zona. Y, un equipo de emergencias sanitarias de Sevilla, sumaban horas a una jornada de guardia, causalmente, por el mismo entorno. En un solo instante sus vidas se cruzaron. 

Juan Basilio cayó desplomado al suelo al salir de una cafetería y la inmediata intervención de los dos policías tras ser alertados por un grupo de transeúntes le salvó. El apoyo que recibieron de otro patrullero que se desplazó desde la Macarena fue clave. El traslado de un desfibrilador automático desde el Ayuntamiento de Sevilla y una primera descarga permitió que se mantuviera con vida mientras llegaban los equipos de emergencias sanitaria 061.

No todo quedó ahí. Una segunda parada complicó la intervención de los sanitarios en plena asistencia, pero los esfuerzos de los cinco profesionales -un médico, dos enfermeros y dos técnicos de emergencias sanitarias- dieron sus frutos y Juan Basilio recuperó la consciencia. Ya en el Hospital Virgen del Rocío se repitió la secuencia y, en esta ocasión, fueron los cardiólogos del centro los que le volvieron a salvar la vida. Apenas diez días después ha recibido el alta. No tiene secuelas, pero se le ha implantado un desfibrilador automático para prevenir nuevos episodios, ha explicado este viernes Andrea Medina, la médica de emergencias sanitaria 061 que atendió a Juan Basilio, en un acto a las puertas del centro hospitalario junto a familiares del paciente.

El turista se desplomó en el suelo justo cuando salía de una cafetería en la Avenida de la Constitución. Había llegado desde Bilbao a Sevilla para hacer una visita a la ciudad, que a punto estuvo de acabar en tragedia de no ser por la rápida llegada de sus ángeles de la guardia. Su hijo Raúl se enteró una hora después, cuando su madre le contó lo ocurrido. Movido por el temor a que la situación fuera a peor, ya que Juan Basilio ya sufrió un infarto hace 30 años, se desplazó rápidamente a Sevilla. "A la mañana siguiente ya estaba yo aquí", ha dicho este viernes el hombre junto a los sanitarios que salvaron a su padre. "La verdad es que estamos muy contentos y tenemos mucho que agradecer a todos los que contribuyeron a que mi padre hoy siga aquí. Al final fue la colaboración de todos los que le ha salvado la vida. Una RCP a tiempo y una cadena de supervivencia que, gracias a Dios, ha funcionado ha sido crucial. Estamos muy contentos y agradecidos a todos los que han ayudado", ha añadido. 

Y es que, ganó la vida, pero también la solidaridad de viandantes y personas anónimas que rápidamente se ofrecieron a intentar reanimarle, pero también a dar compañía a su acompañante. "Estaban solos de visita en Sevilla y, ante esta circunstancia, su mujer no tenía a ningún familiar cerca que la ayudara, pero encontró el apoyo de dos mujeres a las que no se conocían de nada, que la acompañaron y le sacaron una tila hasta la llegada de los policías locales", ha añadido facultativa.

Los servicios de emergencias sanitarias del 061 llegaron poco después, cuando los policías ya habían conseguido sacar adelante al bilbaíno. "Llegar rápido es crucial en este tipo de intervenciones. Nos llegó el aviso cuando estábamos de guardia y la verdad es que en ese momento estábamos muy cerquita del lugar. Nos contaron que había un hombre en el suelo, que había sufrido una parada cardiorrespiratoria y que había algunas personas practicándole maniobras de reanimación", ha explicado la doctora Medina que, además, ha puesto en valor la actuación de los policías locales. "Se acercaron al Ayuntamiento a por un desfibrilador y antes de que nosotros llegáramos ya le habían dado una descarga que le hizo recuperar la conciencia y aunque a nuestra llegada sufrió otra parada y comenzamos con él maniobras más avanzadas y esto hizo que el corazón del paciente se reiniciara, recuperará el pulso y empezara a respirar de forma espontánea y, al poco tiempo, lo volvimos a recuperar y entabló con nosotros conversación con normalidad", resume.

Fue aquí cuando se procedió al traslado al Hospital Virgen del Rocío. Ante la sospecha de un posible infarto agudo de miocardio, se activó desde el lugar de la asistencia el Código Infarto, un sistema de alerta entre los equipos de urgencias y emergencias sanitarias y los hospitales, con la finalidad de reducir la mortalidad y morbilidad de las personas con síndrome coronario agudo, mejorar su recuperación y calidad de vida con la aplicación del tratamiento más adecuado de la forma más precoz y rápida posible. También aquí la actuación policial fue clave en el tráfico de la ciudad para que la ambulancia con el paciente llegara a toda prisa y sin obstáculos al hospital.

A su llegada a este centro, ingresó directamente en el servicio de Hemodinámica, que pertenece a la unidad de Cardiología, donde finalmente se descartó el infarto. Así, resultó que el paciente había sufrido una taquicardia ventricular y fibrilación ventricular asociadas a la cicatriz de un infarto que había padecido 30 años antes.

De hecho, volvió a padecer otra parada cardiorrespiratoria en planta, que los cardiólogos del Virgen del Rocío trataron con éxito. Finalmente, y tras la realización de una resonancia magnética cardiaca y tratar la cicatriz, le van a implantar un desfibrilador automático para prevenir nuevos episodios. Este dispositivo, que se inserta como un marcapasos, tiene las funciones de estimulación y detección de nuevas arritmias. En definitiva, evita que esta persona pueda sufrir nuevas paradas cardiorrespiratorias en el futuro.  

Los sanitarios han explicado que la correcta atención a la parada cardiorrespiratoria consiste en la aplicación precoz de una serie de acciones conocidas como cadena de supervivencia que incluyen, por este orden, el reconocimiento de la situación y activación del sistema de emergencias sanitarias, el inicio inmediato de las maniobras de soporte vital básico, la desfibrilación eléctrica precoz y la rápida instauración de las técnicas de soporte vital avanzado.

Salud ha recordado que ante una parada cardiorrespiratoria es fundamental la rapidez con que se inicie la maniobra de reanimación cardiopulmonar básica, por parte de las personas presentes, mientras llegan los servicios de emergencia. Ante uno de estos casos, en primer lugar hay que alertar con rapidez al servicio de emergencias sanitarias llamando al número 061, para posteriormente comenzar con las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica (RCP) de forma eficaz y hasta que llegue el equipo sanitario que atenderá al paciente.

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