La aparición de un lienzo de muralla almohade en la demolición de uno de los viejos edificios de la Puerta Osario ha provocado durante demasiados años la paralización de las obras en este punto que es una de las principales entradas al centro. Los jaramagos saliendo de este solar vallado, con su trozo de muralla adosado, es una de las primeras vistas que se lleva el visitante al entrar al centro por aquí. La misma imagen de abandono daban los viejos edificios que aún quedan en Puñonrostro.

Pues bien, el auge del mercado inmobiliario en el centro y, en general, la fiebre de los alojamientos turísticos ha reactivado este enclave tan transitado del casco histórico y necesitado de una profunda renovación.

Las viviendas de Puñonrostro 7 están vendidas antes del inicio de las obras.

Para empezar, la propiedad del solar de la muralla ha logrado licencia para construir un inmueble residencial con local en esta parcela (calle Puñonrostro 1, esquina calle Valle número 2). Según la información facilitada a este periódico por la Gerencia de Urbanismo, el propietario particular de este suelo cuenta con licencia desde hace poco más de un año, concretamente desde el 28 de diciembre de 2016, conforme a los condicionantes establecidos por el informe vinculante de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico. El proyecto presentado incluye la restauración y conservación del lienzo de la muralla.

El único condicionante de Patrimonio es que esa finca no puede admitir más edificabilidad, como quería la propiedad. En su informe de diciembre de 2016, el secretario de la Comisión Provincial de Patrimonio, emitió un informe desfavorable a la pretención de edificar un ático y argumentó que lo impide el plan especial de protección de los sectores Santa Catalina-Santiago. En definitiva, el planeamiento permite sólo planta baja y primera.

La propiedad del edificio de la muralla tiene licencia en vigor hace más de un año

Según la Gerencia de Urbanismo, el proyecto presentado por la propiedad de la finca contempla la legalización de la demolición realizada (en la que apareció el lienzo de muralla), así como la reconstrucción de cerramiento y reformado de un proyecto inicial de ejecución de una vivienda y un local. La cuestión es que esta licencia está en vigor, pero no ha sido ejecutada aún.

Los responsables del bar que linda con esta finca del lienzo de muralla están deseando que comience la construcción del nuevo edificio porque las vallas que rodean a la parcela afean la zona. "A nuestro negocio le viene muy bien que se haga el nuevo edificio porque el solar lleva así con esas vallas y esos cables sostenidos con postes de madera desde hace cinco o seis años. La imagen que da ese solar no es buena y la zona es un criadero de bichos", lamenta José Manuel, camarero de la cervecería El Callejón, un negocio nuevo con entrada principal por la calle Valle. Ya no funciona la cervecería Puerta Osario, con medio siglo de vida, que estaba en ese mismo callejón que separa las dos fincas más antiguas de Puñonrostro. El toldo de la vieja cervecería es el único elemento que sobrevive.

La promoción adjunta está vendida y se dirige a inversores en pisos turísticos de alquiler

El otro edificio cerrado y sin uso de la Puñonrostro se ha vendido por completo antes de iniciar la construcción de sus 10 viviendas, según reza el cartel ("totalmente vendida") que se puede ver colgado en el anuncio de la fachada. Promovido por lacooperativaarquitectos y comercializado por la inmobiliaria Sevilla2000, la promoción se dirige a inversores interesados en el negocio de las viviendas turísticas de alquiler ("ideal inversión para alquiler como vivienda para fines turísticos con altísima rentabilidad", dice el anuncio colgado en la web de la inmobiliaria). Según los carteles que se publicitan en la fachada, las viviendas se ofrecen desde 136.000 euros.

Situada en la calle Puñonrostro número 7, esta promoción que consta de cinco viviendas en planta baja y cinco en planta primera, dos de las cuales son ático-dúplex, se levantará en una antigua casa que fue corral de vecinos. Constan de uno y dos dormitorios, en su mayor parte, si bien alguno de los áticos-dúplex tiene tres dormitorios. La constructora encargada es la empresa Antigua de Construcciones y Rehabilitaciones. Los promotores, con los que intentó sin éxito contactar este periódico, prometen "exclusividad en diseño y detalles de su arquitectura".