Robles desoye a Cultura y ultima la remodelación del bar Laredo

La empresa Robles ha hecho caso omiso al dictamen de la Comisión Provincial de Patrimonio sobre las obras de remodelación del bar Laredo. Pese a que el pasado 23 de abril este órgano -dependiente de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta- instó a la conocida empresa de hostelería sevillana a realizar "un reformado" del proyecto "en el que se mantenga la organización previa de la planta, garantizándose la recuperación de los rótulos originales de bar Laredo", cualquier paseante de la plaza de San Francisco podía comprobar ayer, una vez retirado el cajón de obra, que Robles ha ignorado un dictamen que es de obligado cumplimiento.

Por lo pronto, como se puede observar en las imágenes superiores, la empresa se ha negado a reponer el cartel original del bar y lo ha sustituido por otro de nuevo cuño con la leyenda "Robles Laredo". Además, aunque los ventanales de local permanecen celosamente tapados por unas cortinas, tampoco se ha hecho caso al requerimiento de la Comisión de respetar la tradicional distribución del bar, cuya principal característica era la delimitación de dos zonas (la de barra y la de mesas) por una rejería. Como ya denunció en su día este periódico, en la primera fase de las obras, la empresa vació completamente el local, dejándolo diáfano, algo que propició la protesta de la Comisión de Patrimonio.

Asimismo, como también se puede comprobar en las fotos, los muros donde descansan los ventanales que dan a la Plaza de San Francisco han sido rebajados ostensiblemente, lo que en su día justificó la empresa por la necesidad de posibilitar el acceso a minusválidos.

Ante esta situación, el delegado de Cultura, Bernardo Bueno, aseguró ayer a Diario de Sevilla que un técnico de la Junta girará hoy una visita a las obras para comprobar sobre el terreno si se ha atendido o no el dictamen de la Comisión de Patrimonio. "Todavía es pronto para hablar, primero debo tener sobre la mesa un informe sobre la situación", dijo Bueno, quien no descartó abrir un expediente sancionador en el caso de que este informe sea negativo.

Por su parte, uno de los responsables de la empresa Robles, Pedro Robles, se limitó ayer a decir que tienen licencias de obras y apertura (concedida por el Ayuntamiento, propietario del edificio) y se negó a hacer más declaraciones.

Precisamente, existe malestar en la Consejería de Cultura por el hecho de que el Ayuntamiento esté dando licencias de obra y apertura en el Casco Histórico sin esperar a los dictámenes de la Comisión de Patrimonio.

Para hacerse con el traspaso del histórico bar Laredo durante diez años, la empresa Robles ha pagado 300.000 euros, de los que 90.000 han sido para el Ayuntamiento de Sevilla, propietario del local.