Los jueces de Instrucción de Sevilla han expresado este lunes su "total apoyo y aprecio" a la juez Mercedes Alaya, que investiga el escándalo de los ERE, tras los insultos y gritos de que fue objeto la magistrada el pasado jueves, pero han impedido la entrada de los medios de comunicación para captar imágenes de la reunión de la junta de jueces a pesar de la convocatoria a la prensa realizada por el decanato a primera hora de este lunes. 

El juez decano en funciones, Manuel Centeno Campoy, informó a los periodistas unos minutos después de que comenzara la reunión de que los jueces habían votado y habían decidido que no se permitiera el acceso a la prensa, por lo que se limitarían a enviar un comunicado de apoyo a la magistrada. La decisión se tomó minutos después de que llegara a la reunión la propia juez Mercedes Alaya.

En el comunicado realizado al término de la junta de jueces y que ha sido aprobado por unanimidad de los 16 magistrados que han asistido –la junta está formada por los 20 jueces de instrucción, aunque tres estaban haciendo un curso de formación, los jueces expresan su "total apoyo y aprecio" a Mercedes Alaya, de la que han querido reconocer el "enorme esfuerzo profesional, personal y familiar que está haciendo" en cumplimiento del deber de "tutelar y defender los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos".

La junta de jueces considera que "bajo ningún concepto es admisible la crítica personal, los insultos, presiones, coacciones e intimidaciones" como los que recibió Alaya el pasado jueves y ha precisado que no cabe interpretar de otra forma "determinadas concentraciones ante los edificios judiciales y las expresiones que en las mismas y en otros foros se manifiestan, cada vez de manera más habitual, y a nuestro entender en un incorrecto, y en ocasiones abusivo, uso de la llamada crítica política contra quienes en el legítimo ejercicio de la función jurisdiccional dictan resoluciones".

Dicen los jueces que tampoco es correcto hacer un "uso partidista o interesado de las resoluciones judiciales para los fines de cualquier partido político, institución o asociación de cualquier índole", ni pedir a la Administración de Justicia, "a destiempo o cuando interesa celeridad en la resolución de los asuntos cuando desde tiempo inmemorial estamos poniendo de manifiesto nuestra absoluta carencia de medios para el cumplimiento de la función que el pueblo español nos ha encomendado, medios que deber ser facilitados por los otros dos poderes del Estado".

Por ello, la junta de jueces de Sevilla ha exigido "a todos los integrantes de los otros dos poderes del Estado e instituciones y asociaciones de cualquier índole el pleno respeto profesional y personal" a la juez Mercedes Alaya y a "cualquier otro juez o magistrado, así como a toda persona investida de autoridad o agente de la misma, por las decisiones que en el legítimo ejercicio de su función tome o deba tomar".

La nota concluye solicitando igualmente que se faciliten por los poderes Legislativo y Ejecutivo "los medios legales, humanos y materiales necesarios para el libre y pleno ejercicio de la función jurisdiccional y correcto desarrollo de los procesos, precisamente para la total tutela y defensa de los derechos e intereses legítimos de todos y cada uno de ustedes".

Alaya fue objeto de insultos a su llegada y salida de los juzgados el pasado jueves por el medio centenar de afiliados y simpatizantes de los sindicatos UGT y CCOO, que se habían concentrado para pedir la libertad de los sindicalistas detenidos en la segunda fase de la operación Heracles.