La Policía Nacional sumó el año pasado en toda España más de 8.000 actuaciones contra agresiones a profesionales sanitarios tanto centros sanitarios como en atenciones domiciliarias. En este balance, la sanidad pública y privada se cuela como la segunda provincia de España donde más denuncias se presentaron con un total de 23, es decir, el 9,5% del total de 241 que se presentaron a nivel nacional y que supusieron la detención de 60 personas. La provincia de Málaga lidera el ranking del país con 32 denuncias. En tercer lugar se sitúa Alicante, con 16.

Así se desprende del balance de actuaciones que la Policía ha llevado a cabo para prevenir las agresiones a estos profesionales y que este miércoles han presentado los responsables policiales junto con las principales organizaciones profesionales médicas.

Los jueves y los viernes, los días más sensibles

Pero, además de las 23 denuncias investigadas por el Cuerpo Nacional de Policía en Sevilla en 2022, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) contabilizó un total de 304 episodios de este tipo. Una cifra que supuso un crecimiento superior al 20% respecto a 2021, cuando se registraron en el SAS 242 ataques físicos y verbales.

En el cómputo nacional, y según las denuncias que se interpusieron ante la Policía Nacional, las gresiones a sanitarios han crecido en todo el país un 7% más que el año anterior. Según los datos analizados por este Cuerpo de Seguridad, los jueves y los viernes fueron los días de la semana con mayor incidencia, concentrándose las agresiones en la franja horaria comprendida entre las 10 y las 12 horas. Las agresiones físicas supusieron un 42% del total, siendo el colectivo de médicos el que más denuncias interpuso con un 68% del total, seguido por el de enfermeros que suman un 24% y el de técnicos un 8%.

Agresiones este año

EL 2023 no ha empezado con buen pie. La última agresión sufrida por personal sanitario en la provincia tuvo lugar hace justo una semana en el centro de salud Clara Campoamor en Mairena del Aljarafe, en concreto, en la consulta de acogida de las urgencias. La víctima fue una enfermera que llegó a recibir amenazas de muerte por parte de una paciente tras la realización de una toma de tensión y un electro, en el que la sanitaria la notó "un poco taquicárdica". Según relató la propia afectada en este medio, la agresión no llegó a las manos gracias a la actuación del marido de la paciente que se interpuso ante ésta cuando, según el testimonio de la víctima, se "abalanzaba" sobre ella con la mano en alto.

Anteriormente, el pasado 8 de enero el médico de Urgencias en el Hospital Virgen del Rocío, Javier Gutiérrez Caracuel, denunciara haber sido insultado y amenazado de muerte por un paciente cuando se encontraba en su puesto en las Urgencias del Hospital de Traumatología. Según su testimonio, el paciente agresor y su familia le persiguieron por distintas estancias del hospital tirándole de la bata y propinándole insultos, llegando a caerse en el transcurso de esa persecución, lo que le provocó lesiones en la cadera y el codo.

Dos semanas después, en Badolatosa, una médico denunció haber sufrido una pintada en su coche en la que podía leerse la palabra "vete", que alguien pintó cuando el vehículo estaba estacionado en la puerta de la casa donde vive en el mismo municipio. El vehículo apareció, además, con las cuatro ruedas pinchadas.