En el siglo XIX, principalmente durante la Revolución Liberal de 1868, se produjo en Sevilla el derribo de las murallas que rodeaban la ciudad. Una decisión que se tomó atendiendo a factores como la mentalidad de la época, que no valoró el patrimonio histórico de las construcciones, la necesidad de extender la capital más allá del cinturón que la contenía o, simplemente, que la muralla dejó de tener el sentido de defensa para el que se levantó. La demolición del cinturón de Sevilla trajo consigo la desaparición de las puertas que indicaban el camino para llegar a Jerez, por dónde entraba la carne, o llegar a Córdoba. Entradas y salidas que perduran en la memoria ciudadana a través de la nomenclatura de numerosas calles.
Los sevillanos tienen la oportunidad de hacer una ruta turística a través del tiempo para vislumbrar cómo eran estos emplazamientos con la muestra Puertas de Sevilla. Ayer y hoy, que se exhibe en la sala de exposiciones del Antiquarium (Plaza de la Encarnación) hasta el próximo 22 de febrero. El proyecto es el resultado del trabajo realizado por el periodista Juan Miguel Vega, 22 maneras de entrar en Sevilla junto al fotógrafo del Consorcio de Turismo, Antonio del Junco, quienes han conseguido recrear en 80 grabados la veintena de puertas que formaban parte de las murallas de la ciudad.
En la exhibición destaca el material bibliográfico de la Puerta de Córdoba, al ser la única que se conserva en la actualidad junto a la iglesia de San Hermenegildo. También han llegado al presente, aunque con ciertas remodelaciones que se pueden observar en los archivos gráficos recogidos en la muestra, el Postigo del Aceite, el Arco de la Macarena, la Puerta de la Victoria y el Arquillo de la Plata, que se trató de una puerta interior al Alcázar.
Además de los portones que forman parte del urbanismo de la ciudad actualmente, resaltan aquellas construcciones que fueron demolidas para rehacerse a posteriori con otro diseño artístico diferente. Son los casos de la remodelación de la de Jerez, que duró de 1848 a 1864, o la de la Puerta del Sol, llamada así porque tenía grabado sobre el dintel al astro rey.
La recreación virtual de las puertas y murallas que se exponen en el recorrido ha sido obra del Centro de Innovación y Tecnología Faico que, mediante equipos especializados en el diseño de elementos arquitectónicos en tres dimensiones, han conseguido recrear las entradas de la ciudad. La tarea más difícil para la entidad ha sido la reconstrucción de las entradas que no se conservan como es el caso de la Puerta de Triana.
El trabajo documental e histórico y la amplia exposición fotográfica se complementan con tres maquetas táctiles, ubicadas en la sala principal de la muestra, de la Puerta de Jerez, la Puerta del Arenal y la Puerta del Sol, diseñadas para acercar la historia de la ciudad a las personas con discapacidad visual.
Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla, inauguró la exhibición durante la mañana de ayer acompañado por el director territorial de Andalucía Occidental de La Caixa, Rafael Herrador; el delegado en funciones de la ONCE en Andalucía, Francisco Arroyo; y el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, quien bendijo la muestra.
"Conocer las zonas donde se ubicaban las puertas de Sevilla es el objetivo primario de la exposición. Estas puertas no sólo marcaron los puntos cardinales de la ciudad, sino que fueron testigos del paso del tiempo, de la cultura andalusí y de la reconquista cristiana", expresó el primer edil, que destacó la labor ejecutada por los comisarios de la exposición, Juan Miguel Vega y Antonio del Junco, al tratarse, según Zoido, de un ejemplo de talento y creatividad que hay que potenciar para acercar la cultura de Sevilla a los ciudadanos.
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