Sevilla es la cuarta ciudad de España con más calles peatonales, según un estudio de la OCU

Movilidad

Bilbao ocupa el primer puesto del ranking nacional con un 20% de calles peatonales, le siguen Barcelona y Valencia con un 18% y en Sevilla el porcentaje es del 13%

Las ciudades con un alto grado de peatonalización, como Barcelona, Valencia y Sevilla, son también las que tienen más kilómetros de carril bici

Ambiente en la calle Tetuán, de las primeras vías que se hicieron peatonales.
Ambiente en la calle Tetuán, de las primeras vías que se hicieron peatonales. / Belén Vargas

Sevilla ocupa el cuarto lugar en el ranking nacional de ciudades con más calles peatonalizadas, según un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en colaboración con Datadista, sobre el porcentaje de peatonalización de 10 grandes ciudades: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Palma, Las Palmas, Bilbao y Valladolid.

El cálculo se ha realizado dividiendo la longitud de sus calles peatonales entre la longitud de sus vías urbanas totales. En el caso de Sevilla, este cálculo arroja un 13% de calles peatonales en relación al total de las vías. La mayor parte de las calles peatonalizadas de Sevilla se localizan en el casco histórico, uno de los mayores de Europa, con ejemplos con Tetuán, Sierpes, Plaza Nueva, la Avenida de la Constitución o San Fernando, y en menor medida en Triana y Los Remedios, en el caso de amplios tramos de San Jacinto y de Asunción.

El primer puesto del ranking nacional es para Bilbao, cuya longitud de las calles peatonales equivale al 20% de sus vías urbanas, el mayor porcentaje entre las ciudades españolas estudiadas. Le siguen en el puesto más alto Barcelona y Valencia, con un 18%. Las ciudades en peor situación, con menor porcentaje de peatonalizaciones, son Madrid y Palma, con un 4%. Los detalles pueden verse en el gráfico bajo estas líneas.

Peatonalización de calles en las 10 grandes ciudades de España.
Peatonalización de calles en las 10 grandes ciudades de España. / OCU/ Datadista

La OCU considera que la peatonalización, combinada con el uso del trasporte público y los carriles bici, debería ser un pilar fundamental de las políticas municipales de movilidad sostenible.

Y asegura que los riesgos de contagio por coronavirus han reabierto el debate sobre la ampliación de aceras y la creación de nuevas calles peatonales en las ciudades. En este punto la OCU mantiene en su informe que hay "riesgos de contagio derivados del uso del transporte público", pero lo cierto es que los expertos recalcan que el transporte público es seguro siempre que puedan cumplirse las medidas de seguridad y prevención y cuenten con adecuados sistemas de ventilación.

La organización explica que Madrid, Barcelona, Valladolid, Sevilla o Valencia son algunas de las que han anunciado o acelerado sus planes de peatonalización con la presentación de proyectos, licitación de obras o simplemente mediante el pintado de las vías para segregarlas del tráfico rodado. Y se pregunta cuál es el grado actual de peatonalización de las grandes ciudades y si todas necesitan todas el mismo impulso.

Según el estudio, Bilbao (20%), Barcelona (18%) y Valencia (18%) son las ciudades con un mayor porcentaje de vías y ejes peatonales respecto al resto de calles. Mientras que Madrid y Palma apenas suman un 4%. Es decir, mientras que en Bilbao, uno de cada cinco kilómetros de vía pública es totalmente peatonal, en la capital de España apenas lo es uno de cada veinticinco. Cinco veces menos.

Y añade la OCU que, curiosamente, las ciudades con un alto porcentaje de peatonalización, como Barcelona, Valencia y Sevilla son también las que reúnen una mayor ratio de kilómetros de carril bici, según un reciente estudio publicado por OCU (más información en este enlace), lo que revela una mayor implicación por las políticas de movilidad sostenible.

OCU considera que la peatonalización debe ser un pilar fundamental de las políticas municipales de movilidad sostenible y salud pública.

  • Primero, porque es una medida básica para la pacificación del tráfico.
  • Segundo, porque contribuye a reducir la contaminación y el ruido.
  • Y tercero, porque, en las circunstancias actuales, reduce el riesgo de contagio, ya que facilita los desplazamientos al aire libre y la separación entre los peatones.

Por eso la OCU propone aumentar la amplitud de las aceras, así como el porcentaje de calles peatonales, tanto en el centro de la ciudad como en el extrarradio, siempre y cuando se facilite el acceso a los vehículos de los residentes, se impulse el transporte público y los carriles bici en las calles aledañas, y se limite el uso comercial de las aceras en favor de un uso lúdico y cultural.

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