Energía sostenible

Sevilla convierte sus naranjas amargas en biogás

Reciclaje naranjas de Sevilla / José Ángel García

La primavera de Sevilla no se entendería sin ese característico olor a azahar que inunda la ciudad gracias a los cerca de 50.000 naranjos diseminados por sus calles y parques, lo que supone una cuarta parte del arbolado de la ciudad. La campaña de recogida de estos frutos, no aptos para su consumo directo por su extrema acidez y por su constante exposición a la contaminación, es "un gran desafío" para el Ayuntamiento de Sevilla, tal como reconoce David Guevara, delegado de Transición Ecológica y Deportes.

Las previsiones del Consistorio hispalense para este año son recolectar unos tres millones de kilos de naranjas urbanas, sin incluir parques históricos o zonas privadas. Se trata de un año con una cosecha importante, en torno a 70 kilos por árbol. El Ayuntamiento de Sevilla ha destinado este año un presupuesto de más de 190.000 euros para la campaña de recogida de las naranjas, el doble que el pasado año. 

Buena parte de la cosecha va a parar a destilerías, como la sevillana Bordas Chinchurreta, que fabrican aceites esenciales y fragancias. También se utiliza para fabricar abonos, como alimento para el ganado caprino y, desde el año 2020, para generar biogás, una energía que se obtiene del zumo, en la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) Copero, gestionado por Emasesa.

En 2020, la empresa municipal Emasesa (Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamientos de Aguas de Sevilla) y el Ayuntamiento de Sevilla pusieron en marcha un proyecto piloto para aprovechar las naranjas urbanas para producir biogás y generar energía eléctrica. Hasta entonces, las estaciones depuradoras de la ciudad ya realizaban procesos de codigestión con los restos orgánicos de las aguas residuales, generando así gas y, por tanto, energía para que las estaciones fueran autosuficientes. Hace tres años, se pensó en las naranjas urbanas para evitar que estas acabaran en el vertedero. ¿Cómo lo hacen? Exprimen las naranjas de manera industrial y el jugo lo digieren para producir metano (digestión).

Según explica Enrique Toro, jefe de supervisión de EDAR Copero, por cada tonelada de naranja se generan aproximadamente 500 litros de zumo y 500 kilos de cáscara. Cada 1.000 kilos de naranja producen 50kWh de energía eléctrica, lo que equivale al consumo de 5 viviendas en un día. Según estos datos, con las 4.000 toneladas de naranjas que genera anualmente el viario de Sevilla se podría generar la energía equivalente a más de 20.000 hogares en un día. A esto hay que añadir las cifras que se puedan aportar desde otros municipios o desde otras zonas de la ciudad no contabilizadas.

"La valorización de las naranjas procedentes del viario público supone un ejemplo de economía circular y una apuesta por la mitigación del cambio climático del servicio de abastecimiento y saneamiento de aguas, que es clave en la ciudad", señalan desde el Ayuntamiento de Sevilla.

Proceso de codigestión de las naranjas de Sevilla. Proceso de codigestión de las naranjas de Sevilla.

Proceso de codigestión de las naranjas de Sevilla. / José Ángel García

Proceso de codigestión

"Las instalaciones de la depuradora de aguas residuales sur Copero reciben desde 2020 una parte de las naranjas que se recolectan en la ciudad de Sevilla. Aquí, se procesan entre 60.000 y 70.000 kilos de naranjas, y se separa la cáscara de la pulpa. Primero se hace un triturado, y después un prensado, lo que nos permite separar el zumo. Con la cáscara hacemos un compostado y el zumo obtenido se envía al proceso de digestión anaerobia de la depuradora a través de un proceso de codigestión", explica Enrique Toro. "Este proceso de codigestión no sólo se consigue a través de las naranjas, sino también a través de otros residuos orgánicos de alta carga que llegan a la instalación".

El fin de este proceso, según comenta Toro, es aumentar la producción de biogás que se genera en los depósitos de digestión anaerobia. "Este biogás, con un alto contenido en metano, nos permite utilizarlo como combustible para motores de cogeneración, obteniendo energía eléctrica en un grado de autosuficiencia de la instalación que puede alcanzar, con todo el conjunto de codigestión, entre el 80 y el 90% de autosuficiencia energética". 

A través del proyecto piloto puesto en marcha por Emasesa se realizan pruebas para lograr la optimización de las naranjas recolectadas con el objetivo de conseguir que en un futuro la EDAR Copero sea 100% autosuficiente energéticamente y utilizar el excedente de energía para otros proyectos sostenibles, como puede ser la movilidad de los autobuses de Tussam.

"Todo este proceso va encaminado a que la EDAR y la planta de compostaje se conviertan en un complejo ambiental, enmarcado en el proyecto MITLOP (Modelo Integrado de Gestión de Lodos de Depuración y de otros residuos orgánicos), en el que se aporten soluciones innovadoras para la gestión del agua y los residuos, la autosuficiencia energética, la lucha contra el cambio climático y la conservación de la biodiversidad, poniendo de manifiesto un compromiso con la protección del medio ambiente y con la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos mediante la reducción de su huella ambiental", apuntan desde el Ayuntamiento.

Un operario de la EDAR Copero recoge las naranjas para exprimir su zumo. Un operario de la EDAR Copero recoge las naranjas para exprimir su zumo.

Un operario de la EDAR Copero recoge las naranjas para exprimir su zumo. / José Ángel García

Autobuses que se mueven gracias a las naranjas

"El objeto fundamental de este proyecto es que la naranja deje de ser un residuo y se convierta en un producto que se pueda valorizar, en este caso, producir una energía eléctrica. Esto es sólo una parte del proyecto", comenta el delegado municipal David Guevara. "El siguiente paso es subir de nivel para que todo el residuo que genere la ciudad pueda valorizarse y generar energía". En este sentido, el Ayuntamiento está preparando un convenio con Emasesa para que todos los residuos orgánicos que genera Parque y Jardines pueda valorizarse en estas instalaciones para producir energía también.

Guevara asegura que, si se destinara los 3 millones de kilos de naranjas que se recogen anualmente en Sevilla a este complejo, se podría dar energía a 20.000 hogares en un día. "Si estos márgenes los escalamos e incluimos todos los residuos orgánicos que genera Parques y Jardines, además de las naranjas, el residuo pasaría de ser un deshecho y acabar en el vertedero a ser un producto muy necesario para la ciudad", anota Guevara.

Este proyecto piloto comenzó a fraguarse en 2015, pero no se puso en marcha hasta 2020, según reconoce Eduardo Toro. El jefe de supervisión de EDAR Copero hace un balance "muy positivo" de los tres años del proyecto. "Por un lado, le estamos dando un valor al residuo, y, por otro, nos está permitiendo ser autosuficientes". 

Las instalaciones de EDAR Copero consume entre 35.000 y 40.000 kilovatios al día. Con todo el proceso de codigestión al completo, la planta consigue ser autosuficiente entre un 80 y 90%. Esto supone también un ahorro económico importante, en concreto, entre 24.000 y 40.000 euros al mes (según el precio de la energía), asegura Toro.

Dentro del proyecto de transformación de la la Planta de Compostaje y la EDAR Copero colindante en un complejo ambiental en el que se aporten soluciones innovadoras, se pretende instalar una planta solar fotovoltaica de un megavatio, con lo cual, llegará un momento que habrá excedente de energía. "En ese momento, nos plantearemos exportar el biogás al entorno. Uno de los posibles destinos de este excedente de energía son los autobuses urbanos de Tussam, que se moverían con energía sostenible generada a partir de la naranjas de Sevilla, entre otros residuos orgánicos.

Las estaciones depuradoras de aguas

Emasesa cuenta con una red de seis estaciones depuradoras de aguas (Tablada, Ranilla, San Jerónimo y Copero), por las que pasan las aguas residuales de todos los municipios que forman parte de la empresa metropolitana, así como las EDAR de Mairena-El Viso y El Ronquillo. Sólo en Copero se tratan anualmente 36.090.000 metros cúbicos de aguas residuales. En total, el caudal de agua depurada anualmente por las instalaciones de Emasesa es de 105.000 m3/día.

Para el funcionamiento de las cuatro estaciones depuradoras se requiere un volumen de energía de en torno a 29 millones de kwh el equivalente al consumo medio de casi 9.000 viviendas al año. Casi la mitad de esa energía se consume en la EDAR COPERO con 13,4 millones de Kwh (el equivalente a 4.000 viviendas al año). Las estaciones depuradoras de agua concentran el 54 % del consumo energético total de la compañía.

Hasta el momento, en las estaciones depuradoras se han realizado procesos de codigestión con los restos orgánicos de las aguas residuales generando así gas y por lo tanto energía para que las estaciones fueran autosuficientes.

En estos años se han tratado y se han reaprovechado para generar energía 176.000 toneladas de residuos, y esto ha permitido ahorrar las emisiones equivalentes al consumo eléctrico de 5.500 hogares en Sevilla

Concretamente, en la estación de Copero en 2.022 se han generado 11.453.645 kWh/anuales equivalentes al consumo anual de 3.500 hogares, mientras que en el conjunto de las EDAR se han alcanzado los 20.600.069 KWh/anuales, lo que supone 6.400 viviendas.

Instalaciones de la EDAR Copero. Instalaciones de la EDAR Copero.

Instalaciones de la EDAR Copero. / José Ángel García

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