Sevilla

Sevilla despide a la duquesa de Medinaceli

  • Decenas de personalidades rinden el último homenaje a Victoria Eugenia Fernández de Córdoba con una misa oficiada en la Casa de Pilatos

Bandera a media asta y crespón de luto en la Casa de Pilatos, residencia de los Medinaceli en Sevilla. Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, XVIII duquesa de Medinaceli, falleció el pasado domingo en el palacio de la calle Águilas a los 96 años. La aristócrata atesoraba más de medio centenar de títulos nobiliarios y lideraba una de las casas ducales con más patrimonio e influencia del panorama nacional. Durante la mañana de ayer, muchos conocidos y amigos se acercaron a la capilla de los Afligidos de la misma Casa de Pilatos para dar el último adiós a la aristócrata. La misa córpore insepulto fue oficiada por el párroco de San Esteban, José Robles. Por la tarde, los restos mortales de la duquesa fueron trasladados a Toledo para recibir sepultura en el Hospital Tavera, otro de los monumentos de la familia.

El funeral reunió a numerosas personalidades del mundo de la política, la aristocracia, el arte, las cofradías, la empresa y la sociedad civil sevillana en general. Asistieron, entre otros aristócratas, María Luis Guardiola, condesa de Peñaflor y presidenta de Andex, o Rafael Atienza, marqués de Salvatierra y esposo de Soledad Becerril. "Fue una mujer extraordinaria que representó dignísimamente una parte importante de la historia de España. Supo llevar sobre sus hombros el peso histórico de todos sus antepasados y, por otra parte, comportarse siempre con naturalidad y modestia, una mujer realmente ejemplar", dijo Atienza.

Entre los cofrades destacados que asistieron estaban el presidente del Consejo de Cofradías, Carlos Bourrellier, y uno de sus antecesores en el cargo, Manuel Román Silva. El máximo representante de las cofradías sevillanas destacó la estrecha relación de la fallecida con el mundo cofrade a través de la hermandad de la Pía Unión, de la que la duquesa era hermana mayor honoraria hasta que la sustituyera hace pocos años su único hijo con vida, Ignacio de Medina, el duque de Segorbe. El presidente hizo pública la intención del Consejo de celebrar en la capilla de Santa María de Jesús una misa por el alma de la Duquesa. "Se hará una vez que pasen estos días y los familiares estén más tranquilos", avanzó Bourrellier.

El empresario Enrique Moreno de la Cova, el periodista Antonio Burgos, el ex director de Abc y columnista de esta cabecera Ignacio Camacho, el escritor José Antonio Gómez Marín,y el pintor Manuel Salinas, entre otros, también dieron el pésame a los familiares.

La política estuvo representada por el diputado del PP por Sevilla Juan Manuel Albendea Pabón y el último alcalde de la ciudad del periodo franquista, Fernando de Parias Merry. Este último era muy amigo de la fallecida y de su marido, también difunto, Rafael de Medina y Vilallonga, que lo precedió tres décadas atrás como alcalde de Sevilla. "Con ella se acaba una generación", afirmó De Parias Merry, que admitió estar "muy triste" por el fallecimiento de la duquesa. Nadie del Ayuntamiento de Sevilla asistió al acto.

En la puerta de la casa, un aviso advertía a los despistados turistas que el palacio permanecía cerrado por defunción. La noticia de la defunción de la duquesa sorprendió a algunos de los asistentes al sepelio, que fueron informados de la muerta en la misma mañana de ayer. "Llevaba unos años delicada y ha llegado lo que se preveía", dijo Bourrellier. Muchos asistentes coincidieron en calificar a la difunta como una "señora discreta, sencilla y humilde". Enrique Moreno de la Cova destacó especialmente de ella que hizo "muchísimas cosas sin que nadie lo supiera", en referencia a la multitud de obras de caridad y al fomento del patrimonio. Victoria Eugenia Fernández de Córdoba fue pionera al crear la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, la primera de las fundaciones de este tipo en España.

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