análisis del sistema de pensiones

Sevilla tiene 50.000 pensionistas más que hace diez años

  • La provincia aporta actualmente a la Seguridad Social 366.500 pensionistas, más del 55% de ellos jubilados, que cobran una media de 860 euros al mes.

Ilustración: Rosell

Ilustración: Rosell / d. s.

La Seguridad Social está en déficit, el número de pensionistas no para de crecer y el empleo que se genera es temporal y a tiempo parcial, por lo que los trabajadores cotizan menos. Organizaciones internacionales como la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) alertan preocupadas sobre el envejecimiento de la población y la creciente desigualdad. El último informe de la OCDE pronostica que, en 2050, España será el segundo país más viejo del mundo, sólo por detrás de Japón, y tendrá 76 jubilados por cada 100 trabajadores. Con estas previsiones, las cuentas no salen y la alternativa de un sistema de pensiones mixto (público y privado) gana fuerza.

Los jubilados representan el peso más importante del grupo de los pensionistas (más del 55%), pero el Estado también paga mensualmente una renta por incapacidad permanente, viudedad, orfandad y favor de familiares, dirigida a aquellos familiares que hayan convivido y dependido económicamente de una persona fallecida.

Una alternativa al déficit de la Seguridad Social es un sistema de pensiones mixto

Según los últimos datos de la Seguridad Social, con fecha de noviembre de 2017, en Sevilla hay 366.483 pensionistas, cerca de 50.000 más que hace diez años, al inicio de la crisis. La gran mayoría de ellos son jubilados, que es el colectivo que más crece, casi 40.000 más desde 2008. "Se trata de un crecimiento de casi el 15% en 10 años. No es una cifra demasiado escandalosa de momento, pero si la tasa de dependencia -número de trabajadores por cada pensionista- aumenta, tal como está ocurriendo, el sistema no se podrá sostener", indica Francisco Liñán, profesor del departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla. "Existe una preocupación. La Seguridad Social ahora mismo está en déficit. Si salimos de esta crisis y recuperamos los niveles de empleo de antes, el sistema podría estabilizarse dentro de cuatro o cinco años. Todo depende de la relación entre el número de trabajadores y el de jubilados".

Liñán explica que, aproximadamente, en España hay actualmente unas siete personas en edad de trabajar (entre 16 y 65 años) por cada dos jubilados, pero hay que tener en cuenta que no toda la población activa trabaja. "Cada trabajador aporta directa o indirectamente -a través de la empresa en la que trabaja- de su sueldo unos 8.000 ó 10.000 euros al año, a lo que hay que sumar las cotizaciones para pagar la sanidad pública o las prestaciones por desempleo", aclara el profesor de la Hispalense. "Yo les digo a mis alumnos que, a este ritmo, no se van a jubilar hasta los 75 años", añade.

Fuentes: Seguridad social. Gráfico: Departamento de Infografía Fuentes: Seguridad social. Gráfico: Departamento de Infografía

Fuentes: Seguridad social. Gráfico: Departamento de Infografía

Una de las alternativas que se barajan para salvar el sistema es ir reduciendo progresivamente las prestaciones pero garantizando un ingreso mínimo. La pensión que ofrecería el Estado sería un complemento al dinero ahorrado por el trabajador durante su vida laboral. Este sistema de capitalización se planteó por primera vez en 1995 y todas las reformas laborales que se están llevando a cabo en los últimos años, incluida la de 2013, van en esta línea, e incluso, se contemplan desgravaciones fiscales para aquellos que ahorren para su jubilación, según confirma el profesor Francisco Liñán. "Se trataría de un sistema mixto. Habría una pensión mínima garantizada, pero pequeña", indica. "Establecer un plan de pensiones privado ahora en España es muy complicado, además de impopular. Yo ahora trabajo y ahorro para mi jubilación, pero ¿quién paga las pensiones de los que ya están jubilados y no han podido ahorrar?".

De momento, las prestaciones medias mensuales han ido aumentando estos años, pero no mucho, apenas unos 170 euros en diez años, en el caso de la provincia de Sevilla. Sí han incrementado más las prestaciones que reciben en concreto los jubilados, que han pasado de 795,15 euros en 2008 a 1.014,28 en 2017.

Los pensionistas sevillanos cobran de media actualmente 861,94 euros, cifra que está por debajo de la media nacional, que se sitúa en 925,85 euros. Los sevillanos son los segundos que más reciben de Andalucía, por detrás de los gaditanos, con una mensualidad media de 926,30 euros.

El aumento de los pensionistas no es el único problema que preocupa; también el envejecimiento generalizado de la población. Según el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) titulado Proyecciones de población 2016-2066, si se mantienen las tendencias demográficas actuales, España perderá algo más de medio millón de habitantes en los 15 próximos años y 5,4 millones hasta 2066. Pero lo más llamativo de este estudio es que a la pérdida de ciudadanos hay que sumar que las personas de 65 o más años, que actualmente representan el 18,7% del total de la población, alcanzarán el 25,6% en 2031 y el 34,6% en 2066. El incremento de la esperanza de vida, la reducción del número de mujeres en edad fértil, el retraso de la edad media de la maternidad, que actualmente se sitúa en 31,9, y la caída continuada de la tasa de la natalidad, tendencia que se inició en 2009, son algunas de las causas.

"Antes de la crisis, creció un poco la natalidad, pero estos últimos años ha vuelto a bajar. Hay menos inmigrantes y muchos de los que llegaron en los años prósperos se han ido. Además, los españoles tienen menos hijos o directamente no tienen porque su situación económica no es estable", comenta Francisco Liñán. Esto provocará una importante brecha generacional las próximas décadas.

En el caso de la provincia de Sevilla, el descenso de la población no será tan acentuado, apenas un 0,7% en 15 años, pero la población sí tendrá más edad. Según datos del INE, las personas mayores de 65 años representan actualmente más del 15,5%. En el año 2031, este colectivo supondrá el 21,77%.

Dentro de 15 años, el grueso de la población sevillana tendrá entre 45 y 65 años, que serán los que nacieron entre 1967 y 1987. Todos los grupos de edad a partir de los 70 años experimentarán un crecimiento de efectivos. Habrá más de 420.000 personas con más de 65 años, de las cuales 60.331 tendrán 85 años o más, y apenas 374.000 tendrán menos de 20 años.

"El envejecimiento de la población no sólo repercute en un mayor gasto sanitario, ya que las personas mayores tienen peor salud, sino que también influye en la productividad del país", anota el profesor del departamento de Economía Aplicada Francisco Liñán. "Las personas jóvenes son más flexibles y se adaptan mejor a los cambios, por lo que es preferible más gente joven trabajando".

En España, según la proyección realizada por el INE, el grupo de edad más numeroso en la actualidad es el de 40 a 44 años, es decir, aquellos que nacieron entre 1972 y 1976. Pero esto cambiará tanto en 2031 como en 2066, cuando el grupo con más efectivos será el de 55 a 59 años. Si la población continua envejeciendo y la edad media de los trabajadores se incrementa, se producirá un problema en la productividad y la economía podría crecer más despacio.

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