La consejera de Presidencia e Igualdad de la Junta, Susana Díaz, confirmó ayer su liderazgo en el PSOE de Sevilla, la agrupación más importante del país en militancia y cargos electos, al hacerse con la Secretaría General del Partido con el 66,92% de los votos, frente al 33,08% que logró la candidatura que encabezaba Antonio Gutiérrez Limones, sin que se produjera ningún voto en blanco o nulo de los 393 emitidos. El sector crítico vio frustradas así sus expectativas de alcanzar al menos un 40% o más de los sufragios, convencido como estaba de que, aunque públicamente el 65% de los delegados ya habían avalado a Susana Díaz, había un voto oculto, que terminaría apostando por su alternativa "municipalista".

Ello motivó una ardua negociación la noche del viernes para garantizar la mayor privacidad, con papeletas sólo en cabinas. Susana Díaz, durante su discurso todavía como candidata, se refirió a ello al afirmar que al cuestionar la democracia interna se hace daño al partido. También lo hizo el presidente de la gestora que ha estado al frente del partido desde la dimisión del último secretario, José Antonio Viera. Pero el trasvase de votos no se produjo. Los críticos perdieron incluso algunos apoyos con respecto al congresillo de elección de delegados para el regional de Almería, que les dio alas con un 35%, y Díaz mejoró a Fernando Rodríguez Villalobos, su avanzadilla en ese cónclave, en dos puntos.

La número dos de la Junta y uno de los apoyos estratégicos de Griñán en la consolidación de su liderazgo, ya había anunciado que no negociaría cuotas. Así lo hizo y, aunque hubo contactos, no hubo negociación ni acuerdo. Los críticos no están, con la excepción de la alcaldesa de Villanueva de San Juan, con una vocalía, en la ejecutiva. Su presencia se limita a los ocho puestos, el 30% que le corresponde, en el comité director, máximo órgano entre congresos y que sí se organiza por porcentajes.

Ese 33% de delegados que han emitido un voto crítico tiene peso específico, en tanto que representan a agrupaciones que aglutinan mucha militancia, la propia Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas, las dos ciudades mayores de Andalucía en las que el PSOE sigue gobernando, la capital o Utrera. Pero el resultado del congreso ha demostrado que está muy concentrado territorialmente y noqueado ahora para seguir manteniendo el pulso, al menos, a nivel provincial.

A falta de un análisis más sosegado, los oficialistas creen que el hecho de que el grupo de Limones cuestionara a Griñán al votar en blanco su elección como secretario, pese a que en el congresillo quedó claro el apoyo al presidente, ha jugado en su contra. Desde los críticos, se concluyó que no es lo mismo elegir a unos delegados que a una dirección para cuatro años, se ha demostrado que los apoyos en este caso están más consolidados, y que, evidentemente, los mensajes que han intentado lanzar en los últimos seis días no han llegado. Éstos han girado sobre todo en torno a que los que dinamitaron la anterior dirección en vísperas del congreso federal que debía elegir entre Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba (Susana Díaz y Fernando Rodríguez Villalobos, aunque el ex secretario José Antonio Viera, que apoyaba a los críticos, también se ha dado por aludido) no podrían ser la base del nuevo PSOE; que los alcaldes que están a pie de calle debían liderarlo.

Limones lanzó un último órdago en su discurso anunciando que negociaría con la Diputación un fondo para que los alcaldes pudieran cobrar y liberar de ese peso a sus municipios. Pero los delegados ya lo tenían claro y han apostado por el brazo fuerte de Susana Díaz, su experiencia en la organización de un partido y la experiencia de los que la han apoyado, el propio presidente de la Diputación y el histórico Pepe Caballos, con todo lo que arrastra y que se considera también determinante en el desenlace del congreso. Ello, tras meses sin una dirección de referencia en la provincia, sino con una gestora en el peor momento para los ayuntamientos y cuando más respaldo necesitan de su organización, según se lamentaban ayer algunos alcaldes con ganas de pasar página en este sentido.

Precisamente, en sus primeras palabras después de que el presidente de la mesa, Juan Espadas, anunciara los resultados, Susana Díaz instó a todos sus compañeros "echarse a la calle" y a "gastar suela" para estar cerca de los ciudadanos, "que llevan una semana muy mala y que han sido insultados y deben saber que este congreso es por ellos". Anunció que la sede socialista de Luis Montoto se abrirá a todas las agrupaciones y pidió que la corrijan si se equivoca.

Gutiérrez Limones, por su parte, abrazó y felicitó a Susana tras conocer los resultados y se alegró por que el debate entre dos candidaturas a la Secretaría haya logrado que surjan propuestas como la del consejo municipal, de alcaldes y concejales, por el que han apostado los dos grupos. El tono correcto que, pese a todo, ha reinado podría ayudar a la integración más adelante.