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Más de cinco horas parados en la carretera. El monumental atasco formado este lunes en la autopista AP-4 provocó todo tipo de escenas en mitad del asfalto, con una temperatura que al sol superaba los 50 grados. Hubo coches que se quedaron sin gasolina y tuvieron que ser retirados, familias que se pusieron a jugar al voleibol en el arcén y personas que aprovecharon para hacerse fotos con sus teléfonos móviles encima de sus coches en mitad de la autopista.
Miguel Sánchez es una de las personas que se vio atrapada en el atasco. Relató a este periódico que se encontró con una familia de Madrid cuyo vehículo se quedó sin gasolina y tuvo que ser retirado de la vía para que pudieran pasar otros. "La Guardia Civil me pidió si podía llevar a esta familia a una gasolinera para comprar gasolina. Los estoy llevando ahora", apuntó este conductor. La familia afectada entró en la AP-4 a las dos de la tarde y se pasó en el atasco hasta pasadas las siete y cuarto.
La retención se originó por las labores de extinción del incendio y la retirada del camión que se incendió la tarde del domingo, que también provocó atascos el día anterior. El fuego se reavivó durante la noche y no pudieron llevarse a cabo los trabajos de retirada del vehículo hasta media mañana de este lunes. Para ello tuvo que cortarse el carril derecho, generando un embudo que pronto se colapsó.
Llegó a haber más de veinte kilómetros de retención, entre Los Palacios y Villafranca y Las Cabezas de San Juan en sentido Cádiz. A las siete de la tarde aún quedaba un atasco de diez kilómetros. Durante este tiempo, los conductores atrapados vieron pasar varias ambulancias por el arcén, pues hubo quien sufrió golpes de calor y también hubo que atender a varias personas por crisis de ansiedad.
Muchos de los afectados pedían que se abriera la mediana de la autopista para habilitar un carril en el sentido contrario, como se hace habitualmente los domingos para el regreso de las playas. Sin embargo, la Guardia Civil les comunicó que no era posible poner esta medida en práctica porque no había suficiente personal para hacerlo con seguridad. Esto hubiera solucionado la congestión de tráfico de forma más rápida.
También se vivieron momentos de confusión, pues en un principio se pensó que había ardido otro vehículo distinto al de ayer. Fueron numerosas las personas que informaron de la situación a través de las redes sociales. Algunos explicaban que viajaban niños y que no tenían agua (voluntarios de la Cruz Roja y Protección Civil repartieron más de tres mil litros de agua a lo largo de la jornada), otros colgaban vídeos en los que se veía a muchas personas bajadas de sus vehículos buscando la sombra de unos pinos próximos a la carretera y otros avisaban de que se optara por vías alternativas.
La autopista AP-4 se convirtió en una ratonera, pues es una vía que tienes muy pocas salidas. Se trata de la antigua carretera de peaje y sólo tiene salidas en Los Palacios y Las Cabezas de San Juan. Desde ahí, ya no hay ninguna más hasta Jerez de la Frontera. Hubo también usuarios de las redes que pidieron que se inicien los trámites para que la autopista tenga alguna salida más.
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