Puerto de Sevilla

Nuevos trabajos para recuperar el calado en los accesos a la dársena

  • La Autoridad Portuaria inicia la licitación para el mantenimiento tras reducirse la profundidad, algo que dificulta la navegación

  • Las mayores necesidades están entre la esclusa y el puente del Centenario 

Una vista del Puente del Centenario desde el río.

Una vista del Puente del Centenario desde el río. / Juan Carlos Vázquez

La Autoridad Portuaria de Sevilla ha iniciado el procedimiento para acometer nuevos trabajos de mantenimiento de los calados en las dársenas del río. Desde el último dragado realizado en dicha zona en 2017 se han ido produciendo aterramientos que han ido reduciendo la profundidad, complicando la navegabilidad.

Por este motivo ahora se llevarán a cabo trabajos de mantenimiento con un plazo de ejecución de tres meses y un presupuesto base de licitación de 1,4 millones de euros. La actuación se centrará en la canal de acceso, la zona que une la nueva esclusa Puerta del Mar con los muelles públicos y concesionados para que las embarcaciones que entran en el Puerto de Sevilla cuenten con más seguridad y facilidades. Los puntos que presentan mayor dificultad en estos momentos están en la parte sur de la dársena, desde la esclusa al puente del Centenario. 

Los sedimentos que se retiren, unos 275.000 metros cúbicos según se estima, serán depositados en el vaciadero terrestre de El Copero con el objetivo de ser utilizados como material de relleno que permita nivelar la zona e incrementar su cota para futuros desarrollos portuarios.

Estos trabajos contarán con el seguimiento ambiental, arqueológico, topográfico y batimétrico conforme a la normativa vigente; así como con el asesoramiento científico de la Universidad de Sevilla.

Estos trabajos se enmarcan dentro de la estrategia del Puerto de Sevilla para mejorar la navegabilidad sin tener que tocar el fondo del estuario. De momento, ya ha conseguido aumentar a 7 metros su calado de entrada mínimo para los buques cualquier día del año y con la marea alta. Ha ganado otros 20 centímetros más de calado, respecto a 2017, gracias a un mayor conocimiento de la onda de marea de la ría del Guadalquivir que es superior a la que históricamente se estimaba. 

Actualmente, la nueva escalilla de calados que se aplica supone pasar de un calado de entrada mínimo de 6,80 metros recogido en la escalilla aprobada en 2017, a uno de 7 metros. El calado de entrada máximo se mantiene en los 7,20 metros.

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