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La vuelta a la normalidad

La UPO apuesta por la presencialidad plena en el curso 2021/22 sólo para las clases prácticas

  • Las enseñanzas teóricas mantendrán el formato semipresencial hasta que el Ministerio de Universidades flexibilice las restricciones actuales

  • El horario lectivo evitará la presencia de estudiantes "deambulando" por el campus universitario

Estudiantes repasando los últimos apuntes en la UPO antes de la Selectividad.

Estudiantes repasando los últimos apuntes en la UPO antes de la Selectividad. / D. S.

Acuerdo en la Universidad Pablo de Olavide (UPO) para el formato de las clases del próximo curso, un ejercicio académico marcado también por la pandemia del Covid. La reunión mantenida este martes por el rector de la institución académica, Francisco Oliva, con los decanos y directores de centros ha confirmado el modelo que se avanzó semanas antes del verano: las enseñanzas teóricas serán semipresenciales y las prácticas, totalmente presenciales. Una apuesta susceptible de cambios si finalmente el Ministerio de Universidades elimina algunas de las restricciones vigentes en la enseñanza superior para hacer frente al coronavirus.

Siguiendo las directrices marcadas por el encuentro mantenido la semana pasada por el consejero andaluz de Universidades, Rogelio Velasco, con los rectores de la comunidad autónoma, el principal objetivo de la UPO es lograr la máxima presencialidad posible en sus aulas a partir del lunes 20 de septiembre, cuando comenzará el nuevo curso en la enseñanza superior. 

Sin embargo, para conseguir esa presencialidad absoluta es necesario esquivar una de las restricciones sanitarias aún vigentes y que se está convirtiendo en un auténtico quebradero de cabeza para los responsables de las universidades: la separación de, al menos, 1,20 metros entre los estudiantes. Esta obligación es lo que ha llevado a la Olavide a mantener el formato anunciado antes de las vacaciones, de modo que las denominadas enseñanzas básicas (clases teóricas o EB) tendrán un aforo limitado del 50%, lo que conllevará a que la docencia se desarrolle mediante el modelo "dual interactivo". Esto supone que los grupos de alumnos de una materia se dividan en dos subgrupos, que se alternarán semanalmente para acudir a clase. El grupo que no lo haga recibirá la enseñanza de manera telemática, mediante el gran despliegue digital acometido por la UPO el pasado curso. 

El desdoble de los grupos se realizará por apellidos, en unidades "homogéneas" y similares, "pero no necesariamente idénticas", aclara la institución académica. Eso sí, estos subgrupos habrán de ser los mismos para todas las asignaturas, con el fin de conseguir una mejor organización. 

Grupos burbuja

La presencialidad plena sí se aplicará en las enseñanzas prácticas y de desarrollo (EPD). Un formato por el que la Olavide se ha decantado al tener en cuenta que los grupos de alumnos de estas materias son más reducidos, "similar a los grupos burbuja", y al alto porcentaje de vacunación en la comunidad universitaria. No obstante, también aquí se contemplan excepciones. Por tal motivo, en caso de que algunas de las instalaciones donde se impartan tales enseñanzas se vean muy colmatadas (situación que se comprobará cuando acabe el proceso de matriculación), se apostará también por el desdoble de grupos, aunque siempre manteniendo la presencialidad. 

Con el fin de evitar que se produzca una importante concentración de alumnos en las zonas comunes, la UPO ha diseñado un horario "en columnas" que impide que los estudiantes se encuentren "deambulando" por el campus durante las horas en las que no reciban clases. 

En la reunión de este miércoles también se ha acordado que, en caso de que el Gobierno central finalmente flexibilice las restricciones sanitarias actuales en la enseñanza superior, la Olavide recupere "inmediatamente" la máxima presencialidad, que es el objetivo principal desde que estalló la pandemia. 

Una vez resuelta la incógnita sobre cómo será el curso 2021/22 en la UPO, queda conocer cómo lo afrontará la Universidad de Sevilla (US), motivo por el cual su rector, Miguel Ángel Castro, se reunirá el próximo jueves con los decanos. Castro siempre ha apostado por la vuelta a la presencialidad absoluta, pero ya han surgido dudas respecto a que este formato pueda ser totalmente factible con la separación obligatoria de 1,2 metros entre alumnos, como expresó en Twitter el pasado fin de semana la decana de la Facultad de Comunicación, María del Mar Ramírez Alvarado