La polémica rehabilitación del inmueble

Urbanismo ordena el cierre de un hotel de lujo en Castelar

  • Los técnicos rechazan un recurso de la cadena Mercer y exigen la reposición de la cubierta original, cuya eliminación permitió construir más habitaciones

El ‘hall’ de un establecimiento hotelero que tiene una categoría de gran lujo.

El ‘hall’ de un establecimiento hotelero que tiene una categoría de gran lujo. / José Ángel García

La Gerencia de Urbanismo ha desestimado el recurso planteado por la cadena Mercer Hoteles contra una resolución que ordena la inmediata suspensión del uso hotelero que viene desarrollando sin licencia en el inmueble de tres plantas enclavado en el número 26 de la calle Castelar, requiere la legalización de las intervenciones legalizables e inicia un procedimiento administrativo para la restitución de la realidad física alterada. Los técnicos exigen la reposición de la cubierta original, cuya eliminación permitió construir más habitaciones y una terraza superior con piscina.

A la vista del escrito de recurso de la cadena hotelera, la sección técnica del servicio de licencias e inspección urbanística de la Gerencia elaboró un informe en el que se recoge un análisis técnico en el que se indica que “ni en la propia tramitación del reformado ni en el plazo posterior de la denegación mediante recurso de alzada, se aportó el expediente de legalización requerido". Los técnicos detallan que no hay nada que modifique la legalidad de las obras.

En referencia a una segunda alegación, Urbanismo reitera que las obras ejecutadas (no amparadas por licencia) son la que dieron origen a la apertura del expediente disciplinario, siendo las mismas que se finalizaron y que fueron puestas en uso sin previa autorización. Por último, indican que realizada una visita de inspección el pasado 12 de julio se comprobó que el hotel se encontraba en uso, incumpliendo lo ordenado diez días antes.

En esa resolución se ordenó a la entidad Mercer Sevilla S. L. U. la inmediata suspensión del uso hotelero y se apercibió al interesado de que el incumplimiento de la orden daba lugar a la imposición de sucesivas multas coercitivas por periodos mínimos de diez días y una cuantía (en cada ocasión) del 10% del valor de las obras ejecutadas con un mínimo de 600 euros.

En el informe se detalla que no hay nada que modifique la legalidad de las obras

Los técnicos avisaron de que el incumplimiento de la orden constituía una infracción urbanística calificada como muy grave y puede dar lugar a la imposición de una sanción por importe de hasta 120.000 euros, y ordenaron a las empresas suministradoras de servicios públicos y esenciales que suspendieran el abastecimiento. La propiedad presentó alegaciones a todas las peticiones de la Gerencia.

La polémica arrancó en abril de 2017. La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico decidió incoar un procedimiento sancionar por una infracción en materia de protección del Patrimonio Histórico Andaluz. Los técnicos entendieron que la ejecución de demoliciones y las obras no contaron con autorización previa. Patrimonio consideró no legalizables las intervenciones realizadas en la cubierta a dos aguas, el estrechamiento del zaguán, la demolición de la semicúpula sobre la escalera principal y el cambio de posición de la fuente del patio central.

En mayo del año pasado, la comisión solicitó la legalización de las obras que se hubieran reparado, aunque no consideró que las propuestas fuesen suficientes para reparar todos los requerimientos que realizaron. Un mes más tarde, el promotor del hotel demandó al Ayuntamiento en el Juzgado Contencioso Administrativo.

El incumplimiento constituye una infracción grave con un importe de hasta 120.000 euros

En la página web del céntrico hotel aparece una descripción de la cadena: “En Mercer Hoteles apostamos por la conservación y la puesta en relieve del patrimonio y la cultura de los edificios de todos nuestros hoteles de lujo. La integración de lo antiguo y de lo nuevo es una de nuestras señas de identidad. Por ello, la reforma arquitectónica de la Casa Palacio Castelar se ha encargado a la prestigiosa firma Cruz y Ortiz Arquitectos. Y el equipo de interioristas de Mercer ha sido el responsable de seleccionar todos y cada uno de los detalles del hotel: mobiliario, iluminación, arte, telas y colores, con el diseño exquisito”.

La cadena describe que el establecimiento cuenta “con una elegante fachada clásica. Al traspasar el hall, se accede a un bello patio central, con suelos de mármol, cubierto por una espectacular cúpula que baña el espacio de luz natural y armonía. Entorno el patio se descubren los arcos y los techos altos de la planta noble del antiguo palacete, así como la majestuosa escalinata original de la Casa Palacio Castelar. Y en el centro del patio el murmullo del agua que mana de la fuente –un elemento decorativo tradicional en la cultura mudéjar– acompaña a los huéspedes”.

No es la única clausura de hotel pendiente. La Gerencia de Urbanismo ordenó a finales del pasado septiembre la inmediata suspensión de las obras y la actividad hotelera que viene realizándose en el Hotel Epicentro, que se encuentra en un inmueble de cuatro plantas en el número 41 de la calle Sierpes esquina con Rivero.

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