Vecinos del centro critican que la escasez de policías alimenta la proliferación de botellones

Los vecinos de varias zonas del casco antiguo de Sevilla han constatado en las primeras noches de este fin de semana la existencia de un efecto llamada a la concentración masiva de botellones como consecuencia de la carencia de efectivos de la Policía Local, al no apuntarse estos a las productividades por considerar que no existen garantías de cobro.

Según indicó la presidenta de la plataforma cívica Por el Derecho al Descanso, Dolores Dávila, la situación fue especialmente crítica para los vecinos en la noche del pasado jueves, con un macrobotellón que empezó en la Plaza del Salvador y que posteriormente se desplazó hasta los aledaños de la Plaza de la Alfalfa.

Así, Dávila lamentó que los jóvenes y los bares "se iban pasando el mensaje unos a otros de que este verano la calle es suya, ya que no había control policial y no iban a echar a nadie", una situación que, además de suponer una amenaza al reposo vecinal, constituyó a su juicio un "tremendo" foco de "inseguridad", pues "había más de 1.500 personas en un espacio muy pequeño".

En la noche del viernes la situación no mejoró mucho, pues según la presidenta de Por el Derecho al Descanso se incrementó el botellón en la plaza central de la Alameda, así como en el Salvador, la Alfalfa, el Pabellón de la Madrina y varias plazoletas del centro.

"Los veladores han estado abiertos hasta que les ha dado la gana", criticó, incidiendo en que pese a las declaraciones del Ayuntamiento incitando a la tranquilidad ante el conflicto policial, "no hemos observado agentes, ni se ha podido montar la Línea Verde".

En este sentido, Dávila ya registró un escrito en el Ayuntamiento hispalense en el que alerta del "descontrol" de 'botellones' y de los bares con veladores con motivo del primer fin de semana en el que se registró esta problemática. En el escrito, los vecinos solicitan la vuelta del control nocturno de bares y 'botellones' tras estar los dueños de los establecimientos informados de que no iba haber presencia de Policía Local en la Línea Verde -una de cuyas labores es la inspección de negocios susceptibles de infracciones que suponen la perturbación del descanso vecinal-, por lo que "nadie les obligaría a cumplir con el horario de cierre".