Virgen de los Reyes: La evolución de una procesión particular
festividad de la asunción | Una procesión viva
A principios del siglo XX se modificó el paso y más tarde se amplió el recorrido y se incorporaron al cortejo la asociación de fieles y el Consejo de Cofradías
Una procesión auténtica, pura, sin aditamentos, que se mantiene prácticamente inalterable con el paso de los años. Así es la procesión de la Virgen de los Reyes, Patrona de la ciudad y su Archidiócesis. O así, al menos, la perciben los miles de devotos que la presencian cada año y lo reflejan las crónicas de los periódicos. Pero lo cierto es que la procesión de la Virgen de los Reyes ha ido evolucionando con el paso de los años hasta lograr su configuración actual. Hay aspectos que permanecen inalterables y otros detalles que se han ido adaptando a los tiempos.
"La procesión de la Virgen de los Reyes es de las que menos ha variado. Es muy sencilla, breve, corta, como procesión de tercia", señala el canónigo Luis Rueda, prefecto de Liturgia de la Catedral. Aunque la procesión haya variado poco, su configuración actual es del siglo pasado, como recuerda el historiador Joaquín de la Peña, una de las personas que se encarga de organizar la procesión: "Parece que la procesión es inmutable porque nuestra perspectiva de tiempo es muy limitada, pero ni estéticamente ni litúrgicamente se mantiene igual".
Hasta bien entrado el siglo XX el cortejo tan sólo estaba formado por el Cabildo Catedral, la Hermandad Sacramental del Sagrario como institución y el Cabildo Civil. No participaban ni la Asociación de Fieles de la Virgen ni los miembro del Consejo de Cofradías, simplemente porque no existían. "Era una procesión puramente litúrgica", sostiene De la Peña. La asociación fue erigida en los años 40 por el cardenal Segura y el Consejo comienza a participar cuando se crea y se pone bajo el patronazgo de la Virgen.
La estética de la procesión también ha variado sustancialmente, empezando por el propio paso, diseñado en 1924 por el arquitecto Juan Talavera. "Antes el paso iba precedido por ciriales y los canónigos llevaban cirios al cuadril. Hay grabados en los que se ve. La procesión, como la liturgia, está viva", aclara de la Peña. Una costumbre que también se ha perdido es la de ver a los capellanes reales, revestidos con una capa pluvial blanca, ejerciendo de manigueteros del paso. El último que salió en solitario fue el recordado padre Pérez-Estudillo.
El recorrido actual también es una innovación del siglo XX. Durante muchos siglos, el paso salía por la Puerta de los Palos y entraba por la de San Miguel, sin llegar a completar la vuelta a la Catedral. Fue el Conde de Halcón, alcalde de la ciudad, quien en 1958 abanderó la idea de alagar el recorrido para que la Patrona entrara y saliera por la puerta de los Palos. El cardenal Bueno Monreal, tras pronunciarse de manera favorable el Cabildo, determinó que así se hiciera. Desde entonces, la Virgen completa el recorrido por las gradas bajas y puede ser contemplada por más fieles y devotos.
Con motivo de las obras en la Avenida de la Constitución, en el año 2006, se produjo una estampa inédita que llevó a la Virgen a recorrer enclaves tan destacados del barrio de Santa Cruz como la calle Mateos Gago o la Plaza de la Alianza. Las bellas estampas que deparó aquel 15 de agosto abrieron un debate en la opinión pública sobre si debía mantenerse. Aunque esa discusión nunca llegó a producirse en el Cabildo, como explica Luis Rueda: "En ningún momento nos planteamos variar el recorrido. Esos debates se quedan en la prensa". "Aquello generó un debate externo, pero el Cabildo no se planteó nada. Lo tenía muy claro: fue algo extraordinario. Las procesiones de Tercia se hacen alrededor de la Catedral", añade De la Peña. En el año 2012 también hubo una modificación leve del recorrido para realizar una posa ante el recién inaugurado monumento al papa Juan Pablo II. Juan Ignacio Zoido, entonces alcalde, manifestó que esta variación podría mantenerse, pero el Cabildo no lo tuvo en cuenta.
Para buscar recorrido alternativos hay que acudir a las muchas procesiones extraordinarias que ha protagonizado la Patrona. Son muchas las veces que ha acudido a la Plaza Nueva por diversos motivos. En estas procesiones, en las que la liturgia de cada 15 de agosto se rompe, la Virgen ha visitado también barrios muy alejados de la ciudad, como explica Juan Carrero en el libro sobre la Virgen de los Reyes. En 1929, por ejemplo, la imagen discurrió por el Paseo de Colón con motivo de la procesión organizada por el Congreso Mariano en la que también participaron otras imágenes de gran arraigo en la ciudad.
La procesión de la Virgen de los Reyes tiene un tiempo y un espacio tan definidos en la mañana del 15 de agosto que la última extraordinaria celebrada en mayo de 2013 con motivo del Año de la Fe resultó muy deslucida de fieles. "Yo no sé qué pasó ahí. Fue como cuando el Corpus salió en 1973 por la tarde. Creo que no se contó con algo fundamental como son los pueblos. La devoción de la Virgen de los Reyes trasciende la ciudad y está muy arraigada en los pueblos. Puede ser que fallara eso", reflexiona De la Peña.
Las proporciones de la procesión siguen siendo prácticamente las mismas, pese a la gran incorporación de fieles de la asociación que se produjo a comienzos de este siglo: ocupa prácticamente toda la calle Alemanes. Hace unos años sí se adelantó unos minutos la salida de los carráncanos, como explica De la Peña: "Fue más que nada una cuestión de comodidad. La procesión se organizaba en la nave de la Puerta de los Palos y era incómodo para los participantes. Desde hace un par de años se pasó a organizar en el Patio de los Naranjos, como el Corpus. Son cambios de sentido común".
Algo que también ha cambiado hace un par de años es la participación en la procesión de la Corporación Municipal, que acude bajo mazas. El alcalde, Juan Espadas, limitó la participación a dos ediles por cada grupo y dos del gobierno junto al propio regidor. Se pretendía, según se explicó, no quitar protagonismo a la celebración religiosa. También se suprimió el desfile que realizaban los capitulares acompañados por la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla. La participación del Ayuntamiento se remonta al año 1866. Un año antes, la Patrona salió en procesión de rogativas por una epidemia de cólera. En acción de gracias, el Pleno Municipal acordó por unanimidad acompañar anualmente a la Virgen en su procesión.
La Patrona cuenta con un vasto patrimonio que cada año se cuida y se repasa. Su responsable, como lo es de todos los bienes muebles de la Catedral, es Ana Isabel Gamero: "El Cabildo ha contribuido en el mantenimiento de todo su ajuar, igual que hacen con el resto del patrimonio artístico que la Catedral alberga. Ellos han puesto todo su empeño en la conservación de este importantísimo legado que no tiene otro fin que para el que fue creado, para mayor gloria de Dios". Cada año, durante el montaje del paso, se revisan los bordados. Se repasan las coronas y los pecherines, anotándose si hay alguna alteración tras la salida, "todo queda documentado antes y después". También se hace lo propio con las capas que lucen los miembros del Cabildo, el arzobispo y el obispo auxiliar antes y después de la procesión. También se realiza esta labor con todos los elementos del paso.
La música que suena en la procesión de la Virgen de los Reyes es el ejemplo a seguir en otras procesiones de gloria. Así lo asegura el director de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, Francisco Javier Gutiérrez Juan. Desde que se hizo cargo de la banda hace 14 años apostó por un repertorio puramente de gloria, recuperando composiciones y dando la oportunidad a nuevos compositores: "El maestro Albero ya lo venía haciendo, pero nosotros potenciamos esa idea. La Semana Santa había borrado la identidad de las glorias y había que recuperar esas marchas". El director de la Banda Municipal sí echa en falta el desfile que hacían los capitulares para ir a la Catedral y volver en el que se interpretaban marchas de protocolo del Ayuntamiento, como No-Do o San Fernando: "A mí me encantaba ese paseíllo. Entiendo que no se hagan determinadas cosas por la laicidad, pero como sevillano me gustaba mucho. Se tocaban composiciones propias hechas por los Font, por ejemplo".
El exorno floral del paso es algo que apenas ha cambiado. La Virgen siempre va a adornada en su procesión agosteña con nardos y claveles blancos. Sí se ha reducido algo la dimensión de los mazos de las esquinas. Para las procesiones extraordinarias quedan otro tipo de flores como las azucenas o los gladiolos.
¿Y qué diferencia a esta procesión de resto? El periodista y escritor Carlos Colón, miembro del consejo editorial de Diario de Sevilla, lo tiene claro: "Que sólo se va a verla a Ella. No hay filigranas de ningún tipo.Un breve recorrido y a hora muy temprana. Por eso, tal vez, haga tan buena pareja con el Señor del Gran Poder (recuérdese su salida de noviembre), como mi padre decía siempre y hoy en día don Francisco de los Reyes, el cura Paco de San Lorenzo, mantiene". Colón asegura que la devoción hacia la Virgen de los Reyes parece adormecida todo el año para resucitar en una fecha tan poco propicia y a una hora tan poco cómoda. "Las misas del 15, desde la primera a las 05:30, están abarrotadas. Las calles están abarrotadas. Es una devoción, por así decir, subterránea, secreta, del corazón y la memoria. La vecina viva -con la que se habla, a la que le pide, de la que se recibe consejo y consuelo- más antigua de Sevilla nos une a la vez al alma de la ciudad y a las almas de los nuestros. Creo que mientras haya colas en plena Semana Santa para el besamanos del Señor y bulla callada cada mañana del 15 de agosto hay esperanza para la devoción popular sevillana".
El escultor y pintor Ricardo Suárez identifica la procesión de la Virgen de los Reyes como la medida en la que debería inspirarse, por ejemplo, el Corpus Christi: "La configuración de hoy es más una herencia del siglo XIX que del XVI o XVII. Es una procesión íntima y recogida. Cuenta con el público más fiel de la ciudad y de los pueblos de la provincia". El artista resalta cómo desde el punto de vista estético se ha conservado el palio de tumbilla que en otro tiempo usaron muchas otras imágenes de la ciudad. Como fino observador destaca la "luz limpia y fresca" que acompaña a la procesión y que le da también ese halo de pureza.
Así es la procesión de la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis. Inmutable en la verdad de la devoción, pero que se ha ido adaptando a los tiempos.
También te puede interesar
Lo último
EL DÚO DE LA AFRICANA | CRÍTICA
Cuando la Zarzuela se ríe de la Ópera
La maleta del bandido
El misterio de las estrellas
Contenido ofrecido por Dewar's