Cómo adaptar el currículum joven a la demanda empresarial

Los trabajadores menores de treinta años se enfrentan a los procesos de selección de personal con menos experiencia que otros candidatos, pero con una formación muy completa y actualizada, más acorde a las exigencias empresariales. Es precisamente este último aspecto el que los jóvenes deben explotar para mejorar su empleabilidad. Así, haber realizado unas prácticas en el extranjero, dominar una segunda lengua o haber cursado estudios internacionales son experiencias muy valoradas durante los procesos de selección. Además de estas, ¿qué otras habilidades concretas son tenidas en cuenta por los profesionales de recursos humanos? Te señalamos algunas:

El portal online del Sistema Nacional de Garantía Juvenil ha elaborado un decálogo con las competencias más solicitadas por las compañías actuales. En él figura la edición y redacción de informes, así como el análisis y procesamiento de la información. También destacan el manejo de programas de software y el análisis de datos cualitativos. Asimismo, existe una serie de cualidades que determinan el día a día en el entorno laboral: desde la organización hasta la asimilación de los conocimientos técnicos del área en cuestión, pasando por el trabajo en equipo y la resolución de problemas.

Del mismo modo, comunicar eficazmente es otro requisito indispensable, sobre todo cuando va de la mano de actividades de venta y marketing. Pensemos en la relevancia de las relaciones con clientes, proveedores, socios y jefes. De esta manera, el trabajador de hoy en día suele enfrentarse a retos diarios como vender, negociar, hablar idiomas, exponer en público o llevar a cabo presentaciones de negocios. Por ello, contar con empleados capaces de transmitir información de manera coherente, clara y convincente constituye un gran valor para cualquier empresa.

Ahora bien, ¿cómo pueden mejorarse todas estas habilidades? La respuesta viene de la mano de la oferta educativa y de los periodos de prácticas; dos aspectos presentes en proyectos de empleabilidad como el Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE) de la Cámara de España, enmarcado en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil. El Plan de Capacitación del PICE aúna orientación vocacional, formación general y específica, así como experiencias laborales en compañías. A estas se suman el denominado Plan de Movilidad, que ofrece prácticas en Europa, y un conjunto de ayudas informativas y económicas para impulsar el emprendimiento.

Con todas esas herramientas, el programa PICE facilita la adecuación del curriculum a la demanda y, por lo tanto, hacia la inserción laboral. Así lo demuestran las cifras de Programa PICE gracias al cual, más de 2.121 jóvenes encontraron un puesto de trabajo este 2017.