Las autoridades estiman que unos 15.000 aficionados del Athletic Club se desplazarán en los próximos días desde Bilbao a Sevilla, donde el próximo sábado se disputará la final de la Copa del Rey entre el conjunto vasco y el Real Mallorca. Serán por tanto 35.000 los seguidores vascos que lleguen a la capital andaluza, 20.000 de ellos con entrada y el resto sin posibilidad de acceder al estadio, según indicaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

A ellos habrá que sumar los otros 20.000 seguidores del Mallorca que está previsto que lleguen a Sevilla. Es decir, habrá en total en la ciudad unos 55.000 aficionados de ambos equipos, con gran mayoría vasca. Para los bilbaínos se está preparando ya una fan zone, o Athletic Hiria, que estará ubicada en las inmediaciones de la Torre Sevilla, tras sufrir un par de cambios de ubicación en las últimas semanas. Los del Mallorca estarán en el parque del Alamillo. El dispositivo de seguridad está encaminado a que no se mezclen los seguidores de ambos clubes.

En un primer momento se barajó que vinieran muchos más aficionados del Athletic Club a la capital andaluza, si bien parece que las últimas estimaciones están en torno a 15.000. Se llegó a manejar la cifra de hasta 50.000 personas sin entrada. La Policía Nacional está en permanente contacto con la Ertzaintza para tener toda la información posible de cara al dispositivo de seguridad previsto para el día del partido y las jornadas previas.

La Policía tendrá que desplegarse en las inmediaciones del estadio para que todos esos aficionados sin entrada no terminen intentando acceder de alguna u otra forma al recinto de la Cartuja, donde se celebrará el partido a las diez de la noche. Cuentan en algunos foros que hay aficionados del Athletic Club que han estado planteando hacerse socios del Mallorca para poder tener acceso a las entradas. 

Una de las medidas que se ha puesto en marcha en Bilbao para tratar de reducir el viaje de aficionados sin entrada es la apertura del estadio de San Mamés para que se pueda ver la final en unas pantallas gigantes, previo pago de un precio simbólico de cinco euros para los socios y diez para el público general. Desde el estadio se conectará en varias ocasiones con la Athletic Hiria.

El lugar en el que irá esta fan zone está ya siendo acondicionado, y ha recibido las primeras críticas a través de las redes sociales. Algunos aficionados vascos consideran que el lugar se convertirá en un barrizal en cuanto haya cientos de personas en él.