Hace una semana, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció en Cádiz la ampliación del plan especial contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar a tres provincias andaluzas más, entre ellas la de Sevilla. El plan que se inició en el verano de 2018 estaba vigente hasta ahora en Cádiz, Huelva y Málaga y a partir de este 2022 lo hará también en Sevilla, Almería y Granada. Lo que hizo Marlaska fue darle oficialidad a una realidad conocida desde hace años, como es la de las relaciones entre los clanes locales de la capital andaluza con las grandes organizaciones de Algeciras y La Línea de la Concepción.

Esos lazos se han ido potenciando en los últimos tiempos, a medida que se ha incrementado la presión policial contra las mafias del Campo de Gibraltar y éstas han necesitado de rutas alternativas, vías de financiación e infraestructura más alejada de su zona de influencia, para así poder despertar menos sospechas.

Así, en los últimos tres años, la Guardia Civil ha encontrado narcolanchas guardadas en naves industriales de pueblos muy alejados de la costa y del río Guadalquivir, como Pilas o Salteras. Ambos municipios están a una distancia que ronda los 200 kilómetros de Algeciras y La Línea. Y también a un buen trecho del Guadalquivir, lo que implica también una mayor necesidad de transportes para poder llevar las embarcaciones hasta el agua.

Una narcolancha en Puerto Gelves.

El río Guadalquivir es desde hace años una puerta de entrada del hachís en Europa, y ese papel ha ido adquiriendo protagonismo al tiempo que las redes campogibraltareñas se han visto presionadas por la Policía Nacional y la Guardia Civil. Varias de estas mafias han optado por alianzas con clanes locales para poder importar el producto desde el norte de África. Los narcos sevillanos tenían experiencia en ello, pues tradicionalmente han trabajado con familias de Sanlúcar de Barrameda, que controlaban el tráfico de hachís por el río hasta las zona de Isla Mayor y Lebrija, donde tradicionalmente se alijaba.

La detención de medio cuartel de la Guardia Civil en la población isleña, en enero de 2017, por sus relaciones con el narcotráfico, dinamitó esta forma de proceder y en los meses y años siguientes se pudieron ver narcolanchas muchos kilómetros río arriba. Incluso a La Algaba, pasada ya Sevilla capital, llegó a arribar una potente embarcación semirrígida cargada de hachís en abril de 2019.

Perseguidos por la Guardia Civil, los narcos dejaron un cargamento de 103 fardos (3.100 kilos) abandonados y huyeron por carretera, provocando incluso un accidente cerca del puente de San Jerónimo, al embestir a uno de los patrulleros del instituto armado. Dos guardias civiles resultaron heridos y los sospechosos lograron escapar a pie, arrojando antes un subfusil que llevaban consigo.

Embarcación abandonada en el río Guadalquivir.

Este episodio derivaría después en la operación Cansino-Lanas, la primera gran investigación que revelaría claramente las conexiones entre los clanes sevillanos con los del Campo de Gibraltar. El alijo de La Algaba era fruto de una alianza entre el clan de los Lanas, por entonces el más poderoso del Aljarafe, con el número uno del narcotráfico en el Estrecho, Abdellah el Haj Sadek el Membri, más conocido como el Messi del hachís. 

Fanático del Barcelona pero asiduo años atrás al Santiago Bernabeu, donde se ha fotografiado con numerosos jugadores del Real Madrid, el Haj está considerado como el capo por el que pasan la mayoría de los envíos de hachís que llegan a España. Es la persona que tiene los mejores contactos en Marruecos y suele quedarse un porcentaje de cada partida. Sigue en busca y captura y se sospecha que está en el país vecino, de donde llegó a Algeciras siendo un adolescente.

El alijo de La Algaba estaba relacionado con un cargamento de 2.500 kilos que unos narcotraficantes arrojaron al mar cuando la goma en la que iban estaba a punto de hundirse, frente a las costas de Gibraltar. Tuvieron que ser rescatados por Salvamento Marítimo. Este incidente ocurrió en febrero de 2019, dos meses antes de la persecución en el Guadalquivir. Con la colaboración de la Policía gibraltareña, los guardias civiles supieron que uno de los rescatados era un hombre de confianza del Messi. 

La operación Cansino-Lanas terminó con 78 detenidos. El clan de los Lanas está dirigido por dos hermanos naturales de Bollullos de la Mitación, uno de los cuales permanece en prisión, donde intentó matar a un miembro de un clan rival. La banda contaba con ramificaciones en Umbrete, Benacazón, Sanlúcar la Mayor, Pilas, Coria del Río e Isla Mayor. En una de las operaciones contra esta banda caería después el ultra Herrera, conocido por sus incidentes relacionados con el fútbol y que más tarde lideraría una banda de secuestradores.

Un año después de las detenciones de esta operación vino otra investigación que volvería a poner de manifiesto las conexiones sevillanas de las mafias del Estrecho. Esta vez fue el clan de los Castañas, la organización más potente de la Línea de la Concepción, la que quiso hacer del Guadalquivir una de sus vías habituales para traer el costo.

El 29 de julio de 2020, la Guardia Civil detectó una goma de esta banda cuando se disponía a entrar por la desembocadura del río. Los narcos se deshicieron de 24 fardos, con un peso de 700 kilos de hachís, y se dieron a la fuga. Los investigadores estaban convencidos de que el destino final era una guardería de droga en Sevilla. Poco después fueron detenidos cuando alijaban en la playa de Bolonia, en una operación que llevó por nombre Dismantle. 

Ginés, detenido en su casa de Coria en 2019.

El pasado mes de febrero volvieron a aparecer pactos entre narcos sevillanos con los señores de la droga del Estrecho. En este caso los protagonistas eran Ginés, uno de los jefes locales más poderosos, y Gareth Mauro, el narcotraficante más buscado de Gibraltar, del que se piensa que está fugado en Marruecos. Ginés fue detenido en su casa de una urbanización de Coria del Río la mañana del 9 de febrero, en el marco de la operación Gorblan/Soccer/Traboat, una investigación conjunta de la Policía y la Guardia Civil. 

El arresto se produjo apenas cuatro meses después de que el narcotraficante pactara con la Fiscalía una condena mínima, de dos años y medio de cárcel, por otra operación llamada Vegano, desarrollada en junio de 2019 y en la que también estuvieron implicados los Lanas. En esta última operación, la de febrero de 2022, además del chalé de Ginés, se realizaron también cinco registros en La Línea de la Concepción, otro en Alcalá de los Gazules y tres más en la provincia de Córdoba, en las localidades de Fernán Núñez, Lucena y Aguilar de la Frontera. Esto refleja el campo de acción cada vez más amplio de las organizaciones dedicadas a la importación de droga.