Un espacio hasta ahora desconocido del Alcázar de Sevilla abrirá sus puertas al público. El semisótano de Pedro I, situado bajo el Palacio mudéjar, albergará una exposición arqueológica que dará a conocer las reliquias que estaban entre los escombros allí acumulados durante años.

Ese espacio fue lugar de almacenamiento desde 1356. Su ventaja era la cercanía con las cocinas, y su uso pudo ser el de bodega. Más tarde, en el siglo XVI, durante el reinado de Felipe II, cuando se hizo la reordenación de los jardines, se determinó que esa dependencia estaría destinada a un uso más lúdico y vinculada directamente con los jardines, dejando así su etapa de almacén.   

La reforma de este semisótano ha sido inaugurada por el concejal de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz. "En el mes de octubre ya puede formar parte de los atractivos del Alcázar, y puedan estar expuestas algunas de las piezas de la colección, a la espera del proyecto de musealización completa que se va licitar próximamente", ha dicho el concejal. Este sábado habrá visitas guiadas para quienes lo reserven a través de la web.

Parte de la vajilla restaurada y que será expuesta

La dotación por parte del Ayuntamiento para la rehabilitación del semisótano ha sido superior a 400.000 euros. Muñoz ha expresado su satisfacción por la obra acabada, ya que permite que la oferta cultural del Alcázar se amplíe y se enriquezca. Esta nueva sala habilitada para la visita sirvió en su momento de base para la construcción del Palacio de Pedro I. En otra fase histórica, se convirtió en zona de servidumbre y de interconexión entre el palacio y los jardines. Con la rehabilitación se ha conseguido que un espacio que estaba en desuso se incorpore como espacio museístico. 

Un nuevo espacio para exposiciones arqueológicas

Además del concejal, el arquitecto que ha dirigido la intervención, Francisco Reina, ha contado en qué ha consistido su parte del proyecto. "La operación de arquitectura se concentra prácticamente en un plano de suelo, como una especie de plano técnico, donde se albergan las instalaciones necesarias para que el espacio funcione. Se pretende que no toque las paredes pero que sea integrador", ha expuesto el arquitecto.

Francisco Reina, Isabel Rodríguez, Antonio Muñoz, Bernardo Bueno y Miguel Ángel Tabales

Reina ha destacado la importancia de la carga patrimonial del semisótano, y lo que supone recuperarlo, que en el siglo XVI, al incorporarse con los jardines, cobró nueva vida. También ha explicado que esta obra permite conocer cómo el palacio se ha relacionado de diferentes maneras a lo largo de la historia con los exteriores. 

El encargado de llevar a cabo la exposición arqueológica, Miguel Ángel Tabales, ha dicho que "para poder lograr este objetivo se hicieron trabajos arqueológicos importantes hace un par de años". "Se vaciaron un par de metros de escombros que fueron el resultado de años de abandono de ese espacio dentro del palacio mudéjar.

Una mujer camina por el nuevo semisótano

Esos restos encontrados y rehabilitados han permitido recuperar grandes testimonios de diferentes épocas, y se ve el resultado de las transformaciones del alicatado y del mismo palacio incluso hasta principios del siglo XXI". El trabajo arqueológico llevado a cabo por el equipo de Tabales se ha realizado de manera precisa a las indicaciones patrimonialistas que han justificado su intervención.