Luis Javier, el joven que ayer mató a su madre a puñaladas, había protagonizado otros episodios fuera de lo común a lo largo de su vida. Algunos vecinos recuerdan que cuando era pequeño se arrojó desde una ventana para intentar emular a uno de sus héroes de la infancia: Supermán.

El resultado fue que se rompió un brazo, precisan los vecinos, que también señalan que a veces le oían andar a medianoche o le veían en la azotea con un amigo tomándose una cerveza de litro. Pacho no trabajaba, aunque durante una temporada estuvo en Abengoa, la empresa de su madre, pero tuvo que dejar el empleo porque, dentro de su enfermedad, decía que le estaban persiguiendo.

Hace unos días avisaron a su madre diciéndole que estaba descalzo y tirado en el suelo junto al campo del Sevilla.