Sevilla

José García-Tapial y León / Arquitecto

Atarazanas: así están las cosas

El autor repasa cómo ha sido el proceso de restauración del astillero mandado a construir por Alfonso X y lanza una serie de interrogantes sobre el estado actual a la espera de apertura

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Las Reales Atarazanas en su estado actual.
Las Reales Atarazanas en su estado actual. / José Luis Montero

07 de mayo 2025 - 05:51

LAS Reales Atarazanas de Sevilla fueron mandadas edificar por Alfonso X el Sabio en 1252 para albergar la construcción de las galeras que, primero dominarían el Estrecho para luego extender su dominio mucho más allá, constituyendo con ellas el germen físico de la naciente Armada Castellana. Durante el siglo XVI se abandona el uso fabril, se rellena hasta cierta altura el terreno y el espacio se dedica a almacenes, oficinas y viviendas y, con esa imagen incompleta y achatada del edificio ha llegado hasta nuestros días, haciendo actualmente difícil la percepción de que, en tal espacio pudieran fabricarse barcos durante varios siglos.

Desde que se planteó la intervención en ellas, primero, en 2009, como CaixaForum y después, en 2015, como Centro Cultural, numerosos especialistas, técnicos, historiadores e instituciones, Adepa entre ellas, han reclamado la necesidad de que dicha intervención permitiera recuperar, aunque fuera de modo parcial, la escala, sección y dimensiones originales del monumento, de modo que se permitiera dar una idea más real de su magnitud y funcionalidad. Tras la Sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo 9, del 20 de octubre de 2016 que, en la práctica, supuso el rechazo del proyecto de 2015, se iniciaron conversaciones entre Adepa y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía para la búsqueda de una postura común sobre la rehabilitación del inmueble. Conversaciones que cristalizaron en la firma del convenio de 29 de diciembre de 2017, suscrito por las citadas Consejería, Adepa y la Fundación La Caixa.

Recreación de las Reales Atarazanas.
Recreación de las Reales Atarazanas. / M. G.

El convenio establecía una serie de requisitos técnicos que debían cumplimentarse, necesariamente, en el nuevo proyecto que habría de redactarse. Una de las exigencias fundamentales es que han de excavarse, al menos, dos naves, las 6 y 7, eliminando el relleno del XVI, para que se recupere en ellas la altura, escala y sección originales del monumento. En cumplimiento de este convenio se redactó un nuevo proyecto que se aprobó por todas las partes firmantes del convenio, iniciándose su ejecución en diciembre de 2021. Una de las principales bases de las que partía el proyecto era que la cota original del edificio se encontraba a -5 metros de profundidad. En marzo de 2022 se inicia la ejecución de la pantalla medianera con el Hospital de la Caridad, pantalla compuesta por 104 pilotes de 60 cm. de ancho y 13 metros de longitud. Apenas dos meses después, en mayo de ese mismo año, los responsables del hospital denuncian la aparición de más de 300 grietas en sus edificios por lo que, el 1 de junio de 2022 se paraliza la ejecución de la pantalla, quedando sin completar en una tercera parte, precisamente la que habría de proteger al recinto amurallado.

Los responsables de la ejecución de la pantalla atribuyen los daños constatados al mal estado de un colector del propio hospital, pero ni se repara ni se sustituye. Por otra parte, en octubre de ese mismo año 2022 se descubre que, el verdadero suelo original de las Atarazanas se encuentra tan solo a -2,50 metros de profundidad, y no a 5 metros como se había pensado y proyectado, lo que simplificaba bastante la cimentación y, especialmente, el volumen y complejidad de, la excavación. Este hallazgo suponía una necesaria modificación del proyecto, modificación que, lógicamente, no debería afectar a la excavación de las naves prevista al reducirse la profundidad.

Sorprendentemente, en septiembre de 2023 se presenta un Proyecto Reformado “02” que difiere sensiblemente del que se aprobó por los firmantes del convenio. La modificación más importante es que se elimina totalmente la excavación de las naves acordadas, por lo que, en ningún momento se podrá percibir la verdadera dimensión y escala del monumento, objetivo esencial de esta rehabilitación. Estos incumplimientos han sido denunciados ante la jurisdicción judicial correspondiente encontrándose en tramitación.

Por otra parte, coincidiendo con la lluviosa primavera de 2024 se han producido abundantes filtraciones de agua en el sector del recinto amurallado que ha resultado completamente inundado. La presencia de numerosas colonias fecales en estas aguas hace pensar que pueden provenir, a través del hueco de la inconclusa pantalla medianera, del dañado colector del Hospital de la Caridad. Urge, por tanto, actuar en una doble dirección: reparando o sustituyendo el colector roto y, además, cegando definitivamente el hueco dejado en la pantalla. Ignoro si se ha actuado ya en alguno de los dos frentes. Tiempo ha habido. Desde luego las sucesivas borrascas que estamos sufriendo este año no parecen que hayan contribuido a mejorar la situación.

El agua acumulada en las Atarazanas.
El agua acumulada en las Atarazanas. / M. G.

Pese a que, como se reconoce en el propio Informe Final de la dirección facultativa de la obra, esta situación no está resuelta, se presenta por su parte, el 1 de julio de 2024, ante el Colegio de Arquitectos, el Certificado Final de Obras dando, por tanto, por finalizados, tanto los trabajos como su propia participación y responsabilidad y, en consecuencia, también la de la Fundación La Caixa. Y aquí es donde surgen los interrogantes. ¿Han terminado, de verdad, todas las obras en las Atarazanas? ¿Y si es así, porqué no se inaugura? ¿Acaso sigue inundada? Los vecinos afirman que siguen los trabajos. ¿Es cierto? ¿Qué trabajos son esos, cuentan con licencia de obras y bajo qué dirección técnica?¿Lo sabe el Ayuntamiento? Y, sobre todo, ¿quién es el responsable de lo que está pasando: la Junta de Andalucía o la Fundación Cajasol? Y más interrogantes: ¿han empezado las obras en el Hospital de la Caridad? ¿Se ha reparado o sustituido el colector? ¿Se puede completar ya la pantalla? ¿Hay intención, presupuesto y fecha para cegarla? Recordemos que una vez eliminadas las filtraciones y completada la pantalla, no habría inconveniente alguno para excavar las naves como estaba previsto.

Y una última interrogante: ¿Qué edificio no vamos a encontrar? ¿Un astillero medieval rehabilitado y un recinto amurallado restaurado y accesible? ¿O una zona de paso hacia unas escaleras mecánicas que nos suban rápidamente hacia un mirador turístico espectacular? Este dibujo del propio proyecto es suficientemente explicativo.

Ante todas estas interrogantes la Junta de Andalucía guarda silencio. ¿Por qué?¿Oculta algo? Sevilla se merece y exige, conocer y participar en el estado y destino de uno de sus bienes matrimoniales más desconocidos y que más largamente ha esperado su recuperación.

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