Como de costumbre, la evolución de la pandemia de coronavirus sigue dando una de cal y una de arena. En el lado positivo, la provincia de Sevilla inicia la semana superando los 50.000 curados de la enfermedad tras sumar 1.221 altas en las últimas 24 horas. El lado oscuro lo siguen protagonizando las víctimas mortales que vuelven a aumentar en 13 más, la cifra más alta desde el jueves día 10, y que elevan a 1.082 el total de fallecidos desde el pasado mes de marzo.

En los nueve meses que llevamos de pandemia se contabilizan en Sevilla un total de 57.903 infectados oficiales -no están las miles de personas que han podido tener el virus e incluso contagiarlo sin saberlo hasta el punto de que el último estudio serológico afirma que en Sevilla tienen anticuerpos el 8,4% de la población-, de los que 5.230 han precisado ser hospitalizados y 498 de ellos en la UCI. Han muerto 1.082 personas y hay, también oficialmente, 50.037 ciudadanos recuperados. Las últimas horas dejan menos de cien nuevos positivos, 63, prácticamente la mitad que ayer domingo, condicionada por el efecto fin de semana en el que se realizan menos prueban y se comunican menos resultados.

También se mantiene estable la presión hospitalaria. El número de ingresos es cambiante y depende, lógicamente, de los nuevos contagios. La mayoría de personas que se infectan con el virus son asintomáticos o tienen síntomas leves o moderados que pueden tratar en casa. Al hospital van los que están teniendo más problemas. En este sentido, la semana arranca con un aumento, aunque mínimo, en el número de hospitalizados por Covid en la provincia. Según los datos de la Consejería de Salud y Familia, este lunes hay  cinco pacientes ingresados más de los que había el domingo. 169 hospitalizados que, pese a que se mantienen estables desde hace una semana, son todavía muchos porque el objetivo es que no haya nadie. El 26% de esos hospitalizados están en la UCI, donde se atienden en estos momentos 45 personas.