El barrio de San Bernardo ‘estrena’ calle

El Ayuntamiento ha abierto la calle central de la Fábrica de Artillería que conecta la calle Eduardo Dato con el barrio de San Bernardo

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Una calle ganada para San Bernardo / Juan Carlos Vázquez

Una apertura más que simbólica. El barrio de San Bernardo ha recuperado la calle central de la antigua Fábrica de Artillería. Desde hace unos días, es posible transitar por este espacio tan singular que conecta la Avenida de Eduardo Dato, al norte, con las calles Santísimo Cristo de la Salud y Cofia. Esta medida, impulsada por el Ayuntamiento como una de las consecuencias más visibles de la rehabilitación del histórico espacio, es muy del agrado de vecinos y ciudadanos en general quienes, además de poder acortar recorrido, pueden disfrutar de las bondades de este tramo que conserva la herencia fabril y que da acceso a los distintos espacios expositivos del llamado Centro Magallanes.

El trasiego de personas es notable a media mañana de cualquier día. Una de estas vecinas que ha aprovechado la nueva calle ganada por el barrio de San Bernardo para visitar la exposición de moda que hay actualmente es María. Residente en el llamado nuevo San Bernardo, para ella ha sido una sorpresa: “No sabía que se podía entrar desde el barrio de San Bernardo. Está muy bien porque vengo con la niña en el carro y así no tengo que dar toda la vuelta. A mi me parece muy bien, pero hay que tener vigilancia para que luego no tengamos que lamentar hechos vandálicos”.

Vista de la parroquia de San Bernardo.
Vista de la parroquia de San Bernardo. / Juan Carlos Vázquez

Un guarda de seguridad da la bienvenida al ciudadano por la puerta principal que advierte que la fábrica está dedicada a dos capitanes de artillería como Daoiz y Velarde. El espacio de entrada se ha adecentado con la reforma del acerado y la mejora de la jardinería. Da gusto ver cómo han quedado los parterres. Junto a la bella portada de ladrillo, dos banderolas informan de las exposiciones en marcha: Interwoven y Lux. Rematando el acceso, luce un bello reloj que merece una restauración y puesta a punto para que vuelva a marcar las horas.

El horario de apertura es de 10:00 a 20:00, de lunes a sábado; y hasta las 14:00 los domingos, advierte el personal. La mayoría de las personas acuden a ver las exposiciones, como Inmaculada y Sergio. “No había estado nunca aquí y la verdad es que me ha gustado bastante”, dice él tras salir de la llamada Nave de Carlos III. Otros viandantes, como Luis, un vecino mayor de San Bernardo, ha acudido por el simple hecho de disfrutar del espacio. Señala que esperaba este momento y que nunca se perdía el paso de la procesión eucarística de la hermandad por este lugar.

La puerta principal de la Fábrica de Artillería.
La puerta principal de la Fábrica de Artillería. / Juan Carlos Vázquez

Los apenas cien metros de esta singular calle están jalonados por ocho naranjos que se intercalan entre los grandes ventanales que dejan entrever lo que todavía no se puede admirar con regularidad. Se trata de la llamada catedral. El espacio de las fundiciones que conserva en sus ennegrecidas paredes esa pátina que el tiempo y las propias labores ha imprimido. Todavía queda mucho por hacer para que la Fábrica de Artillería sea recuperada al completo. No sólo la catedral, la misma calle central necesita una renovación en su pintura.

Luis, el vecino de San Bernardo, señala a la puerta principal que en su interior tiene una placa con las fechas 1565-1634 y advierte del mal estado de la bandera de España que corona la entrada. En el otros extremos, una modelo sale de una de las dependencias para una sesión de fotos. Es la polivalencia del espacio. Así discurre una mañana de noviembre en esta nueva calle del histórico barrio de San Bernardo.

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