La huella romana aflora con fuerza en Sevilla
La aparición de un embarcadero y canales bajo las antiguas naves de Artillería se suma a las tumbas de la fábrica de vidrio, la muralla de la Plaza de San Francisco o la gran cisterna de la Pescadería
Las huellas de una ciudad histórica que aflora a cada paso. La antigua Híspalis resurge con fuerza en la Sevilla del siglo XXI. En los últimos años, por mor de distintas obras, han aflorado importantes restos de la urbe romana. Los últimos, el embarcadero y los canales situados bajo las antiguas naves de artillería de Santa Bárbara. Pero hay mucho más. Desde las tumbas intactas que salieron a la luz en la promoción inmobiliaria de la Fábrica de Vidrio; a la piscina de Artillería, el aljibe de la Pescadería, la muralla de la Plaza de San Francisco, o las infraestructuras relacionadas con la actividad portuaria en la Florida.
El último hallazgo, conocido esta semana, ha sido la compleja infraestructura hidráulica, incluyendo un sistema de canales navegables y un embarcadero que formaban parte del vital comercio marítimo de Híspalis. Ha aparecido en las obras del nuevo residencial del Grupo Abu en las antiguas naves de Santa Bárbara. Bajo una capa de limo los arqueólogos Florentino Pozo y Rosa Gil han descubierto los restos constructivos romanos del siglo I d.C.
Híspalis era estratégicamente clave para el comercio romano en la Península Ibérica por ser puerto, permitiendo el acceso de embarcaciones de gran calado para transportar productos de alto consumo como aceite, vino, salazones y garum. De hecho, la mayoría de las ánforas olearias que formaron el Monte Testaccio en Roma provenían de la Bética. Desde este lugar en el actual barrio de San Bernardo habría partido buena parte de esta mercancía.
La actividad portuaria de La Florida
Muy cerca, en la Florida se descubrió durante las obras de otra promoción inmobiliaria unas infraestructuras portuarias. No son casualidad estos dos hallazgos, puesto que la desembocadura del Tagarete se encontraba muy cerca. Entre las instalaciones halladas se pudieron documentar almacenes, áreas administrativas o un santuario.
Durante las prospecciones arqueológicas, también se descubrieron los vestigios de un tramo de la Vía Heraclea de la primera mitad del siglo I a. de C. Por ella accedería a la ciudad Julio César. Esta calzada comunicaba el levante con el sur de Hispania y posteriormente, ya como Vía Augusta, Roma con Cádiz.
La Cripta del Patio de Banderas
El subsuelo del Patio de Banderas también escondía otra huella romana relacionada con el puerto de la antigua Híspalis. La mayor parte de las estructuras que se pueden ver en la cripta arqueológica se corresponden con el edificio romano construido en el siglo I a. C, en tiempos de Julio César. "Se trata de un área portuaria. Un almacén que muestra la pujanza económica de la Sevilla romana", señalaba el arqueólogo Miguel Ángel Tabales. Una galería de columnas romanas, vestigios de un posible templo dedicado a la diosa Isis, así como evidencias del gran maremoto del siglo III que arrasó la Sevilla romana, también son visibles en la cripta.
Las ‘cupae’ de la Fábrica de Vidrio
Las obras que se están realizando en las parcelas que ocupaba la Fábrica de Vidrio la Trinidad, entre la Avenida de Miraflores y la Carretera de Carmona, sacaron a la luz un importante conjunto de tumbas romanas intactas. Entre ellas, destacan las llamadas cupae, monumentos funerarios de planta alargada y cubierta cilíndrica de las que no existían hasta ahora muchos ejemplos en Sevilla.
Entre los hallazgos que está deparando la actividad arqueológica en la parcela de la Trinidad por las obras destacan de manera importante los relacionados con el mundo funerario romano. En este sentido, hay que recordar que en todo el entorno de la actual Carretera de Carmona había una importante necrópolis que se ha documentado en diversas excavaciones anteriores, como las realizadas en la calle Jabugo o en el Edificio Trento, en la propia Carretera de Carmona.
Las encontradas en la parcela de la antigua fábrica de vidrio responden a la tipología de cupa structil, es decir, realizada mediante obra de albañilería (ladrillo, mampuestos…) y recubierta con estuco. En la antigua Híspalis estas cupae habían sido muy escasamente documentadas hasta ahora, por lo que estos hallazgos están suponiendo una importante novedad para el conocimiento de las tradiciones funerarias de esta etapa de la ciudad de Sevilla.
En una de estas cupae se descubrió encastrada una lápida funeraria de mármol donde se podía leer el nombre de la difunta: Calliope. En otras de las tumbas se halló el infundíbulum, o conducto cerámico cilíndrico por donde se realizaban diversas libaciones en honor de los difuntos sepultados en ellas.
No es la primera vez que aparecen en la zona restos de enterramientos de época romana. A principios de 2022 se encontró en la calle Santa María, en el Fontanal, restos pertenecientes a la necrópolis romana, que se construyó en el siglo I después de Cristo y que fue usada hasta el siglo II. Entre los elementos que más llamaron la atención, se encontraban los pertenecientes a un triclinium, una estancia dedicada a los banquetes funerarios y de la que hasta ahora no se había encontrado nada similar en la capital andaluza.
Un hallazgo sin precedentes en la calle San José
Las obras para construir un hotel en la céntrica calle San José sacaron a luz un importante muro romano. Es un hecho que los expertos calificaban de sorprendente, ya que hasta la fecha no habían aflorado huellas de este tipo en esta zona de la ciudad, que en tiempos de los romanos sería extramuros, aunque no se conoce a ciencia cierta por dónde discurría la muralla. Se trata de un muro de mampostería y, por tanto, sería un cimiento que las fuentes consultadas entonces por este periódico señalaban que correspondería, sin duda, con un relevante edificio de carácter público.
La 'uilla' de Artillería
En las obras de la Fábrica de Artillería aparecieron unos restos que parece que pertenecen a una instalación residencial y productiva rural de situada extramuros de la ciudad, un claro antecedente de lo que sería la zona de la Buhaira durante la etapa de dominación islámica.
Los restos parece que pertenecieron a una instalación residencial y productiva rural de época romana, es decir, una uilla. Estaba situada extramuros de la ciudad y en la margen derecha del río Tagarete. Las estructuras descubiertas presentaban un estado de conservación desigual.
Entre los restos documentados destaca una piscina localizada en la mitad oriental del Patio de Crisoles, con unas dimensiones de 11 metros de largo, 3,2 metros de ancho y 1,7 metros de profundidad. Presenta un revestimiento de opus signinum, con media caña en todo el perímetro del fondo y dos escaleras situadas en esquinas opuestas. Esta estructura hidráulica se asocia a una serie de pavimentos de opus signinum que dan paso a una gran estancia de la que se conoce parte de un mosaico geométrico. Esta habitación se desarrolla en la Nave de Fundición.
En el lado opuesto, en el Patio de Crisoles, se registraron hasta dos fases de estructuras de ladrillo relacionadas con pavimentos de opus signinum que se interpretaría con actividades productivas de la uilla. Al oeste del mosaico se documentaron hasta cuatro alineaciones paralelas norte-sur. En este caso no se conservan pavimentos, pero hacia el centro de la Nave de Fundición se registraron restos de infraestructuras relacionadas con hornos.
Este hallazgo se calificaba como de gran interés por cuanto eran la evidencia más clara de la existencia de uillae periurbanas de la ciudad de Híspalis. Aunque en un princio se anunció que se construiría una cripta para que fueran visitables, finalmente se desartó por su alto coste.
La muralla de la Plaza de San Francisco
Durante las obras de un hotel en la Plaza de San Francisco en el año 2021 se descubrió un monumental lienzo de muralla de la antigua Hispalis romana, tratándose de un hallazgo de gran "importancia" para la investigación científica de la historia antigua de la capital andaluza. Esta muralla cambió la fisonomía y la vida de la Sevilla Romana. Hasta ese momento, se considera que la ciudad de Hispalis tenía su frontera en el límite marcado por la actual calle Álvarez Quintero, pero el desplazamiento del cauce del río hacia lo que hoy es en la Plaza Nueva posibilitó que se extendiera hacia el oeste, habitando ese espacio arcilloso regalado por el antiguo Baetis.
El hallazgo de la muralla realizada en el siglo III, durante el Bajo Imperio, fue tremendamente importante para los arqueólogos, ya que les permitía dibujar con seguridad, al menos, esta pequeña zona de Híspalis.
El aljibe de la Pescadería
Sigue siendo un desconocido, pese a su importancia, sobre todo porque permanece olvidado y sin rehabilitar, a pesar de que el Ayuntamiento ha anunciado en varias ocasiones su puesta a punto.
Este castellum aquae data del siglo II d.C., de la época del emperador Trajano, nacido en la vecina Itálica. Es una de las grandes obras civiles de la ciudad romana. Se encuentra en la zona más elevada durante el periodo romano y almacenaba el agua que llegaba a través de los Caños de Carmona. El aljibe fue hallado durante las obras de la piel sensible en 2006. Desde entonces se ha podido visitar esporádicamente. Actualmente se encuentra cerrado y en malas condiciones.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por SO/Sotogrande Spa & Golf Resort
Contenido Patrocinado