Después de los patinetes y las motos ahora llegan las bicicletas eléctricas. Una nueva empresa acaba de desembarcar en Sevilla para ofrecer un nuevo servicio que se suma a la moda de la movilidad sostenible que ya se ha puesto en marcha a través de cuatro empresas, Lime, Bird, Muving y Acciona, y hay una cuarta pendiente.

La idea surge de los hermanos José y Ángel Baigorri que hace seis meses que implantaron el servicio en su ciudad, Zaragoza, donde empezaron con una pequeña flota de 80 vehículos que va en aumento, a pesar de la fuerte competencia que tienen allí. En Sevilla Electric RG, como se denomina la empresa, iniciará su andadura con 200 bicicletas, que han llegado esta semana a través del Puerto. Azules, muy robustas y de fácil manejo, pronto se podrán ver en las calles de la ciudad.

Los hermanos Baigorri ya preparan su desembarco en Sevilla.

Estos veinteañeros emprendedores se han asociado con el empresario sevillano Carlos Castro. Estos jóvenes están convencidos del éxito de lainiciativa en una ciudad que ya es ciclista y referente en España por sus 180 kilómetros de carriles bici. Una cultura a la que se suman ahora estos vehículos eléctricos de alquiler.

Las bicis cuentan con un motor y una batería de la que se surten de energía para dar asistencia al pedaleo. Las bicicletas están sueltas en la calle, sin anclar, y los socios pueden desbloquearlas simplemente con una aplicación del teléfono móvil. Un código QR facilita esta labor. La tarifa será de 1,20 euros por cada diez minutos. 

Concientes del caos que está suponiendo en las ciudades el desembarco de este tipo de vehículos eléctricos, estos empresarios están en conversaciones con el Ayuntamiento para respetar las normas. La aplicación del móvil mostrará un mapa delimitado de la ciudad y se acotarán las zonas donde aparcar y recoger los vehículos. Una furgoneta revisará, retirará para su recarga y ordenará a diario la situación de los vehículos.

Estos emprendedores están muy concienciados con el medio ambiente. Su intención no es sólo prestar el servicio sino dar información en los puntos y estaciones donde se aparquen las bicicletas sobre los beneficios de esta movilidad compartida y su contribución en la reducción de las emisiones y la huella de carbono. El objetivo es dar formación a los usuarios y organizar show en algunos puntos de la ciudad donde se puedan probar gratuitamente las bicicletas y traducir sus beneficios. 

Después de Zaragoza y Sevilla, la intención de Carlos Castro es extender el servicio a otras ciudades españolas, al menos a uan docena. El plan podría seguir en Cádiz, Granada, Málaga, Madrid, Barcelona y Valencia.