"Somos buenos, pero no tontos"

HOY habrá oído el despertador a las cuatro menos cuarto de la madrugada. Ha saludado a su audiencia con las señales horarias de las seis, a las seis horas seis de su tercer martes en esta tercera etapa de la cadena Cope. Y a las nueve, entrevista con Pablo Iglesias. Un día cualquiera en la vida de Carlos Herrera, que ayer hizo un hermoso homenaje a este medio invisible, como la fe del humanismo cristiano que preside el frontispicio de su ideario. Pero sin pasarse. "Somos buenos, pero no tontos". Y más: "Aquí no se dan golpes de hisopo ni el micrófono es un púlpito electrónico". Un cristiano que utilizó tacos de Cela y de todo dios. Por algo tenía el confesionario bien cerca: compartiendo mesa y mantel en el hotel Alfonso XIII, Juan José Alonso Pelegrina, arzobispo de Sevilla; en otras mesas, los sacerdotes Luis Lezama, de la Taberna del Alabardero, y Juan Mari Laboa.

Herrera volvía a la calle San Fernando, en la que durante quince años se asomó a los micrófonos de Onda Cero. Habló de una nueva aventura que ha iniciado en septiembre ante un auditorio de lo más cualificado. La metáfora de un parto, mecanismo simbólico que se encarnaba en la presencia de Susana Díaz en su primera aparición después de la baja por maternidad. Periodista y presidenta, buenos amigos, viajarán los próximos días a Barcelona para involucrarse en diferente grado en la campaña electoral en una tierra que le es muy querida al periodista. Allí vivió como hijo de emigrante y trabajó en Radio Mataró.

"No hay quien lo saque de Sevilla", dice Fernando Giménez Barriocanal, presidente y consejero delegado de la cadena Cope, vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal. Lo arroparon amigos y colaboradores; algún socio de aventuras empresariales, como el torero Francisco Rivera Ordóñez. De la quinta del 74, como Susana Díaz, el diestro también recibía los parabienes por su paternidad, en su caso regada con el milagro de su recuperación tras la cogida en la plaza de Huesca.

Ha vuelto a la Cope sin irse de Sevilla. Herrera evocó sus inicios en Radio Sevilla, en la histórica sede de González Abreu. Ya no estaba Rafael Santisteban. Igual que ya faltaban Emilio Segura y Agustín Embuena cuando llegó a Radio Nacional de España, donde Jesús Quintero estaba a punto de poner en marcha "su montaña prodigiosa". Recordó el paso por los estudios de la Cope en la calle Vírgenes, heredera de aquel sueño del padre Linares y Radio Vida en la calle Trajano.

Se ha reencontrado con "Paco, Manolo y Pepe Domingo". Los tres mosqueteros del deporte que compartieron con él pasado en la cadena Ser. Herrera defiende una radio "sin pisotones ni pasos de bailarina" que sea "trinchera de los días y relato de las cosas". La vida cotidiana como materia prima de esos asuntos que convierten los temas del hogar en asuntos de Estado. La radio como costumbre sin caer en el costumbrismo, en el tópico que el propio Herrera ha padecido por su empeño en hacer radio sin salir de Sevilla durante los últimos veinte años. "Esto no es caricatura ni un pasillo de los Quintero".

A Susana Díaz la acompañó la plana mayor del PSOE regional, con el portavoz Mario Jiménez. También había una nutrida representación del PP. Juan Manuel Bonilla y Dolores López felicitaron a la presidenta por su maternidad. Joaquín López-Sáez, director de Cope Andalucía, dijo que invitó a todos los partidos con presencia en las Cinco Llagas. Acudieron el anterior alcalde, Juan Ignacio Zoido, y el actual, Juan Espadas, que le garantizó a Herrera que no suprimirá el Premio Taurino en esa escalada del "complejo de Walt Disney". Pero ni Zoido ni Espadas. El periodista almeriense, que nunca ha ocultado sus simpatías por Diego Valderas, añadió otro icono a este santoral de la izquierda. No mencionó a Torrijos, pero se extendió sobre una de las obras de su mandato. "Ahora voy en bicicleta a la radio. He dicho verdaderas barbaridades sobre el carril bici, pero tengo que reconocer que es una de las mejores cosas que se ha hecho en Sevilla en mucho tiempo".

En presencia de empresarios de postín recordó su condición de diputado de Caridad de la Candelaria. Se postuló como hombre-anuncio de Toldos y Carpas Quitasol. "La sombra vendo", pregonó para orgullo de Manuel Hidalgo, representante de la empresa, después de reconocer los méritos de Sánchez Araújo y de Antonio Somoza.

Forofo del tren, todos los días emprende un viaje de seis horas a partir de las seis de la mañana. A quien madruga...