Los equinos del casi centenar de coches de caballos que hacen rutas turísticas por el centro de Sevilla y el Parque de María Luisa llevarán una denominada "bolsa de excrementos" o dispositivo colocado entre los cuartos traseros de los animales y la parte delantera del vehículo. Este dispositivo de forma cuadrangular va casi oculto y es fácilmente manipulable por los cocheros, que podrán vaciarlo y limpiarlo después de cada uso.

El dispositivo será obligatorio desde mediados de junio, según el convenio suscrito este martes entre representantes del gremio de cocheros de caballo y los delegados municipales de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, y de Seguridad y Movilidad, Demetrio Cabello.

El Ayuntamiento participará en la financiación del nuevo dispositivo y, según ese convenio, se ha comprometido a señalizar las paradas de coches de caballo y a instalar dos nuevas, una frente a la Plaza de Toros de la Maestranza, y una más junto a la Catedral. Estas paradas dispondrán de bocas de agua de riego, para que los caballos puedan beber y para la limpieza más inmediata que requieran, y algunas de ellas dispondrán de toldo o marquesina, según han informado fuentes municipales.

El Ayuntamiento de Sevilla y los cocheros llevan años tratando de ponerse de acuerdo para instalar estos dispositivos recoge-excrementos con los que evitar la suciedad que provoca el paso de los caballos por algunas de las calles más frecuentadas de la ciudad.