plaza de españa · Cáceres

Los cañones no eran de Navarone

  • Julio Severo Florentino. Volvió a Sevilla, la ciudad en la que lo concibieron. Escoltó en una Feria a Grace Kelly y Jacqueline Kennedy y durante 17 años fue jefe de seguridad en la Torre Sur.

TIENE nombre de emperador romano. Julio Severo (Cáceres, 1943) nació en una ciudad-fortaleza donde las legiones vigilaban la ruta de la Plata. Es sevillano placentero. Sus padres, originarios de Almoharín, cerca del partido judicial de Miajadas, vinieron a Sevilla en 1940. "Se fueron a Cáceres en diciembre de 1942 y yo nací en febrero del 43".

Julio por su abuelo paterno, se benefició del magisterio de su abuelo materno, Calixto. "Todos le llamaban maestro, aunque era barbero. Igualó a todo el pueblo, seis pesetas al año por barba, pero se hizo rico. Era un hombre que se adelantó cien años a su tiempo. Se supone que nació en Plasencia, digo se supone porque lo abandonaron en la puerta de un convento". El barbero se casó con la abuela Anastasia.

Este cacereño siguió la vocación policial de su padre. Hizo las oposiciones en Madrid y las prácticas en Atocha. El 10 de mayo de 1965, con Utrera Molina de gobernador civil, llega a la ciudad en la que lo concibieron. "Quizás me esperaba algo más, una ciudad más moderna. Estaban entregando los primeros pisos de las Tres Mil Viviendas y terminando el Polígono San Pablo. Me sorprendió la cantidad de núcleos chabolistas".

Se quedó en una pensión de la calle Ciego, hoy Pacheco Núñez de Prado, cerca de la Alameda. No abandonó ese hábitat hasta que el día de los enamorados de 1970 se casa con María de las Nieves, Mari para todos. De luna de miel se fueron a Cáceres, a la ciudad de su infancia, de su incipiente adolescencia con Licinio de la Fuente de gobernador civil. La ciudad que reconstruyeron los árabes y cambió su fisonomía con el Descubrimiento de América.

A Sevilla vinieron 35 policías de su promoción, veinte de infantería, quince de caballería. "De Cáceres veníamos cuatro, sólo me quedé yo". El móvil más frecuente para venir a Sevilla era el Magisterio, "pero más a los pueblos que a la capital".

Ha tenido la suerte de nacer y vivir en dos de las ciudades más hermosas de España y del mundo. Pero en su destino profesional conoció la ciudad que no se le enseña a los turistas, salvo los 17 años que permaneció como jefe de seguridad de la Torre Sur, desde los tiempos de Alfonso Garrido como último gobernador civil y primer delegado del Gobierno.

Los policías más jóvenes se incorporaban a las unidades móviles que se pateaban toda la ciudad. "El ambiente era más provinciano y los delincuentes estaban más localizados". Se hizo un experto en costumbrismo. "Todos los eventos nos tocaban a nosotros. El fútbol, diez años yendo al Betis y al Sevilla, a la selección, recuerdo un gol de Luis Suárez a México cuando jugaban los Cinco Magníficos; a la lucha libre, la Semana Santa entera, la Feria entera. "Los días de Feria dormíamos en el puente de Aragón, de noche dábamos unas cabezadas en un autocar".

Conoció bien el palacio de las Dueñas, cuya inquilina acaba de fallecer. "Hacíamos trabajos de seguridad en puestas de largo en Dueñas y en Pilatos. Recuerdo la puesta de largo de Marisol en la casa de Pilatos, donde estuvimos el tiempo que duró una exposición de cañones antiguos. Todas las noches bajaba el duque de Medinaceli con café y pasteles". Recuerda una Feria en la que hicieron tareas de escolta de Grace Kelly, que se alojaba en el hotel Alfonso XIII, y Jacqueline Kennedy, que se quedó en Dueñas. "Íbamos cuatro policías con cada una. A los toros. A la Feria del Prado. Con una nube de fotógrafos al lado de las dos".

Hasta su jubilación, toda su carrera profesional se desarrolló en Sevilla salvo un paréntesis de dos años en Barcelona. "Nos fuimos en julio de 1975, la niña tenía tres años y el niño tres meses. Estaba Martín Villa de gobernador civil. Cuando murió Franco, la gente nos aplaudía por la calle". Vivieron en Tarrasa. "En la calle Colón, llena de fábricas. En el bloque sólo vivía una catalana, mi mujer era la única que le hablaba". Volvieron a Sevilla en marzo de 1977. El 8 de abril Suárez legaliza el Partido Comunista. "No nos dijeron ni pío. A mí me cogió de permiso". El 15 de junio, día de las elecciones generales, primeras de la democracia, le tocó trabajar en un colegio electoral de la carretera de Su Eminencia.

Con Cáceres y Sevilla ejerce la doble militancia. "En Sevilla nacieron mis hijos y viven mis hermanas Paqui y Agustina". Devorador de libros, ha leído Cáceres. Historias y leyendas de Ricardo Hurtado de San Antonio. Cinéfilo empedernido, le gusta el policía Vargas (Charlton Heston) de Sed de mal, Bogart en El halcón maltés y Casablanca, el cine que le hace pensar, los vaqueros que Marlon Brando puso de moda en Un tranvía llamado deseo y las películas de Alberto Rodríguez.

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