Un colegio empapelado. Así se encuentra la fachada del CEIP José María del Campo, en el barrio de Triana, donde los niños han colocado carteles en los que se oponen al cierre de una unidad de Infantil de tres años el próximo curso ante la bajada de demanda que ha registrado dicho centro educativo en el proceso de escolarización. 

Tal pérdida obedece a la decisión adoptada por la Delegación territorial de Educación y Deporte, que dirige María José Eslava, al comprobar que tras el periodo de solicitud de plaza en marzo quedaban 26 puestos sin ocupar, más de una clase de primero de Infantil. 

La comunidad educativa, sin embargo, se opone a tal reducción y alega que se perderá una línea entera (desde Infantil hasta sexto de Primaria) que es la que desarrolla el bilingüismo en Inglés. Por tal motivo, ha emprendido una campaña de protesta que comenzó el pasado 31 de mayo con una "cajonada flamenca" en la que los alumnos llevaron un cajón flamenco que tocaron en el patio con el fin de que no se quite esa unidad. Unos actos que continuarán durante junio para intentar que Educación de marcha atrás en dicha intención. 

La fachada del José María del Campo, empapelada con los carteles de protesta.

Por ahora, el departamento que dirige Eslava no parece estar dispuesto a mantener esa línea. Tras el proceso de escolarización, son seis centros los que perderán un aula a consecuencia de la bajada de la demanda de plaza, consecuencia directa del descenso de la natalidad. Frente a estos cierres, se abrirán 20 unidades de tres años, la mayoría en municipios de la provincia.

Previamente a la presentación de la oferta educativa para el próximo curso, se eliminaron más de mil plazas en dicha etapa por el mismo motivo. Debe recordarse que en Sevilla han quedado libres 868 puestos escolares.