El cierre de la cárcel de mujeres provoca problemas de convivencia en Sevilla I

Denuncian que el aumento de la conflictividad es consecuencia del traslado de todas las reclusas a "un único módulo"

Adiós a la última presa de la cárcel de Alcalá de Guadaíra

El exterior de la prisión de Sevilla-I.
El exterior de la prisión de Sevilla-I. / M. G.

Una situación "dantesca", "indigna" y, posiblemente, "ilegal". Es la que se estaría viviendo en el centro penitenciario de Sevilla I, donde, desde hace aproximadamente un mes, conviven la mayoría de las 70 presas trasladadas desde la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra tras su cierre definitivo.

Un traslado que, según ha podido saber este periódico por fuentes cercanas a la prisión, habría incluido a todas las reclusas "en un mismo módulo sin atender a criterios como antecedentes penales y penitenciarios o peligrosidad", lo que estaría provocando un aumento de la conflictividad y problemas de convivencia, complicando el día a día en el centro.

La cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra cerró definitivamente el pasado 28 de mayo con la salida de la última presa que aún permanecía en las instalaciones de este centro penitenciario. El penal cerró, tras 36 años de servicio, para su reforma arquitectónica y reconversión en Hospital Psiquiátrico Penitenciario. Por las instalaciones de esta cárcel han pasado reclusas famosas como la cantante Isabel Pantoja y, más recientemente, la ex consejera de Economía de la Junta Carmen Martínez Aguayo, condenada a seis años de prisión por el caso de los ERE.

Las mismas fuentes denuncian "peleas diarias" entre las reclusas y, además, el haberlas incluido a todas en el mismo espacio, según los testimonios vertidos en este medio, agresora y agredida están obligadas a seguir conviviendo pese a los conflictos internos, "compartiendo mismo patio, comedor o sala de televisión".

Asimismo, apuntan un posible "incumplimiento legal" de la clasificación de las reclusas, ya que estarían "conviviendo juntas presas preventivas con penadas, las que tienen un amplio historial de reincidencia penal y expedientes disciplinarios penitenciarios con otras primarias que están a la espera de su clasificación en tercer grado y traslado al CIS".

Ello, según las mismas fuentes, cuando este centro "cuenta con la antigua unidad de mujeres, actualmente ocupada por hombres y que reúne todas las condiciones para acoger a todas las internas al disponer de unidad de ingresos, enfermería (actualmente las mandan a la de hombres), aislamiento, cuatro módulos, biblioteca, consultas médicas, salón de actos, piscina e incluso una panadería y un gran huerto-jardín".

Una situación que desde Instituciones Penitenciarias es temporal mientras avanzan las obras en el centro penitenciario, que permitrán contar con más de un módulo en el que puedan residir mujeres. "La mayoría de las internas de Alcalá de Guadaíra han sido trasladadas a Sevilla I, a un espacio recién reformado. A medida que avancen las obras en el centro penitenciario, se podrá contar con más de un módulo en el que puedan residir mujeres", han explicado a preguntas de este medio.

Entretanto, los problemas de convivencia no son los únicos contratiempos que se estarían sucediendo en las instalaciones. Según apuntó este martes el sindicato CSIF Prisiones, a la caída del techo del módulo de aislamiento y la posterior inundación de la zona, se unió ayer la rotura de otra tubería que, igualmente, anegó parcialmente la garita del funcionariado del módulo 57, afectando a ordenadores y documentos.

"Desde CSIF denunciamos el lamentable estado de las infraestructuras del centro penitenciario de Sevilla I, incluso tras la reciente obras de remodelación de la unidad de cumplimiento", señala el sindicato, que apunta la convocatoria de una reunión extraordinaria urgente del comité de seguridad y salud tras su petición.

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