El Círculo Labradores de Sevilla recibe una réplica del cuadro ‘Voluntarios para Morir’, que ensalza el sacrificio y la valentía de la Legión

El Círculo de Labradores recibe la réplica de la pieza ‘Voluntarios para morir’, de Augustro Ferrer Dalmau, con el patrocinio de la Fundación Cajasol

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Entrega de una réplica del cuadro ‘Voluntarios para Morir’, ayer en el Real Círculo de Labradores de Sevilla.
Entrega de una réplica del cuadro ‘Voluntarios para Morir’, ayer en el Real Círculo de Labradores de Sevilla. / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

Verano de 1921. Tras el Desastre de Annual en la guerra del Rif, un grupo de apenas 16 legionarios dieron su vida por defender el asedio a Melilla desde el Blocao de la Muerte, una posición estratégica en la ladera este del Monte Gurugú. Durante la noche del 15 de septiembre, el ataque rifeño se desató con furia y más de 3.000 enemigos rodearon esta débil posición –de apenas unos sacos de tierra y unas pequeñas alambradas– lanzando una ofensiva implacable. Los 16 legionarios protegieron el Blocao con una valentía sobrehumana, demostrando “que el verdadero valor reside en la capacidad de enfrentarse a la muerte con dignidad y con honor”. Esta gesta fue inmortalizada por el artista barcelonés Augusto Ferrer-Dalmau en el cuadro Voluntarios para Morir. El Círculo de Labradores de Sevilla recibió ayer una réplica de la obra –la original reside en el Museo del Ejército– por parte de la Agrupación Nacional de Legionarios de Honor, contando con el patrocinio de la Fundación Cajasol.

“Al entregar este cuadro al Real Círculo de Labradores y Propietarios de Sevilla no hacemos solo una ofrenda artística”, manifestó Francisco Fernández Verni, presidente de la Agrupación Nacional de Legionarios de Honor, quien puso en valor que era la primera vez que se hacía una entrega a una asociación civil.

Voluntarios para Morir se trata de “un testimonio visual de una gesta colectiva, de una unidad militar que ha sabido ganarse el respeto, la admiración y el cariño del pueblo”, apuntó Fernández Verni y señaló que “su contemplación fortalece también la bravura de los que hoy, llevando con gallardía el chapiri, la boina o el chambergo, ocupan con orgullo un sitio en formación”.

El legionario “sabe que los símbolos son faros que nos guían para mantener vivos nuestros valores, para no ceder ante el olvido y para recordar que hay hombres y mujeres dispuestos a darlo todo por los demás, con humildad, con honor y con espíritu de sacrificio”, valoró el presidente.

Por su parte, el periodista y Legionario de Honor Pedro Luis Gómez Carmona describió el cuadro de Ferrer-Dalmau hasta el más mínimo detalle. “El Blocao de la Muerte no es solo una página en los libros de historia, es un testamento vivo del espíritu indomable de los legionarios, de los soldados de los ejércitos españoles”, apostilló Gómez Carmona para acentuar que “cada piedra derruida lleva impresa la huella de la valentía y el sacrificio”. “Su ejemplo trasciende el tiempo, enseñándonos que el verdadero honor reside en servir por lealtad y coraje”, valoró el periodista. “Cuando contemplemos la obra de Ferrer-Dalmau, recordad que la historia de la Legión es una historia de sacrificio, honor y amor a la patria, a España”, recalcó.

El presidente del Círculo de Labradores, Benito Mateos-Nevado Alonso, puso de relieve la vinculación entre la asociación civil y la Legión. “Los principios que nos rigen son los mismos: amor a la patria, compañerismo, disciplina, honor, lealtad, socorro a la sociedad, sentido del deber y valor. Valores para seguir siendo parte destacada de la sociedad civil sevillana sin dejarnos influir por corrientes externas”, recalcó Mateos-Nevado.

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