Un clásico en la tradición del belén

Cuando Ana Díaz era pequeña le encantaba visitar la tienda de sus padres. No era un comercio cualquiera, el apellido Pichardo ya la diferenciaba del resto de papelerías. Un prestigio que el tiempo demostró convirtiéndolo en todo un clásico del comercio en la ciudad. "Mi padre se instaló en la calle José Gestoso en el año 1952 con una imprenta que poco después convertiría en papelería", recuerda Ana Díaz. Esta empresa familiar fue expandiéndose y hoy son tres las tiendas, en apenas una manzana, que poseen. Los disfraces, la papelería y los belenes son sus especialidades. Después de 30 años volcada en la empresa, Ana Díaz es la encargada de regentar, junto a su madre, Pichardo Belenes. "Las mujeres de la casa nos quedamos con la tradición de los belenes, siempre nos gustó, quizás tenga mucho que ver el hecho de que mi abuelo fuera escultor", dice. De todos los precios y variedades, resulta imposible saber cuántas figuritas y complementos guarda este singular negocio. "Realmente realizamos una inversión muy fuerte, ya que nuestros clientes (belenistas, turistas... de todo clase) son muy exigentes y nosotros tenemos un compromiso con ellos". Con el paso de los años a la tradición se ha sumado la modernidad, pero en Pichardo predomina la idea clásica del belén. El próximo 14 de noviembre, como siempre, estarán presentes en la Feria del Belén. "Lo único que esperamos es que la gente se anime a comprar, a pesar de todo", concluye.